Tiene 66 primaveras (nunca más exacto, ya que nació un 21 de setiembre; aunque en el hemisferio norte serían 66 otoños) y sigue siendo uno de los escritores más prolíficos y vigentes de los que se tenga memoria (quizá Dickens podría acercársele, en un intento de comparación con un clásico célebre).
Por su pluma -en realidad, por su máquina de escribir y, hoy, por una modernísima notebook- han pasado todos los terrores imaginables, tanto de este mundo como metafísicos, humanos y sobrehumanos, naturales y sobrenaturales. Todos plasmados en novelas de gran éxito, cuya gran mayoría tuvo continuidad en el cine.
Desde “Carrie”, su debut en 1974 que tuvo su primera versión fílmica en 1976 gracias al gran Brian De Palma y hoy ha regresado a la pantalla en una versión que se supone actualizada; “El resplandor” (1977, adaptada por Stanley Kubrick en 1980); “La zona muerta” (1979, la filmó David Cronenberg en 1983); “Cujo” (1981); “Christine” (publicada en 1983 y llevada al cine por John Carpenter ese mismo año); “Cementerio de animales” (también de 1983, filmada por Mary Lambert en 1989); “Misery” (1987, que adaptó Rob Reiner en 1990); “La mitad siniestra” (1989, en fallida adaptación de George Romero de 1993); “La tienda de los deseos malignos” (1991, al cine en 1994); “Dolores Clairbone” (1992, de suspenso antes que auténtico terror, llevada al cine en 1995 bajo el título local de “Eclipse total”); “The Green Mile” (1996, tampoco era de terror y en cine se llamó “Milagros inesperados” en 1999); etc.
Otras novelas como “El misterio de Salem’s Lot” (1975), “La danza de la muerte” (1978), “It” (1986) y “Los Tommyknokers” (1987), conocieron posteriores versiones televisivas ya sea en formato telefilm o como series.
A estas últimas se sumará, a partir de hoy, otra serie: “La cúpula”, basada en su novela “Under the Dome” de 2009 (ver aparte).
Siempre con climas asfixiantes y un suspenso que se desgrana desde la primera página, aún en sus novelas o cuentos que no son específicamente de terror, la obra de King revela numerosísimas influencias, desde su admirado Lovecraft hasta Edgar Allan Poe, pasando por los escritores y guionistas estadounidenses Shirley Jackson y Richard Matheson, y hasta sus más recientes y públicos elogios a J. K. Rowling, la autora de “Harry Potter”.
“Hombres comunes en situaciones extraordinarias”, una máxima que Hitchcock empleó en su cine y que King, extremándolo, plasmó en sus escritos con una efectividad que sigue maravillando a lectores en todo el mundo. Sus personajes pueden luchar contra asesinos o monstruos que viven en la propia mente de los protagonistas, contra seres demoníacos que surgen en los territorios más impensados, contra un Mal intangible que, a pesar de Dios, sigue gobernando el mundo.
La imaginación de Stephen King no conoce límites y se alimenta también de experiencias personales como un pasado -que hoy quedó en el olvido- de alcohólico y cocainómano desbordado, así como del accidente de auto que en 1999 lo llevó al borde la muerte y del que aún padece secuelas.
La nueva novela
Treinta y seis años después de “El resplandor”, King volvió al ruedo con “Doctor sueño”, una secuela de aquella obra maestra para preguntarse ahora qué fue de la vida del pequeño Danny Torrance luego de haberse salvado de ser asesinado por su propio padre en aquel helado y solitario hotel Overlock poseído por oscuros fantasmas.
King nunca estuvo muy a gusto con la efectista versión de “El resplandor” que dirigió Kubrick en 1980. Él mismo comentó entonces que en la película no quedaba muy claro que los fantasmas que habitaban el hotel querían apoderarse del niño, pero que dada su fuerza interior optaban por poseer a un ser más débil (el padre, escritor y alcohólico como King, pero interpretado por un Jack Nicholson que da poca idea de debilidad).
A través de ese padre poseído por espíritus malignos eliminarían al niño y a su madre, quienes al final de la novela y de la película terminan burlando a los demonios y salvándose en el laberinto congelado del jardín del hotel.
Como respuesta a su disgusto, el mismo King financió en 1997 una remake televisiva de “El resplandor” que no tuvo el éxito esperado y que solo sirvió para encumbrar aún más el film de Kubrick.
En el recién aparecido “Doctor sueño”, un libro de 600 páginas que atrapa desde los primeros párrafos, King retoma al personaje de Danny Torrance, ahora un hombre de mediana edad que se ha liberado de los fantasmas del pasado y trabaja en un asilo de ancianos donde da consuelo a los moribundos.
Con la ayuda de un gato que tiene el poder de predecir el futuro, Dan deberá hacer frente a un grupo de seres casi inmortales que recorren el país alimentándose de los niños que, como lo fue él, tienen el don de “el resplandor”.
A “Doctor sueño” seguirá, el año que viene, “Mr Mercedes”, una novela policial en la que trabaja actualmente junto a su hijo de 41 años, también escritor, Joe Hill.