La alemana Angelique Kerber (N.7) dio la gran sorpresa al derrotar a la estadounidense Serena Williams (N.1) por 6-4, 3-6 y 6-4, y lograr el Abierto de Australia, hoy en Melbourne.
Kerber, que evitó que Serena igualara a Steffi Graf con su 22º Grand Slam, se convirtió en la primera alemana en ganar uno de los grandes desde que la propia Graf venciera en Roland Garros-1999.
En un espectacular partido que duró 2 horas y 8 minutos Kerber supo templar los nervios en su primera final de un grande ante una Serena a la que de nuevo le traicionó la presión, cuatro meses después de caer en las semifinales del US Open ante la italiana Roberta Vinci.
Atenazada, Serena empezó cediendo el saque y no logró levantarse en la primera manga. Reaccionó en la segunda con una buena ración de sus ganadores (sumó 47, por 45 errores no forzados), pero Kerber no se dio por vencida.
La tercera manga fue un auténtico espectáculo, con largos intercambios en los que la alemana de 28 años exhibió una gran capacidad defensiva para imponerse rompiendo el servicio a la leyenda del tenis, que deportivamente aceptó su derrota.