Para muchas reinas departamentales, la llegada al hotel céntrico representa la primera prueba con el público mendocino. Para las hinchadas, es la oportunidad de ensayar el acompañamiento a su soberana, ya no como candidata de un distrito, sino como representante de un departamento. Pero sobre todo, marca el inicio, para todas las jóvenes, de dos semanas de actividad intensa y de convivencia entre quienes compiten por obtener, el 8 de marzo, la corona nacional.
Si bien el horario programado para la llegada de las 16 soberanas electas era de las 12 del mediodía, algunas arribaron varios minutos antes y la última, una hora después. Tal vez para ofrecerse apoyo ante la gente emocionada que las saludaba y les pedía sacarse fotos, o simplemente para empezar a saber una de otra, María Cecilia Paris (Godoy Cruz), Rosa Rocío Sosa (La Paz), Antonella Lazzarini (Tunuyán) y Zamira Gil (Rivadavia) se habían ubicado juntas en la vereda de calle General Paz, a pasos de 9 de julio.
Antonella comentó que acababan de conocerse y se mostró sorprendida por el recibimiento de las personas que se estaban agolpando en el lugar. De hecho, como desconocía qué iba a ocurrir, la soberana tunuyanina no le había dicho a su familia que la acompañara. Lo mismo le ocurrió a Rosa, quien confesó que estaba un poco triste por haber dejado a los suyos y que se le ponía la piel de gallina cuando veía cómo algunos grupos familiares “hacían el aguante” a otras reinas. La joven de La Paz también reconoció que nunca se imaginó sentir de esa manera el afecto de los mendocinos.
Aldana Heredia, la representante de Santa Rosa, apenas había dormido una hora, aunque su sonrisa parecía desmentirlo. La joven comentó que le organizaron una fiesta de despedida que terminó a las 2 de la mañana y que recién entonces comenzó a armar la valija, con varios ayudantes, tarea que terminó después de las 5. Y a las 6 se despertó para arreglarse para uno de los grandes días por venir.
A la reina de Luján, Micaela Pietrobon, también la habían agasajado en la noche anterior de su llegada al hotel, con un asado, su comida preferida. Después de tomarse unos segundos para sacarse una foto con uno de los espectadores, contó que espera con ansias la llegada de la Vía Blanca y el Carrusel, como también conseguir la corona nacional y añadió que hace mucho que una representante del departamento no la obtiene.
Apenas se bajó del auto que la llevó al centro, Anabel Niscola, la soberana maipucina, se encontró con un cartel con su foto y casi de su altura, parado en la vereda, que le obsequió la Coremai (Comisión de Reinas de Maipú). Con lágrimas de emoción por la sorpresa, la joven contó que esperaba poder hacerse amiga de las otras candidatas al cetro nacional, que no se produzcan malos entendidos y se genere una buena convivencia. Sobre todo, manifestó que quería disfrutar lo que considera una experiencia única.
El ensayo de las hinchadas
La llegada al hotel Alcor significa la primera ocasión en que todas las candidatas departamentales se muestran ante el público (ayer, con la excepción de Marianela Melía, la soberana de San Rafael, quien fue coronada en la noche del viernes y se sumaba a las restantes por la tarde). Pero también, una especie de prueba para las hinchadas.
María Elena Seresoli había llegado bastante antes que su nieta, Natalia Micaela Canone, la representante de Las Heras, y sostenía en lo alto un gran cartel con la foto de “su” reina. La mujer se mostró emocionada por lo que la chica está viviendo y por la cordialidad que recibe de la gente, y manifestó que espera que disfrute de la maravillosa vivencia.
Ticiana Pettina, la soberana de San Carlos, tenía un séquito no oficial, conformado por su hermana Diamela y sus amigas Agustina García y Antonella Barnés, a la espera de su llegada. Las chicas portaban fotos de ella, a pleno rayo del sol, y subrayaron que tienen planeado acompañarla en todos los actos a los que asista en las próximas semanas.
Pero sin duda la más ruidosa de todas las bandas fue la que acompañó a Nandy Rocío Carvelli, la reina de Junín. Es que la integraban 22 personas, entre ellas dos pequeños primos de la joven, que llevaban redoblantes. Además, las mujeres se encargaron de entonar varios cantitos a toda voz. Mabel Devia, mamá de la candidata, contó que la joven está tranquila, pero ella no y si bien se percibía su gran felicidad, comentó que los días previos estuvieron llorando con su marido por la partida de la nena, ya que son muy pegotes.