J.J. Abrams sabe lo que los espectadores piensan de él. "Nunca he sido genial con los finales", dice el cineasta, a pocas horas de entregar la versión final de "Star Wars: El ascenso de Skywalker". Un poco dubitativo, Abrams agrega, "de hecho no creo que sea bueno en algo, pero sé cómo iniciar una historia. Culminarla es difícil".
Esta es una confesión peculiar, tras haber dirigido y coescrito la película de "Star Wars" que hoy, en su estreno, promete ser la entrega final de una narrativa de nueve películas sobre el clan Skywalker. Los cinéfilos ya han visto caer la cortina en esta saga dos veces: con "El retorno del Jedi", en 1983, que concluyó con Luke Skywalker y sus aliados aparentemente victoriosos sobre el imperio, y nuevamente en 2005, con "La venganza de los Sith", que siguió los últimos pasos del padre de Luke, Anakin, en su camino por el lado oscuro para convertirse en Darth Vader.
Sin embargo, lo que parecía una historia concluida se reabrió una vez más en 2015, cuando "El despertar de la fuerza" inició una tercera trilogía en la cual la vieja guardia de las películas originales de "Star Wars" combatió junto a una nueva generación de héroes y villanos. Fiel a su alarde, Abrams -quien, tras superar algunos temores, dirigió y ayudó a escribir el guion de esa película- inauguró esta trilogía de gran manera: "El despertar de la fuerza" terminó recaudando más de 2 mil millones de dólares a nivel mundial. Era la única película de "Star Wars" que tenía previsto realizar.
Así que cuando Abrams fue nuevamente invitado, en medio de una reorganización creativa de última hora, para que asumiera la dirección de "El ascenso de Skywalker", se negó. Para ser considerada un éxito, la nueva película tiene que satisfacer un conjunto de exigencias aparentemente imposibles: tiene que culminar la trilogía actual mientras resuelve y une todos los temas y líneas argumentales de las ocho películas previas y -oh, sí- funcionar como una historia autocontenida. Por esas mismas razones intimidantes, Abrams aceptó la tarea. "Lograr cerrar con éxito esta saga es uno de los trabajos más duros que podría haber aceptado", dijo. "Pero es precisamente por eso que sentía que valía la pena decirle que sí".
Como las historias contadas dentro de las películas mismas, la trama de este capítulo de "Star Wars" es una en la cual las decisiones accidentales conducen a consecuencias imprevistas. Es un relato en donde la historia se repite y el destino no puede ignorarse. Sin embargo, aun cuando Abrams y sus colegas se están despidiendo de esta parte de la historia de "Star Wars", siguen tan expectantes como cualquiera por saber qué le depara a la saga y a sus personajes.
I. Relanzamiento del Jedi
Para entender la conclusión de esta nueva trilogía de “Star Wars”, hay que remontarse a su creación. Estas películas nacieron luego de que The Walt Disney Company adquiriera Lucasfilm de su fundador George Lucas, en 2012. Fue en ese momento en que el estudio anunció sus intenciones de producir el séptimo, octavo y noveno episodio de la saga, como parte de lo que iba a ser un plan ambicioso de estrenar una película nueva de “Star Wars” cada año. Incluso antes de entregar las riendas de su compañía, Lucas ya estaba teniendo conversaciones con los originales Han Solo, Leia y Luke Skywalker -Harrison Ford, Carrie Fisher y Mark Hamill- acerca de retomar sus personajes.
En esa etapa preliminar, Abrams lucía como un candidato natural para ayudar a supervisar una nueva era de "Star Wars". Era un fanático confeso de las películas originales, conocido por sus visiones estilizadas de programas de televisión de género ("Alias," "Lost") y por ayudar a resucitar viejas propiedades intelectuales en la gran pantalla ("Mission: Impossible" y "Star Trek"). Sin embargo, cuando Abrams fue convocado formalmente, su instinto fue negarse. Él lo explica: temía "fracasar miserablemente. Pensé que era algo demasiado intimidante, así que respetuosamente me negué". Finalmente, lo convencieron.
II. Las nuevas esperanzas
Uno por uno, los protagonistas de la nueva trilogía hicieron su entrada de a poco al proyecto. John Boyega; que interpreta a Finn, el renegado soldado imperial, no fue inicialmente convocado a la audición, sino que se enteró por un amigo. Daisy Ridley, que encarna a la heroica Rey, se dedicó a fabricar su oportunidad de la nada. "Yo lo busqué. Ni sabía si había un rol disponible. Simplemente tenía un presentimiento. Así que seguí preguntando '¿Ya hay audiciones para 'Star Wars'?' Hasta que finalmente las hubo".
Estrellas más experimentadas como Oscar Isaac, quien interpreta al gallardo piloto Poe Dameron, encontró la producción de "El despertar de la fuerza" inesperadamente inquietante. "Todos -en particular J.J.- estaban preguntándose, ¿cuál es el tono de esta película? ¿Si somos la sinfonía, cómo suena el instrumento que toca este personaje? ¿Cómo lo logramos? Fue desafiante".
III. El ataque de las secuelas
En medio del frenético proceso de casting, escritura del guion y construcción necesaria para empezar "El despertar de la fuerza", Kathy Kennedy, directora de LucasFilm, se le acercó a Abrams con una proposición mayor: además del Episodio VII, ¿le gustaría asumir los episodios VIII y IX también? La respuesta de Abrams fue concisa: "Le dije, '¡¿Estás loca?!'".
En su lugar, el Episodio VIII, llamado “El último Jedi”, fue escrito y dirigido por Rian Johnson (“Entre navajas y secretos”). En su historia, los héroes de “El despertar de la fuerza” fueron separados y obligados a enfrentar obstáculos personales en travesías individuales.
IV. El “auteur” contrataca
Algunas odiseas terminan antes de comenzar. Ese fue el caso de Colin Trevorrow, director y coescritor de "Mundo Jurásico", quien originalmente iba a dirigir Episodio IX pero terminó abandonando el proyecto en 2017. Para explicar ese cambio, Kennedy dice: "No habíamos ni llegado al primer borrador cuando nos dimos cuenta de que no estábamos en la dirección que habíamos acordado". Ella agrega que la salida de Trevorrow fue "muy cordial" y algo que "sucede con bastante frecuencia en la fase de desarrollo". (Un publicista de Trevorrow dijo que el director había decidido no hacer comentarios para este artículo). Este tipo de decisiones de último momento son raras pero no inauditas en las grandes películas de estudio, y ciertamente no en el ámbito de "Star Wars": los directores de "Solo", Philip Lord y Christopher Miller, fueron reemplazados por Ron Howard tras varias semanas de rodaje.
Puesto que se acercaba la fecha de estreno de Episodio IX, planeada para 2019, Abrams era la única opción lógica para asumir el proyecto, pero estaba más reacio que con "El despertar de la fuerza". Con aquella película, dice Abrams, "lo logramos por un pelo. ¿Por qué demonios regresaría? ¿Soy un idiota si reto al destino una segunda vez?". Abrams afirma que aceptó el proyecto sabiendo que estaría trabajando "de manera acelerada desde el principio", con tres meses menos para la postproducción de la que tuvo con "El despertar de la fueza".
Cuando se dio el anuncio, al fin, de que Abrams regresaría, sus actores suspiraron aliviados. “Yo lloré”, dice Riley, explicando que el director trajo una sensación reconfortante de organización y seguridad. Boyega dice que está feliz de que Abrams pudiera terminar el relato que había iniciado en Episodio VII.
Abrams, quien se trajo al guionista de "Argo" Chris Terrio como su coescritor, enfrentó grandes retos en "El ascenso de Skywalker". Entre ellos, tener que proporcionarle una despedida adecuada a Carrie Fisher, que falleció en 2016. Como Leia, Fisher había sido un elemento integral de "Star Wars", una materialización de su optimismo y su tenacidad, y su arco argumental no había sido concluido al final de "El último Jedi". La solución de Abrams fue apostar a material no utilizado que Fisher había rodado para "El despertar de la fuerza". "La idea de continuar la historia sin Leia era imposible. No había manera de crear una Leia digital. Jamás íbamos a tomar la decisión de buscar otra actriz. Pero no podíamos hacer esta película sin ella".
V. El viaje de Skywalker
Figuras incondicionales como Anthony Daniels, quien ha interpretado al autómata ansioso C-3PO en los nueve episodios de la saga, se sorprendieron con la progresiva complejidad de las películas. "Una de las razones por las que me gustó la película original era que no había tantos personajes", dice. "Tenías a los buenos, al malo, unas cuantas naves espaciales y listo".
En lo posible, los cineastas intentaron proteger a los actores de los procesos detrás de cámara, en los cuales elementos fundamentales de la trama y trozos enteros de diálogo estaban siendo replanteados hasta que se rodaran, o incluso durante la grabación misma.
Terrio lo explica: "Hacer una película como esta es una guerra, y todos los días tenés que levantarte y dirigirte al frente de batalla otra vez. Quizás el día anterior el combate no salió muy bien, pero tenés que recuperarte con gran optimismo y entusiasmo para hacerlo de nuevo".
VI. El desenlace fantasma
Es responsabilidad de Kennedy determinar qué viene después del episodio final de la saga Skywalker y, como ella dice: "No tiene por qué terminar". Pero parte de hacerle honor a la visión de Lucas, dice ella, consiste en ir más allá de esa visión. "Todos somos guardianes de algo creado por George, y estamos intentando hacer lo mejor posible", La directiva añade que era importante "reconocer y honrar lo que él creó, y seguir adelante".
¿Quién hará la próxima película de "Star Wars", la cual Disney ya tiene programada para el 2022? Kennedy no lo revela, pero la productora ha estado desarrollando nuevos proyectos con Rian Johnson y Kevin Feige, el presidente de Marvel Studios (David Benioff y D.B. Weiss, los creadores de "Game Of Thrones", abandonaron recientemente su propio acuerdo con Lucasfilm para dedicarse a otros proyectos en Netflix: una biografía sobre el escritor Lovecraft).
Kennedy dice que continúa discutiendo oportunidades con otros artistas, y señala el éxito de "The Mandalorian", el show de tv de "Star Wars" creado por Jon Favreau para el servicio de transmisión en continuo Disney Plus, como un modelo para el futuro de la franquicia. Programas como ese podrían proporcionar una manera de canalizar nuevas historias y personajes, así como encontrar a los escritores y directores que podrían encargarse de los largometrajes.
“Yo sabía que Jon Favreau era un gran aficionado de ‘Star Wars’”, dice. “Había estado hablando con él, esporádicamente, por varios años. Jon tenía esta historia y de repente ambos nos dimos cuenta de que no solo podía ser contada en el formato de la televisión, sino que podíamos impulsar la tecnología con ella”.
Determinar lo que viene, dice Kennedy, fue tan sencillo como mirar las historias que “Star Wars” ya había contado.
"No me refiero a que no tuviéramos nada a qué echarle mano, sino que, en realidad, son más como señales de tránsito que nos muestran el camino. No se debe invertir mucho tiempo definiendo qué es lo que quiso sugerir George con esta mitología. Se deben contar historias sobre personas, tomar la mitología y aplicarla a sus conflictos".