El delantero Luis Suárez saludó desde el balcón de su casa de Montevideo a decenas de hinchas que lo aclamaban, horas después de arribar a Uruguay tras ser expulsado del Mundial por morder al italiano Giorgio Chiellini.
El futbolista, de 27 años, se asomó con sus hijos en brazos y saludó a un grupo de personas que acababa de entonar el himno nacional mientras hacía guardia para ver al ídolo, informó la prensa local. Los hinchas lo aplaudieron y lo vivaron al verlo.
Suárez viajó desde Natal junto a su familia y arribó a las 5 a Montevideo, desde donde fue trasladado directamente a su casa sin hacer declaraciones.
El presidente José Mujica se había unido el jueves a un centenar de personas que hicieron frente a una noche de invierno para esperar al ídolo en el aeropuerto, mientras entonaban cánticos y enseñaban banderas de Uruguay, gigantografías con el rostro de Suárez y réplicas de la Copa del Mundo.
El mandatario y los aficionados se retiraron cuando Suárez informó desde Brasil que su vuelo estaba atrasado.