“Pasá, sentate”. El tipo, lejos del divismo que uno puede llegar a esperar de alguien como él, corre la silla hacia atrás con su pie derecho para que uno tenga mayor comodidad y, con una sonrisa, se disculpa porque está terminando de enviar un mensaje de texto: “¿Me das un minuto?”. Luego, deja el teléfono a un lado y se recuesta en el sofá. Ahora sí, está listo. El tipo es Steve Nash, una leyenda de la NBA que se retiró en marzo de este año, hoy trabaja como mánager de la selección canadiense y accede a una charla en la antesala de los vestuarios del Palacio de los Deportes.
-El básquet de tu país está en plena evolución y trajo al FIBA Américas un equipo de primer nivel. ¿Qué tan responsable de ello te sentís?
-No me siento responsable para nada. Si soy un pequeño retazo de la tela, genial, pero hay cientos de personas trabajando en esto. Yo disfruto mucho de este nuevo trabajo, es una experiencia fantástica. Este torneo es algo nuevo para nosotros. Comenzamos perdiendo con Argentina, un equipo inteligente, experimentado, que ese día nos enseñó una lección. Desde entonces, superamos a todos, de modo que estamos creciendo, mejorando y yendo en la dirección correcta.
-¿Qué pensás de Argentina, que salvo por Scola y Nocioni también tiene un equipo joven?
-Son un equipo como el que nosotros aspiramos a ser. Tienen experiencia, roce internacional, bases tremendos como Laprovittola, Campazzo que tiene 24 años, ¿verdad? Y juega hace mucho en la selección, viene de jugar en un equipo importantísimo. Sumale a Luis y Andrés y tenés experiencia, nivel internacional, habilidad, talento, fortaleza. Son un equipo excelente.
-El DT argentino dijo que Canadá es claro candidato a medallista olímpico y mundial en los próximos años. ¿Lo ves así?
- (Suspira) Uff... Es posible, pero debemos mejorar y desarrollar una cultura de querer jugar para el país. Antes de este grupo, eso no existía. En Argentina, en cambio, nada vale tanto como jugar para la Selección. Miralo a Luis acá, a sus 35 años, tras toda una temporada de NBA. Nosotros no tenemos esa cultura. Nuestros jugadores crecen jugando en la escuela, en la universidad, no en clubes y en sus selecciones menores.
Tras el análisis, la sonrisa vuelve a apoderarse del rostro de Nash cuando se le pregunta por la Argentina país. “Buenos Aires es una ciudad fenomenal, tiene tanta cultura, comida, arquitectura, arte... ¡Toda Argentina es maravillosa, su geografía tiene tantas regiones!”. Y el dos veces consecutivas MVP de la NBA, que en enero se fotografió en la Bombonera con camiseta azul y oro incluida, saca de la galera una anécdota tristemente célebre. “Ustedes tienen el fútbol, por supuesto. ¿Sabés? Estuve viendo el clásico que debieron suspender por la Copa Libertadores. ¡Viajé 17 horas para que se suspendiera en el entretiempo!”
-Ya que hablamos de fútbol, ¿quién es tu jugador favorito?
-Creo que Messi es el mejor que ha jugado ese deporte. Es único. Una máquina. Sé que para ustedes Maradona es el más grande y yo no puedo discutirlo.
-Si Nash hubiese sido un futbolista, ¿cuál habría sido?
-En el básquet no puedo compararme con Messi. Messi es Michael Jordan, yo quería ser un Riquelme.