Sergio Massa comenzó a ensanchar por el carril izquierdo "la avenida del medio" de cara al lejano escenario electoral de 2017. Ayer, la presencia de la diputada del GEN, Margarita Stolbizer, se constituyó en la gran sorpresa del congreso nacional del Frente Renovador-UNA que conduce el diputado nacional y ex candidato presidencial.
Stolbizer fue recibida de pie y varias veces interrumpida con aplausos por los alrededor de 320 dirigentes massistas de todo el país que escucharon su discurso, después de que, desde el escenario, Massa le diera la bienvenida en compañía del ex gobernador José Manuel de la Sota y el ex ministro Roberto Lavagna, ayer en Parque Norte.
La líder del GEN dejó en claro que su presencia en el congreso massista no fue “casual” sino por “convencimiento”. Así la diferenció del encuentro de anteayer en Olivos con el presidente Mauricio Macri, foto mediante, con “Yo acuso” en la mano, el libro de la que es autora y que presentará por estos días.
Por el contrario, fundamentó su presencia en las coincidencias legislativas con el massismo y en la construcción de una fuerza plural que a su juicio lleva adelante el FR-UNA.
"Esto no es un pase casual. Vengo convencida de que éste es el lugar donde tengo que estar hoy", enfatizó Stolbizer, una dirigente preciada para la pelea electoral en el territorio bonaerense, tanto por el macrismo como por el massismo, capaz de potenciar las chances de cualquiera quien sea candidato.
“Tengo un enorme elogio hacia la construcción que ha venido haciendo Sergio Massa con una visión de amplitud y de convocatoria. Tenemos que ocuparnos de construir un espacio común”, apuntó en otro momento, tras destacar también las coincidencias en el trabajo legislativo.
“Sería un error muy grande que intentáramos sostener nuestros pensamientos para mostrarnos iguales -precisó- ya que más eficaz es construir con lo diverso que desde un pensamiento único”.
Esta "preconfiguración de un frente político (hacia 2017)", como la definió ante este diario una alta fuente massista, también tuvo en el plenario de ayer otras sorpresas, si bien de menor relevancia política: las presencias de la diputada Victoria Donda y de los dirigentes Jorge Ceballos y Humberto Tumini, todos de Libres del Sur, integrantes del Frente Progresistas del que también es parte GEN.
Tanto Stolbizer, como Massa en su discurso, se ocuparon de aclarar que su comportamiento como oposición es ayudar a la gobernabilidad, aunque no se privaron de lanzar críticas al Gobierno, sobre todo por su política económica y social. Ella, además, valoró al gobierno de Macri por ser uno de “transición” hacia uno de “alternativa” en 2019 y que representaría el FR-UNA.
Massa, por su parte, insistió en presentar a la fuerza que lidera como “otro camino” entre “el ajuste” con el que identificó al gobierno de Macri y “la corrupción” con el que asoció al kirchnerismo, al que también aludió cuando dijo que “hay una minoría que construye desde el miedo”, pero en ninguno de ambos casos mencionándolos por su nombre.
Sostuvo que es el tiempo de “atender los problemas de la gente y no de los políticos” y agregó: “Es obvio que sentimos que nos corre sangre peronista por las venas, pero el tiempo que viene es el de la suma, no el de la división”.
Hizo asimismo una defensa cerrada de sus propuestas legislativas respecto del narcotráfico, la reforma política y las asuntos laborales; a estos últimos los privilegió para la agenda legislativa de los próximos meses.
La decisión de ensanchar por izquierda la "ancha avenida" se adoptó ante la constatación de que el peronismo continúa atomizado tras la derrota electoral y que ninguna renovación cierta, se entiende, saldrá de intentos como el de ayer en esta capital del llamado Grupo Esmeralda de gobernadores, intendentes y legisladores no kirchneristas.
Por lo pronto, el acercamiento de Stolbizer, que a inicios de julio había sido una foto con Massa en un encuentro en Mar del Plata, se traducirá en actos juntos durante setiembre en la provincia de Buenos Aires y en las ciudades de Santa Fe, Córdoba y Rosario.