En la catarata de entrevistas que dio Dardo Agost para explicar la salida de Daniel Garnero, el titular azul aclaró que la relación entre el DT saliente y Pablo Quinteros no era la mejor por la soberbia del ex entrenador.
Pero el mismo Quinteros se encargó de bajar los decibeles. “Con Garnero teníamos una relación profesional. Yo respetaba lo que él decía y Garnero respetaba mi lugar. Nada más.
Puede ser que Garnero haya pecado de soberbio, pero traté siempre de no generar problemas y ser más “político” porque él tenía sus razones para que yo no estuviera adentro del plantel. En un momento Daniel decidió que no viaje con el plantel y lo acepté sin inconvenientes porque son reglas que pone el técnico. Siempre todo fue con respeto y las únicas diferencias que tuvimos fueron por la selección de los jugadores”.
Al parecer la relación era distante, pero con algunos códigos: “Su cuerpo técnico era muy profesional. Quizá le faltaron algunas cosas pero hizo un gran trabajo y se lo dije personalmente. Las cosas que le tenía que decir se las dije en la cara”.
También quiso limpiar su imagen asegurando que nunca hizo lobby para quedarse con el buzo de entrenador: “Yo no hice el lobby de estar en cada partido. No me gusta vender humo por eso a veces la gente ni me veía en la cancha”.
Otro de los puntos de conflicto que hubo con Garnero fue la bandera que apareció en la platea Este, producto del enojo de los padres porque no permitieron que las inferiores usaran el Bautista Gargantini para enfrentar a Boca: “Hubiera sido bueno y no lo digo como coordinador y como entrenador; si tenemos la chance de jugar en inferiores con Boca, algo que no pasa todos los días, hubiera sido bueno recibirlos en nuestro estadio y mostrar las instalaciones y no en Andes Talleres, al cual estamos muy agradecidos. No estoy de acuerdo con la bandera que colgaron porque antes hay que hablar las cosas”, cerró Quinteros.