Tres de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez se fugaron ayer del penal de la localidad de General Alvear tras llevarse cautivo en un auto a un guardiacárcel, a quien finalmente liberaron sano y salvo, y por el hecho removieron a toda la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Fuentes fuentes policiales, judiciales y oficiales confirmaron que los fugados fueron los hermanos Cristian (40) y Martín Lanatta (41) y Víctor Schillaci (33), quienes cumplían la pena de prisión perpetua por los asesinatos de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), acribillados a balazos en agosto de 2008. Por el triple crimen también fue condenado durante un juicio desarrollado en el 2012 Marcelo Schillaci (34), hermano de Víctor, quien no se encontraba alojado en la misma cárcel por problemas de salud.
Las distintas fuentes consultadas aseguraron que la fuga se produjo de madrugada, cuando los tres presos se encontraban en el sector de sanidad de la cárcel de General Alvear, un partido bonaerense ubicado a unos 220 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Los presos estaban alojados allí por razones de seguridad, por decisión de la jueza de Ejecución Penal 1 de Mercedes, Marcela Otermín, tras la denuncia de Martín Lanatta que involucraba al entonces jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en el triple crimen.
Según determinaron los investigadores, pasadas las 2.30 de la madrugada de ayer, los tres presos sorprendieron a dos guardiacárceles especiales que tenían destinados a su cuidado y los amenazaron, al parecer, con una réplica de arma de fuego. Los evadidos estaban vestidos con ropas oscuras, similares a las que utiliza personal del SPB, y tras dejar a los dos guardias encerrados en uno de los baños transitaron por los distintos pasillos de la unidad hasta llegar al exterior de la misma.
Una vez allí, los presos se apoderaron de un Fiat Europa de un efectivo del SPB y, a bordo del mismo, recorrieron casi doscientos metros hasta llegar al puesto 1, donde redujeron a un tercer guardia que estaba apostado en el lugar, lo amordazaron y se llevaron cautivo en el auto.
Las fuentes agregaron que los Lanatta y Víctor Schillaci continuaron la marcha con el custodio, de apellido Santos, de rehén hasta Villa Belgrano, un barrio ubicado a un par de cuadras de la cárcel y abandonaron el auto con el guardia en su interior.
Una cámara de seguridad captó a las 2.45 cuando los presos descendieron del auto en el cruce de las avenidas Belgrano y 9 de Julio de dicho barrio, tras lo cual, se observó el paso de una camioneta negra que dobló a gran velocidad por la prolongación de 9 de Julio rumbo a la ruta nacional 205, distante unos 30 kilómetros de dicho punto.
Fuentes judiciales precisaron que ese segundo vehículo, una Toyota Hilux también fue abandonada en la fuga, mientras que minutos después, el guardia Santos pidió ayuda a vecinos del lugar que llamaron al 911. De acuerdo a los voceros, en el interior del Fiat se secuestró la réplica de arma de fuego, en tanto que todo indica que los evadidos también se apoderaron de otras armas largas pertenecientes al SPB antes de completar la fuga.
Los informantes judiciales indicaron que Martín Lanatta contaba con una custodia especial desde que en agosto pasado denunció públicamente que Aníbal Fernández estuvo vinculado al triple crimen pero que la misma le fue retirada después de las elecciones.
“No sabemos porque se levantó la custodia especial, se supone que es una decisión judicial”, dijo a la prensa Juan, hermano de uno de los guardias que se encontraba en el penal al momento de la fuga. Sin embargo, otra de las fuentes consultadas sostuvo que el primer guardia que redujeron pertenecía a la custodia permanente dispuesta sobre Martín Lanatta.
Lanatta declaró ante la Justicia que el ex candidato a gobernador bonaerense le pidió que gestionara armas y permisos ante el RENAR (Registro Nacional de Armas) para allegados y dirigentes políticos y gremiales.
Entre los supuestos beneficiados figuraban, según Lanatta, su secretario privado, Diego Alazar González, el camarista de Casación bonaerense Federico Domínguez (procesado en uno de los expedientes de la causa AMIA), el líder del sindicato rural (UATRE) Gerónimo “Momo” Venegas y el ex ministro del Interior durante el menemismo José Luis Manzano.
Según Lanatta, en 2007 gestionó permisos y armas para varios personajes que luego cobrarían notoriedad, entre los que figuraban Sebastián Forza, uno de los muertos del triple crimen de General Rodríguez.
Tras la fuga, se dio intervención al fiscal Cristian Citterio, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 20 descentralizada en General Alvear y al juez de garantías 3 de Azul, Federico Barberena, quienes quedaron a cargo de la causa. Por la tarde, unos 600 efectivos de la policía bonaerense con tres helicópteros de la fuerza y efectivos del Grupo Halcón, fuerzas federales y de Interpol continuaron con la diligencias en procura de recapturar a los evadidos.
Además, el Ministerio de Seguridad bonaerense dispuso custodia policial para los familiares de las víctimas, y los fiscales y abogados de la causa, y el gobierno bonaerense ofreció dos millones de pesos para quien aporte datos fehacientes que permitan recapturar a los fugados.
En diciembre de 2013, los hermanos Lanatta ya habían intentado escaparse junto a Marcelo Schillaci del penal de Sierra Chica pero la maniobra fue abortada por el SPB. Mientras que en el caso de la fuga de General Alvear, los pesquisas judiciales creen que hubo una falla de los penitenciarios que debían custodiar a los evadidos.
Actualmente, los hermanos Lanatta están con condena firme por la Cámara de Casación bonaerense mientras que los Schillaci apelaron ante la Suprema Corte de Justicia provincial. Tras conocerse la fuga, la gobernadora provincial María Eugenia Vidal ordenó la remoción de la cúpula completa del SPB y designó a Fernando Díaz como nuevo jefe.
Según las fuentes, también fue removido de su cargo el jefe de la Unidad Penal 30 de General Alvear, de régimen cerrado y ubicada en el partido homónimo, en el centro de la provincia de Buenos Aires.
Un caso en el que quedó involucrado Aníbal Fernández.
El ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, ofrecerá $2.000.000, la máxima recompensa posible que permite la ley, para quienes puedan aportar datos chequeables o la propia ubicación de quienes son hoy tres los principales prófugos del país, los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci.
Condenados a cadena perpetua por el Triple Crimen de General Rodríguez, todos se fugaron ayer de la cárcel de General Alvear.
Según fuentes policiales, todos los sectores de las fuerzas de seguridad se movilizan desde el amanecer para intentar encontrar a estos delincuentes. En la búsqueda trabajan tres helicópteros y 600 agentes de la Bonaerense, a los que se sumó el Grupo Halcón, la Policía Federal, la Agencia Federal de Inteligencia (la ex SIDE) e Interpol, confirmaron desde la Gobernación.
Martín Lanatta había ratificado en la Justicia lo dicho antes en el programa Periodismo para Todos: que el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, estaba vinculado al tráfico de efedrina y de armas.
Ante el fiscal Gerardo Pollicitta profundizó esas acusaciones. Y pidió declarar frente a la jueza del caso efedrina, María Servini de Cubría, prometiendo mayor información sobre esta trama criminal que lo involucra. Schillaci y el hermano de Lanatta, en cambio, no declararon en sede judicial nada sobre el “caso Aníbal”.
El Gobierno bonaerense no “descarta ninguna hipótesis sobre lo ocurrido” y confirmó el monto de la recompensa mediante un comunicado oficial.