Con 75 años, Angelita Montoya de Basile lleva once años uniendo a la Argentina con su España natal gracias a la magia de la radio y su programa “España, una ventana al mundo”.
Lo hace a través del aire de LV 23, “La radio de toda la vida” como se conoce a este medio pionero en General Alvear, pero su historia se remonta a muchos años atrás, cuando todavía era una pequeña y llegó a la Argentina junto a su familia. “Tenía 12 años cuando vine a este hermoso país junto con mis padres y hermanos. Recuerdo que nos costó cuatro años tener todos los papeles”, cuenta Angelita, quien vivía en Pineda del Mar, Cataluña, hasta que arribó a la Argentina en el año ’51.
“Primero fuimos a Buenos Aires. Recuerdo que el barco iba llegando a la noche y yo veía las luces del puerto imaginando que este nuevo lugar sería similar a mi pueblo, allá en España”, dice.
En la capital vivió tres meses y luego se mudó a Ramos Mejía y finalmente en enero de 1952 llegó a General Alvear. “Ese día hacía mucho calor. Vinimos porque un primo de mi papá vivía acá y nos quedamos con él. Formaron una sociedad y muy pronto pudimos comprar una casa. Para mí y mis hermanos vivir acá era como un picnic, porque podíamos jugar mucho al aire libre”, apunta.
Pero en su llegada no todo fue alegría porque “es muy duro dejar todo atrás e irse a otro país”, y durante sus primeros años en Argentina los niños se burlaban mucho y le decían cosas muy feas. “Creo que es algo propio de los niños. Llegaba corriendo y llorando de la escuela 70, en donde hice mis estudios primarios, y le pedía a mi papá volver a mi país y él me decía que tenía que aguantar, que ya pasaría, y así fue. Hoy conservo muchos amigos de aquella época”, rememora.
Si bien siempre tuvo afición por la radio y dice que desde muy chica se interesó por este medio, no fue hasta hace 11 años atrás que esta ama de casa cumplió su sueño.
“En realidad mi primera incursión por la radio empezó un día del año 86 en el que fuimos a hacer una nota con el grupo de catequistas a LV 23. Después de la entrevista me quedé charlando con la conductora, que además era amiga mía, y le planteé la idea de hacer un programa. Se lo comunicamos al director y él nos dio vía libre”, cuenta. En esa oportunidad, Angelita grabó un microprograma en casete.
“Participaron varias personalidades de Alvear y enviamos la grabación a mi pueblo en España”, dice.
“La respuesta la tuvimos tres meses después cuando llegó un casete desde Pineda del Mar y venían grabadas las voces de ocho personas, entre ellas la del alcalde del pueblo. Fue realmente emocionante”, confiesa.
Sin embargo, debieron pasar muchos más años para que Angelita, la voz que une dos países, pudiera realizar el sueño de tener su propio programa. “Fue en el año 2003. Ahí empecé a tomar coraje y me animé a hacer mi programa llamado ‘España, una ventana al mundo’, con la intención de contar algunas cosas acerca de la madre patria”, indica.
Recuerda que ese primer programa “fue algo increíble y emocionante”. Y agrega: “Estaban mis hijos, me llamaron muchos amigos y no paraban de llegar regalos, flores, cartas, tortas, de todo”.
Con los años el programa, que se emite los domingos de 10.30 a 13, fue creciendo y se hizo acreedor de muchos reconocimientos, entre ellos, una distinción del Concejo Deliberante que declaró al ciclo de Interés Cultural y Social en el año 2006.
Hoy -con sus hijos fruto de su amor con Salvador Basile, 16 nietos, 5 bisnietos y dos más por llegar-, Angelita continúa uniendo a la Argentina con España a través de su voz con las historias de otros que, como ella, abandonaron la madre patria para radicarse en un país desconocido.