En una reunión virtual de la Mesa Ovina Nacional (MON), llevada a cabo este jueves, de la que participaron un centenar de personas, los presidentes de las entidades que integran la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuaria analizaron las principales urgencias y desafíos de la actividad ovina, y propusieron la agenda para el sector a corto, mediano y largo plazo.
Carlos Vila Moret, vicepresidente de Sociedad Rural Argentina y coordinador de la Mesa Nacional Ovina, dio unas palabras de bienvenida y sostuvo que "la ganadería ovina, que es la actividad que más hectáreas ocupa en todo el país, tiene todo para crecer, a partir de la generación de alimentos en la etapa post Pandemia puesto que, a pesar de la crisis y la caída en la demanda de bienes en general, la población mundial va a continuar requiriendo alimentos todos los días, y esto significa una enorme oportunidad para la actividad".
Por su parte, el también coordinador de la Mesa, Daniel Lavayen, señaló que: "En los campos, estamos aislados y hay que empezar a trabajar en programas público- privados para que la región tenga buena conexión en todo el territorio y en las cuatro provincias del sur argentino".
Luego tomó la palabra Jorge Chemes, presidente de CRA, que dijo que "la producción ovina debe ser considerada una economía regional y que, entre otros aspectos importantes a resolver, se destaca el diferencial que pagan los productores del Sur, del 20% extra, a los trabajadores por zona desfavorable. Es una desventaja competitiva muy fuerte con el resto de los países. Además, es necesario que se reduzcan los derechos de exportación tanto a lana como a carne, ya que generan pérdida de competitividad".
Posteriormente, el titular de SRA, Daniel Pelegrina, señaló que "en el plano internacional se requiere una mirada de mayor cooperación e integración, mientras que en el plano interno el Estado debe dar señales claras que construyan la confianza a partir de la cual se generará la inversión necesaria para volver a crecer". Asimismo agregó que "es necesario apostar a la competitividad de la actividad mediante la disminución de la presión fiscal y la eliminación de retenciones, la facilitación del acceso al financiamiento, así como a través de la creación de un sello nacional o regional y de certificaciones que reaviven la demanda internacional de las carnes y lanas argentinas, fomentando, al mismo tiempo, el consumo y el mercado local de carne ovina"·
A continuación, el presidente de FAA, Carlos Achetoni, expresó: "La ovina es una actividad muy interesante, porque permite que los productores de todos los tamaños tengan oportunidades y puedan ser rentables, desde los más pequeños hasta los más grandes. Además, tiene un carácter federal muy valioso, porque se puede hacer en cualquier lugar de Argentina, especialmente en zonas donde por las condiciones climáticas o geográficas no se pueden hacer otras producciones. En este sentido, ha sido y es muy importante la ley ovina, por eso hay que trabajar para que se prorrogue; también para que haya una intervención virtuosa del Estado, para lograr —entre otras cosas— una mayor difusión de esta actividad, que hoy es una oportunidad".
En tanto, el titular de Coninagro, Carlos Iannizzotto indicó que "se debe diagramar un plan estratégico con los siguientes ejes: capacitación y acompañamiento financiero y fiscal, mercado interno, asociativismo y desarrollo comercial, y mercado externo con prefinanciación y presencia del Estado con sinergia con el sector privado". También señaló que "la innovación y tecnología serán fundamentales en el recambio, incluso en materia educativa y de conectividad y que la cadena ovina debe liderar un sistema biotecnológico de primer nivel, con un Estado que acompañe y aliente a un sector que tiene mucho futuro".