Algunos piensan que, en el mundillo del cine, es una de las noticias del año; otros que se ha desempolvado meramente una curiosidad. Sea como fuere: el 15 de febrero último, un usuario de YouTube de nombre David Heslin subió en esa plataforma el primer cortometraje de ficción del director francés Jean-Luc Godard (86). Nada fuera de lo común, pensará el lector, si no fuera porque este corto estuvo técnicamente "perdido" por unos 50 años.
Se trata de "Una mujer coqueta" ("Une femme coquette"), una cinta tan rara que, según informaron algunos medios especializados, fue apenas vista en una decena de ocasiones desde su realización en 1954 (cuando el director tenía apenas 25 años) hasta la década siguiente. Según la web The A.V. Club, la única copia que se conservaba estaba depositada en un archivo europeo por un propietario privado, que solo podía ser prestada - exhibida con autorización del propio Godard.
¿Se trata entonces de una copia desconocida, de una “filtración” o está detrás la autorización de esta prolífica (y todavía activa) leyenda de la "Nouvelle Vague"? No lo sabemos: David Heslin no ha hecho declaraciones al respecto, mientras que las reproducciones ya llegaron casi a las 70 mil, además de haberse viralizado en medios afines, descargado y vuelto a subir por los cinéfilos del mundo.
Aquí puede verse, aunque todavía no hay subtítulos en español (sí en inglés):
En
"Une femme coquette"
(su primer cortometraje de ficción; el primero,
"Opération béton"
, es un documental), Godard adapta el cuento “La seña”, de Guy de Maupassant. Fue rodado en Ginebra cinco años antes de la película con la que empezó a ser reconocido, “Sin aliento” (“À bout de souffle”, 1960).
El relato gira entorno a un tema recurrente en el cine francés: la prostitución. Es la historia de una mujer (Maria Lysandre) que ve los gestos de una prostituta en una ventana; después de algunas reflexiones, y siempre con curiosidad de por medio, decide copiarle el coqueteo y conseguir un eventual cliente (Roland Tolma).
En blanco y negro, con una cámara de 16 milímetros y con una duración de apenas nueve minutos, este corto es considerado ya por algunos como una obra maestra que muestra las primeras experimentaciones de esa camada que formó junto con François Truffaut, Claude Chabrol y Jacques Rivette (todos futuros exponentes de la "Nouvelle Vague"), atraídos ya por la poética que por esos años estaba dando forma André Bazin. Éste había fundado en 1951 la revista de crítica cinematográfica "Cahiers du Cinéma", que fue el semillero de todos estos directores (allí Godard firmaba bajo el seudónimo de Hans Lucas).