Por estas horas en la mira de la policía hay dos ex parejas de la mujer entre los sospechosos del crimen.
El primero, un boxeador, Orlando "Becho" Ademar Marangel, con quien Fernanda tenía un hijo y que ya la había golpeado. Mientras que el otro hombre es su reciente pareja con quien cortó el vínculo meses atrás y que sería el presunto padre del pequeño que llevaba en su vientre.
Junto al descubrimiento del cuerpo de una mujer y la denuncia de la desaparición de otra femina y aún ante la falta de las pericias de ADN, necesarias en este tipo de hecho, quedó confirmada que se trata de Fernanda Pereyra, de 26 años, embarazada y madre de dos hijos que nació en San Rafael y cuyo cuerpo fue encontrado semi quemado a 3 kilómetros de la localidad de Rincón de los Sauces, por la Ruta Provincial 6, camino a Chos Malal, en la provincia de Neuquén.
El asesinato, según los peritos forenses y el personal de Científica que trabajó en el levantamiento de los restos, se presume que podría haber sido apuñalada y después de tirar su cuerpo, le pusieron una o dos cubiertas encima y la prendieron fuego tras rociarla con algún combustible. Precisamente al no encontrar humo dentro de los pulmones, los médicos forenses infieren que habría muerto antes de que la calcinaran de un modo salvaje.
Conjeturas
Según lo que reflejan medios de la vecina provincia, Fernanda tenía dos hijos, uno de 7 años que vive con su padre biológico en San Rafael, y el otro de 4 años que estaba con ella. La joven, la pasada semana, había regresado de visitar a su hijo en Mendoza, tuvo que quedarse en la casa de su madre porque debía el alquiler.
Entre las 20 y las 21 del viernes la joven estuvo en la casa de unos familiares tomando mate, cuando recibió una llamada telefónica por la que se la vio un tanto incómoda. Dejó ahí a su hijo y salió avisando que tenía que resolver una situación.
De lo relevado, la joven se juntó con la dueña de los departamentos frente a una plaza y le entregó dos mil pesos de adelanto de la deuda.
Bomberos con perros entrenados recrearon el recorrido que hizo Fernanda pero en la esquina de la plaza se pierde el rastro.