El gobernador Rodolfo Suárez de a poco ha ido flexibilizando la cuarentena y ahora debe definir cómo será la próxima etapa del aislamiento preventivo y obligatorio en Mendoza, que ya cumplió dos meses.
Con la autorización que se anunció esta semana para realizar actividad física -desde el lunes- y de reuniones familiares -desde este fin de semana, el decreto se publicará hoy-, en el Ejecutivo dieron dos grandes pasos que contrastan con las mayores restricciones que se plantean al mismo tiempo en el AMBA (Capital y conurbano bonaerense) y el Chaco, lo dos mayores focos de contagio de Covid-19 en la Argentina.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires, que concentra el 75% de los casos en el país, la cuarentena seguirá tal como está hoy hasta el 8 de junio (lo anunciará mañana el presidente Alberto Fernández). Y en la provincia del norte, que se aceca a los 700 casos, el gobernador Jorge Capitanich anunció que volverán a la Fase 1 del aislamiento, es decir el nivel más estricto con que se inició el 20 de marzo.
En Mendoza, "se está yendo en el buen camino" en el combate del coronavirus, dicen en el Ejecutivo, pero evitan el triunfalismo. Por eso prefieren ser cautos con el paso a la Fase 5 (hoy estamos en la 4, ver infografía), y destacan que todo "está en un proceso de análisis".
"Nosotros no vamos pasando de fase en fase, sino que tomamos las medidas por sectores día a día, todo paso a paso", aseguró el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez quien sostuvo que la Provincia "va tomando medidas de acuerdo a la tasa de duplicación de casos, que afortunadamente es muy baja, y en constante trato con el Comité Epidemiológico" que asesora a Suárez.
Con las flexibilizaciones ya anunciadas y las que podrían venir a partir del lunes, como la apertura parcial de restoranes y bares en la provincia, Mendoza podría ir dejando atrás la Fase 4 de "Reapertura progresiva" y acercarse a la 5, denominada "nueva normalidad" por los expertos.
Esa última etapa implica una flexibilización mucho mayor: prácticamente no habría excepciones de circulación, que serían reemplazadas por “hábitos de higiene y cuidado sostenido”, según la ha definido el gobierno nacional.
En este sentido, se permitiría una movilización de hasta el 75% de la población de la provincia y a ella se llegaría si el tiempo de duplicación de los casos "no sea una variable preocupante".
En Mendoza, eso hoy se da cada 29 días, una cifra bastante favorable teniendo en cuenta que a nivel nacional está en 16 días, afectada principalmente por la amplísima circulación del virus el AMBA.
Lo que digan los expertos
En la mayor flexibilización en la que entra Mendoza el Gobierno tiene en cuenta también los pedidos de los intendentes que, además de los locales gastrónomicos reclaman reabrir los shoppings y algunos, como el de Luján, autorizar el alquiler de cabañas en la Alta Montaña.
Pero en el Ejecutivo, otra vez, son cautos. Al menos ante Los Andes. "El Gobernador ha sido claro. No hablamos de fases sino sencillamente de distintas flexibilizaciones de las actividades. La decisión de habilitar las reuniones familiares (con restricciones) tiene que ver con que se ha cumplido y se vienen cumpliendo estándares que tienen que ver con una tasa de duplicación muy baja" de la enfermedad, aclaró Ibáñez.
Sobre los shoppings, indicó que "hay una prohibición expresa por parte del gobierno nacional en el Decreto de Necesidad y Urgencia. Aquí no interviene la Provincia, como sí lo puede hacer con el caso de los restaurantes".
E insistió en que aún no hay decisiones tomadas sobre lo que pasará desde el lunes porque todo surgirá de las consultas con el Comité Epidemiológico.
En este sentido, la ministra de Salud, Ana María Nadal, prefiere no hablar aún de la ansiada Fase 5 de la cuarentena. En el Comité que ella encabeza consideran que, si bien la situación está controlada, "se va viendo día a día. Si notamos un aumento de los casos, se volverá todo hacia atrás". Y ponen como ejemplo lo ocurrió en Córdoba y en Chile.