Sorpresas que da la crisis - Por José Luis Toso

El gobierno de Cornejo buscó relativizar los efectos de la caída del fondo sojero, pero no puede evitar que el PJ halle motivos de debate.

Sorpresas que da la crisis - Por José Luis Toso
Sorpresas que da la crisis - Por José Luis Toso

La eliminación del fondo de la soja, más allá de que sus implicancias en la provincia fueron relativizadas por el oficialismo, no deja de sorprender desagradablemente al equipo de Cornejo y, a la vez, motiva a la oposición justicialista a plantear un debate hasta cierto punto incómodo para el cornejismo, porque liga a la administración provincial con el plan económico de Macri. Obliga de algún modo a la versión mendocina de Cambiemos a dar explicaciones por un tema que se origina por decisión del Ejecutivo nacional.

Cornejo y su equipo no dejan de apoyar la gestión de Macri, pero reconocen por lo bajo que el equilibrio fiscal que tanto esfuerzo demanda a los argentinos no tiene ninguna utilidad si no es acompañado de crecimiento.

En general, la mayoría de las provincias protestaron por el sacudón que dio la Nación con el decreto que terminó con el Fondo Federal Solidario y desde las mayoritarias administraciones justicialistas organizaron un encuentro de gobernadores que, sin embargo, no tuvo muchas asistencias.

Justamente, en el gobierno local la postura ante la noticia fue tender a atemperar los efectos de la medida pero sin dejar de admitir que hubo alguna sorpresa y que el hecho en sí es antipático.

Admiten que dejar de lado la posibilidad de percibir millones de pesos nunca es una buena noticia, pero consideran que tampoco la situación justifica que se monte un escándalo político por ello. Para el oficialismo, entre lo ya percibido y lo que se perderá, el impacto en la ejecución de trabajos será relativo. La obra pública era la destinataria excluyente del fondo erradicado.

Rápidamente desde el Ejecutivo local salieron, números en mano, a explicar que en lo que va del año Mendoza ya recibió 659 millones de pesos de los 944 millones previstos para los doce meses, por lo que la pérdida, de 285 millones de pesos es de menos implicancia y solucionable en cuanto a la ejecución. Además, se trataba de un fondo de lenta desaparición, puesto que la Nación viene llevando a cabo una progresiva disminución anual del porcentaje de retenciones a la soja.

En cambio, para los intendentes del peronismo ese monto que ya no llegará es muchísima plata pensando en las arcas comunales y por eso el descontento entre ellos es importante. En cuanto a los jefes departamentales del oficialismo, en sintonía con el mensaje del Gobierno, optan por ajustar cinturones y ver cómo reacomodan sus números.

En el justicialismo, como se ha dicho, consideran que los montos que faltarán afectarán seriamente la obra pública prevista por los municipios, principales destinatarios de la distribución de la torta coparticipable que llegaba a cada administración provincial para encarar el reparto. La protesta de los “caciques” seguramente tendrá repercusión en la Legislatura, donde ya un diputado del PJ plantea que se debe instar a los legisladores nacionales por Mendoza a efectuar reclamos ante las autoridades de Hacienda de la Nación.

En lo que respecta a la gestión, el oficialismo intentará que las cámaras legislativas aprueben cuanto antes proyectos que son prioritarios para Cornejo. Se trata de iniciativas con las cuales el Gobernador se ha comprometido, señalan voceros del jefe del Ejecutivo. Se incluye al nuevo Código Contravencional, que esperan que el Senado pueda votar en la próxima sesión. La otra prioridad es el nuevo Código Procesal Laboral.

El radar partidario

En el Gobierno son conscientes de que el humor en el principal partido de la oposición influirá notablemente en el debate y aprobación de leyes en lo que resta del año. Obviamente, como seguro ocurrirá en el Congreso, el abordaje del Presupuesto para el próximo año puede llegar a tener que transitar un camino bastante sinuoso para los intereses del oficialismo.

No es nuevo que la incertidumbre que vive el peronismo con respecto a su futuro electoral también sea motivo de expectativa por parte del espacio gobernante en la provincia. El reciente congreso peronista dejó una sensación de calma interna que muchos no esperaban. Dicen en el oficialismo que prácticamente es lo mismo que el PJ se muestre unido (intendentes más cristinismo) que cada sector vaya por su lado, porque, en definitiva, si ésta es la opción en el afán por ser duros como opositores, tanto uno como otro sector busca ver quién es más crítico con la gestión de Cornejo y de ese modo los canales de diálogo y acercamiento se tornan más dificultosos para consensuar proyectos en el ámbito legislativo.

Todo parece señalar que en esta provincia la prioridad en el peronismo es intentar llegar juntos entre los sectores al proceso electoral del año próximo. Pero se especula que según el avance que tengan las causas por corrupción que involucran al kirchnerismo desde Cristina Fernández en adelante, puede haber algún tipo de replanteo por parte de aquella dirigencia que nunca, o casi nunca, se identificó con los Kirchner.

Y aquí se ingresa en forma anticipada en las especulaciones con respecto a si Cornejo optará por desdoblar elecciones o se sumará al calendario nacional, como en 2017. A priori, el adelantamiento de la elección provincial le otorgaría al oficialismo provincial algún beneficio si se hace una lectura fuerte de lo que dicen las encuestas. Los números más confiables para Cornejo marcan una muy fuerte caída de la imagen presidencial en la provincia desde las legislativas del año pasado a este parte y muchísimo más moderada de su propia gestión provincial. En el equipo de gobierno opinan que, pese a lo que marcan los distintos sondeos, toda especulación es aún muy prematura.

Hay otra mirada en el cornejismo. Como aún nada garantiza la unidad del justicialismo a nivel país, mantener unificadas las elecciones obligaría al PJ local, que sí podría unirse, tener que optar por dos o más candidatos presidenciales de su propio espacio. Con más razón si Cristina logra sortear el proceso judicial que la acosa cada vez más y decide competir como precandidata presidencial, como muchos analistas opinan.

El efecto “cuadernos”

Otro dato interesante que se baraja es el de la lectura que hace la ciudadanía sobre la corrupción. A pesar de que este flagelo no ha venido impactando en las votaciones previas, ya que la gente prioriza más a la hora de decidirse los aspectos económicos y también la seguridad, habrá que ver cómo sigue evolucionado la trama delictiva que afloró y se confirmó con los cuadernos de las coimas. Es poco probable que el tema desaparezca de la escena política, a la que colma ampliamente, incluso superando en cuanto a repercusión a las variables de la economía.

En el cornejismo consideran que pretender adelantar los tiempos con los pronósticos electorales y las hipótesis de candidaturas es forzar a la ciudadanía a interesarse en un asunto que no prioriza en estos momentos, en los que la inflación, las tarifas de servicios y la inestabilidad económica general son los que más preocupan.

Por eso, en el cornejismo sostienen que el jefe del Ejecutivo todavía no se preocupa por lo que puedan decir las encuestas sobre el posicionamiento de los candidatos a sucederlo, en especial a los que él puso a correr para ver cómo evolucionan en la consideración general. Por ahora todo indica que será un tema a resolver en los primeros meses de 2019, cuando también Cornejo tenga un diagnóstico mucho más próximo de las posibilidades electorales de Cambiemos a nivel nacional y llegue el momento de decidir qué fecha electoral será más conveniente para que su exitoso espacio Cambia Mendoza no corra peligro en las urnas.

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