Stephen Curry es sinónimo de triples. El base de los Golden State Warriors comanda una era en la que el tiro a distancia en la NBA es el recurso más utilizado. Y este domingo demostró que es el mejor en ese rubro. En el segundo partido de la serie ante Cleveland Cavaliers, que terminó con victoria por 122-103, anotó nueve tiros por detrás de la línea y batió el récord de más tiros de tres puntos convertidos en un partido en la historia de las finales de la liga.
El MVP de las temporadas 2015-2016 y 2016-2017, que atravesó este año por una lesión que le impidió estar a pleno, convirtió 9 de los 17 tiros que intentó por detrás de la línea de tres y le arrebató así el récord a Ray Allen, quien había anotado 8 en 2010. Fue letal para unos Cavaliers, en los que sólo LeBron James parece estar a la altura de una final.
The BEST of Steph Curry 31 ppg 6.5 rpg 8.5 apg from the warriors Ws in Games 1 amp 2 of the NBAFinals DubNation pic.twitter.com/xxSMRBK9ql
"Nunca me levanto y digo: 'Dale, voy a meter nueve triples y a batir el récord'", bromeó el crack de los Warriors, tras el partido.
Tampoco tuvo problema en describir el más espectacular de sus nueve triples, que llegó cuando la posesión se acababa y acosado por la buena defensa de Kevin Love. "Estaba intentado conseguir espacio. Al principio creía que tenía margen para una suspensión pero se me fue la pelota y traté de ver dónde estaba la defensa. Kevin estaba justo enfrente. Perdí el pique por un momento y para recuperarlo debía echarme atrás. Trato de hacer todo tipo de tiros en la pista, pero en ese momento se trataba de lanzar y por suerte entró", manifestó.
Curry ya tenía los récords de más triples en un partido y de más triples en una temporada y en el total de la historia de la fase regular de la NBA. Pero el de este domingo no fue el único que batió. También pudo superar a LeBron James, que lleva siete finales consecutivas, como el máximo triplero de la historia de las finales, con 90. La estrella de Cleveland se quedó en 85.
Con Curry en un gran nivel, la final de la NBA parece sentenciada. A él se suman Klay Thompson. Kevin Durant y Draymond Green, formando un equipo con un funcionamiento y una calidad pocas veces vistas en la historia del básquetbol. Enfrente, sólo LeBron puede hacerle fuerza.