“Sin lo que Michael hizo, Kobe no tendría nada hacia donde apuntar”. Brian Shaw, hoy entrenador de Denver y ex asistente de Bryant, tira una frase que explica muchas cosas. La carrera del eterno escolta de los Lakers, incluso antes de su debut en 1996, siempre tuvo una conexión con la de Jordan, el más grande de todos los tiempos.
Quizás, más que una conexión, la palabra justa sería una obsesión. Con el correr de los años, las comparaciones (esa extraña y particular costumbre en el mundo del deporte) fueron constantes y Bryant, lejos de achicarse, siempre fue por más gracias su ambición, mentalidad y orgullo. Y, en la noche del domingo, los números le hicieron un guiño a los 36 años.
Con los 26 puntos que le metió a Minnesota, Kobe llegó a 32.310 y superó los 32.292 de “Su Majestad” para quedar en el tercer lugar de la tabla histórica de anotación (contando temporada regular), sólo por detrás de Karl Malone (36.928) y Kareem Abdul-Jabbar (38.387).
Un logro para nada sencillo que no hace más que agigantar su leyenda. Jordan los consiguió en 1.072 partidos (30.1 de promedio) y sumó 5.987 más en playoffs (179 juegos, 33.4 de promedio). La Mamba Negra los anotó en 1.269 encuentros (25.5 de media) y convirtió 5.640 más en postemporada (220 duelos, 25.6 de media).
Kobe escribió esta nueva página con dos libres que dieron lugar a un momento emocionante. El partido se detuvo para que el estadio de Minnesota lo ovacionara y sus compañeros y rivales lo felicitaran. Gran gesto también de Glen Taylor, dueño de los Wolves, quien saltó a la cancha para darle a Bryant el balón con el que superó la marca de MJ. Para que la noche fuera completa, Los Angeles venció 100-94 a Minnesota y sumó la tercera victoria consecutiva.
Está claro que la nueva marca de Bryant está lejos de significar que haya pasado a Jordan en nivel de grandeza. De hecho, aún no lo superó en cantidad de títulos (6 contra 5) y probablemente nadie llegue a pasar lo que representó MJ en todo sentido, por el legado que dejó en el camino. Pero a Kobe, pese a que lo niegue), seguramente le genera una satisfacción por dejar atrás en algún aspecto a quien fue el espejo donde se moldeó.
Sí, el espejo, porque las similitudes en sus formas y situaciones del juego son evidentes. “Conociendo a Kobe, sé que Jordan es uno de los jugadores a los que quiere superar en varias categorías. Es lo que lo moviliza", blanqueó Byron Scott, actual DT de los Lakers.
Para entender lo que Jordan significa para Bryant, basta con repasar una frase del propio Kobe: “Cuando llegué a la liga, todos estaban aterrorizados por Michael. Nunca lo entendí, sino que fui quien deseaba desafiarlo y aprender de él. No tenía miedo en llamarlo y hacerle preguntas.
El fue muy abierto y me habló y ayudó mucho”, recopila un artículo de ESPN. Entre los dos hubo 11 enfrentamientos (8 por temporada regular y 3 en Juegos de las Estrellas). Bryant aceptó el desafío de crecer bajo su sombra y mal no le fue, ya que se convirtió en la primera gran estrella después del retiro de “Su Majestad”.
“Los dos tuvimos la maldición de estar obsesionados con ser los mejores. Es una bendición y una maldición al mismo tiempo”, señaló una vez Bryant. “Veo un montón de mi en él, no hay dudas de ello”, se rindió Jordan. Pero, para entender mejor esta conexión, quizás no hay nadie como Phil Jackson, ganador de 6 anillos con MJ y 5 con KB, para graficarlo. “Jordan ha dicho que Kobe es el único jugador con quien puede ser comparado. Estoy de acuerdo con él", escribió en su libro ‘Once anillos’.
Kobe Bryant superó a Jordan en un apartado estadístico, de los más importantes. No se trata de valorar cómo lo hizo cada uno, porque, como se dice, las comparaciones son odiosas. Números al margen, no hay dudas que los dos están en la historia grande del deporte. Fuente: Diario Ole
