Por Florencia Da Souza
Como responsable del Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2015, "Postales de un oasis que late", y a pocos días de que mendocinos y turistas disfruten este espectáculo, Sonya Sejanovich (47) está convencida de que es imprescindible tener un fogueo previo para participar de un Acto Central. "No es algo simple. La fiesta es verdaderamente un monstruo –en el buen sentido de la palabra- en todos sus aspectos y dentro de lo que implica el desarrollo de la misma".
"Si logramos movilizar al 70 por ciento del público, yo estaré re feliz"
Aunque no pensó nunca que ésta sería su primera intervención como directora de la fiesta máxima de los mendocinos (recordemos que su director original, Marcelo Rosas, falleció al poco tiempo de haber ganado el certamen del Ministerio de Cultura), Sonya se puso manos a la obra y apoyada por todo un gran equipo (que había conformado Rosas desde un inicio) afrontó este gran desafío, ya que, según sus propias palabras, "siempre fue un sueño dirigir una Vendimia".
¿Has tenido participación en otras Fiestas nacionales o departamentales?
Trabajé en la Utilería Mayor de la Vendimia 2008 que dirigió Alejandro Conte y también, bajo su mando en las Vendimias de Capital en 2005 y 2012. Para llegar a dirigir una fiesta tan magnífica, creo que es bueno foguearse de alguna manera, participando desde la técnica o de alguno de los otros aspectos. Hay que tener un piso para presentarse: desde la responsabilidad, el trato humano, el manejo de masa, la interrelación cotidiana, etc. Conozco el paño desde abajo, de estar en los recovecos. Eso te permite tener otra mirada.
Con el título de diseñadora escenográfica y toda esta trayectoria, ¿te sentiste capacitada para afrontar este desafío tras el fallecimiento de Rosas?
He trabajo y he hecho de todo un poco; he actuado y dirigido obras teatrales; he realizado muchísimos cursos de dirección y puestas en escena, pero sin dudas, lo de Marcelo fue un shock. Entonces, desde mi capacitación, me sentí preparada pero me costó más de un mes tomar conciencia y asumir lo que me tocaba. Con Marcelo había una empatía desde un lugar artístico, que se convirtió en algo personal. Siempre fue un gusto trabajar con él.
A pocos días de poner en escena "Postales de un oasis que late", ¿cuáles son esas sensaciones o sentimientos que te atraviesan a diario?
Hoy tengo todos los sentimientos juntos: estoy contenta, preocupada, muy ocupada, resolviendo día a día de todo. Por suerte, estamos muy organizados a nivel de equipo y eso trae tranquilidad y respaldo; caminamos en conjunto. A veces, vamos acompasados y otras no. Este es un trabajo donde todo está entretejido de tal manera que no es tan fácil salirse de la red. Sin dudas, estoy contenta; realmente estoy contenta. Como dice el dicho ‘después de la tormenta, siempre sale el sol’.
¿Soñaste alguna vez con dirigir una Fiesta de la Vendimia?
Sí lo soñé. Siempre me lo planteé. Creo que es un hito muy importante de la provincia, con sus pro y contras. La fiesta es un orgullo; es lo más grande que tenemos. Tiene que ser un honor. Pero ocurre que uno desea cosas y, a veces, no sabe cuándo le van a tocar. Aunque no haya imaginado esta forma en que se dieron los acontecimientos, seguramente este era el momento en que yo estaba preparada. Uno tiene que ser agradecido de las cosas y de cómo se van sucediendo.
Si tuvieras que nombrar de las que has visto, la fiesta que más te ha gustado, ¿cuál sería?
De chica recuerdo una fiesta que, si no me equivoco, fue “Vendimia de Cristal”. Allí, se usaron por primera vez los pisos de acrílicos traslúcidos con luces. Fue algo espectacular; me quedé impactada.
Ahora bien, sin nada de objetividad (risas) una de las Vendimias que más me gustó fue la de 2008, con dirección de Alejandro Conte. Yo fui parte del equipo de trabajo y creo que marcó un cambio en lo que se venía realizando. La simpleza es muy importante; no porque agregues más, vas a hacer algo mejor. A partir de ese año, se empezó a hacer la música en vivo…. El tango en el agua fue otro de los pasajes impactantes, ¿quién no lo recuerda? Fue una fiesta armónicamente bella.
¿Cuándo creés que será el momento en que pienses que el fin está logrado? ¿Con el aplauso del público la noche del sábado en el teatro griego, con el término de los ensayos, tal vez?
Creo que ese momento llegará la noche del 11 de marzo, una vez que ya hayan terminado las repeticiones. Eso imagino; festejando con todo el equipo, con todos los artistas. Y si no sale todo bien, también festejaremos porque el esfuerzo se hizo. Pero desde ya, que estoy convencida de que será una bella fiesta y con muy buena energía.
¿Le tenés miedo a la crítica?
No le tengo miedo. Sé que existe y que la va a haber; siempre van a estar las personas a las que les gustó y a las que no. Y en eso trato de ser muy objetiva; saber de dónde viene esa crítica para que no te saque de tu eje. Tenés que estar muy bien parada para escuchar lo que se dice y discernir lo que sea ruido de lo que no.
Yo tengo un termómetro. Escucho lo que me sirve y lo que no me sirve. Tengo el objetivo muy claro, sé a dónde ir y sé lo que es la fiesta. Si logramos movilizar a un 70 por ciento del público, estaré re feliz.
"POSTALES DE UN OASIS QUE LATE", SEGÚN SONYA SEJANOVICH
Como ocurre cada año, no todo se devela antes de la fiesta. Siempre habrá una primicia que sorprenda al espectador y que permita no descubrir la fiesta en su totalidad. La directora de “Postales de un oasis que late” adelanta algunas características de este espectáculo y comenta cómo se llega al resultado esperado.
"Obviamente que nos estamos dejando algunas cosas bajo la manga. Pero desde ya que el trabajo en masa, esto que venimos haciendo como equipo, queremos trasladarlo a la masa artística y este es un punto diferenciador. Otro punto es el escenario: su diseño ha roto con toda una estructura anterior: ahora se verá un escenario orgánico, circular, con cajas lumínicas con una verticalidad importante que hace que se vea diferente y que tiene que ver con el paisaje mendocino que queremos que sea protagonista".
Por último, Sonya, contó: "También, sumaremos a lo que se viene haciendo, y perfeccionaremos lo que se viene mostrando agregando una originalidad en el uso de los mismos recursos. La originalidad está en cómo reutilices los recursos; reutilizarlos de manera que al espectador se le erice la piel. Está bueno reconocer lo que se viene haciendo y rescatarlo. Yo no soy partidaria del concepto que dice 'esto del pasado no sirve y ahora hacemos esta otra cosa'. No, no es así; hay que saber usar los recursos que tenés hoy por hoy".
"Aunque no haya imaginado esta forma en que se dieron las cosas, seguramente este era el momento en que yo estaba preparada para dirigir la fiesta. Uno tiene que ser agradecido de las cosas y de cómo se van sucediendo".
FICHA TÉCNICA DE "POSTALES DE UN OASIS QUE LATE"
Dirección: Marcelo Rosas / Coordinación general: Sonya Sejanovich / Asistente de Dirección: Guillermo Del Curto / Guión: Liliana Bodoc / Asistencia de guión: Galileo Bodoc / Producción ejecutiva: Gustavo Uano / Asistencia de Producción y Responsable de Prensa: Laura Piastrellini / Dirección coreográfica general: Claudia Sosa / Asistente Dirección coreográfica: Martín Villarruel / Dirección musical: Darío Ghisaura / Escenógrafo y Dirección de Arte: Alejandro Rodríguez / Asistente Escenografía: Tite Barbuzza / Jefe Técnico: Rodrigo Bascuñán / Asistente Técnico: Martín Adrián Borini / Dirección de Actores: Hugo Miguel Yañez / Asistencia Dirección Actoral: Melisa Irupe Lara / Asistencia Dirección Actoral: Walter "Wally" Sánchez / Coreógrafo folclórico: Pablo Mansilla / Coreógrafo contemporáneo: Gonzalo Cano / Jefa de Traspunte: Mirta Cristina Rodríguez / Jefe Vestuario y Maquillaje: Raúl Saldeña / Responsable Cajas Lumínicas: Cecilia Echenique / Responsable Efectos Especiales: Gabriel Gabetta / Responsable Utilería Mayor y Menor: Rodolfo Carmona / Dirección Ensamble Orquestal: José Octavio Sánchez / Responsable Diseño de Sonido: Fernando Lorenzo / Responsable Diseño de Sonido: Fernando Cremaschi / Responsable Puesta de Luces: Bruno Giúdice / Voz en off: Dardo Boggia y Liliana Bodoc