¿Quién no quiere traer a casa un recuerdo de sus vacaciones? Seguramente la mayoría desea ver un objeto y transportarse mágicamente a esas vacaciones que tanto nos agradaron. En muchos lugares turísticos ofrecen exóticos souvenirs realizados con huesos, plumas, cabezas, pieles de animales, incluso venden ejemplares vivos. Ante esto no sólo hay que pensar que no es ético o legal adquirirlos, sino que se pone en peligro a las especies.
Ser un turista consciente que promulgue la sustentabilidad implica, ahorrar agua y energía, comprar artesanías del sitio, comer en restaurantes locales, y a cada paso crear conciencia. Por ello hay que ser coherentes con la tendencia y decir no, a los abusos de animales. Es posible que se desconozca si un producto proviene de una especie amenazada o es resultado de un abuso animal, es cierto, por ello lo mejor es negarse a adquirir un souvenir que contenga algo animal: concha, cuerno, pieles, plumas, dientes, huesos, etc..
Es ilegal, la venta de marfil, bastará con ver qué le sucede a los elefantes cuando los cazadores los atropellan por sus colmillos. Bien, pues hay empresas a las que no les importa entonces confeccionan joyas o mangos de bastón, entre otras con este material. Gafas de sol, peines, y chucherías hechas de conchas de tortugas marinas son otras de las atrocidades de la industria. Qué decir de las pieles, ( jaguar, leopardo, leopardo de las nieves, de tigre, como de chinchilla u otras más corrientes y de criadero); también está prohibido el shahtoosh, la lana de un antílope tibetano en peligro de extinción utilizada para hacer chales. Como las medicina tradicional asiática hecha de partes de tigre, leopardo, musk, rinoceronte, oso. Recuerde ser consciente, si no hay cliente, no hay oferta.