Estamos detenidos en una esquina cualquiera del centro mendocino, sentados en el asiento del conductor y con las manos en el volante. La marcha está en primera y esperamos que el semáforo nos dé la luz verde para avanzar. Cuando esto ocurre en el primer plano de nuestra visión, como si se tratara de una escena fuera de foco, observamos cómo el semáforo de la siguiente esquina -es decir, una cuadra más adelante- cambia a la roja en simultáneo.
La “onda verde” es una rareza en la red semafórica del Gran Mendoza y a esta falta de sincronización se le suman otros tantos inconvenientes propios de la antigüedad de algunos semáforos. Es que 2 de cada 10 aparatos aún no han sido renovados y funcionan con tecnología prácticamente obsoleta (lámparas alógenas de 70W). En total, en todo el Área Metropolitana hay 1.100 semáforos, de los cuales 80% ya tiene luces led y son los que menos problemas presentan.
Y si bien 140 equipos de la Ciudad están manejados por la CCT (Central de Control de Tránsito y Monitoreo) ubicada en la Terminal de Ómnibus -con cámaras de censado y video en tiempo real, comunicación por tendido de fibra óptica, pares telefónicos, enlace radial y GPS-, los inconvenientes suelen sucederse con aquellos que no han sido recambiados.
“Un porcentaje de la red semafórica sigue siendo vieja y data de hace más de 40 años. Funcionan con el antiguo sistema que usa un mecanismo similar al de un reloj. Es decir, uno lo ajusta para que mediante el sistema sexagesimal se midan los tiempos de las luces. Pero estos aparatos quedan fuera de funcionamiento con las tormentas o las temperaturas muy bajas. Son semáforos viejos que ya cumplieron su etapa, y tampoco han tenido mantenimiento en estos años”, destacó el perito en accidentología vial Daniel Tejeda, quien además se desempeña como perito de la Suprema Corte de Justicia y es el jefe de Accidentología en la Municipalidad de Godoy Cruz.
Tejeda destacó que los restantes semáforos funcionan con nueva tecnología, que es más similar a una computadora, en la que se puede programar en la memoria los tiempos de espera por cada luz y que cuenta con GPS para que se pueda hacer un seguimiento ante posibles desperfectos.
“La sincronización entre semáforos requiere de un mantenimiento que no se ha logrado. Hace un tiempo se había logrado una onda verde en la Costanera, por ejemplo. Pero en los últimos dos años no se hizo el mantenimiento necesario y los semáforos se fueron deteriorando con las inclemencias climáticas. Hoy tenemos en casi todas las calles del Gran Mendoza una onda roja”, agregó el especialista.
“La mayoría de los municipios compra sus semáforos y son ellos los que se encargan de ponerlos en funcionamiento. Esto lleva a que esté todo muy mezclado y es lo que muchas veces interrumpe la onda verde”, indicó a su turno el director de Transporte de la provincia, Carlos Matilla. “Estamos analizando la necesidad de hacer todo un circuito en anillo para aquellas vías en las que querramos poner onda verde y que incluya también a las calles aledañas. Pero eso implica una partida de fondos”, agregó.
Por las tormentas de los últimos días, varios semáforos en todo el Gran Mendoza quedaron fuera de servicio, aunque de a poco los técnicos de la Secretaría de Servicios Públicos están reparándolos.
Viejos y obsoletos
A simple vista se puede distinguir a los semáforos viejos de los nuevos porque estos últimos utilizan luces led (más luminosas). En departamentos como Ciudad -especialmente en el microcentro- y en Godoy Cruz es cada vez más común encontrar estos aparatos en las esquinas. Sin embargo, alejándonos de las zonas más pobladas o transitadas, los semáforos viejitos empiezan a ganar protagonismo. Incluso en esquinas importantes hay aparatos que están en tiempo de descuento.
“Esos son los que dejan de funcionar con mayor frecuencia y hay que ir a arreglarlos bastante seguido, especialmente después de las tormentas”, explicó Tejeda. Y son estos -en su mayoría- los que han quedado fuera de servicio durante esta semana por las lluvias.
“Los semáforos nuevos, que cuentan con controlador, están en la avenida San Martín (en Godoy Cruz y Ciudad), en Vicente Zapata-Colón-Arístides Villanueva, y en el Corredor del Oeste, sólo por mencionar algunos lugares”, destacó Tejeda, quien resaltó que en Godoy Cruz se han instalado 122 equipos de los más avanzados.
Matilla, por su parte, resaltó que en la red del Gran Mendoza son cerca de 300 los equipos antiguos, aunque descartó que en su repartición haya un déficit de mantenimiento de semáforos durante los últimos años. “La tecnología LED se caracteriza por consumir 80% menos de energía que los semáforos antiguos. Además tienen una vida útil mayor a 60.000 horas continuas encendidas. Los semáforos con esta tecnología tienen una mejor visibilidad, mayor seguridad, alto contraste y mínimo mantenimiento”, agregó el funcionario.
Ricardo Gitlin también es perito técnico en accidentes viales y explicó las causas de los inconvenientes que se generan con los equipos más nuevos. “Algunos problemas que había con los semáforos que usan iluminación led durante los últimos 4 o 5 años tuvieron que ver con la falta de repuestos. Con el cierre de las importaciones, no se conseguían fácil y en algunos casos hubo que esperar mucho para arreglarlos”, destacó, aunque aclaró que casi todos los inconvenientes se dan en los modelos más viejos.
¿Onda verde?
Durante los últimos años se han desincronizado algunos semáforos en los funcionaba la onda verde (seguidilla de aparatos con la luz en ese color en una misma vía). Alcanza sólo con recorrer la Costanera o las calles Paso de los Andes, Vicente Zapata-Colón-Arístides o la Panamericana (pasando Palmares hacia el sur) para cruzarnos con al menos un semáforo que la interrumpe.
“Estamos presentando un proyecto en Godoy Cruz para lograr que los semáforos estén coordinados desde una base y que cada municipio pueda estar al tanto del funcionamiento de los equipos ubicados en su jurisdicción. La idea también es conocer la cantidad de vehículos que circulan por las distintas calles y los horarios para, en base a eso, manejar los tiempos y programar las demoras en determinados momentos. Eso lo maneja el operador”, indicó Tejeda.
Incluso desde el punto de vista ambiental y de la accidentología el especialista resaltó las ventajas de aprovechar la onda verde, aunque siempre con prudencia. “El mal funcionamiento de la red aumenta la posibilidad de accidentes, aunque en zonas muy transitadas son leves. Porque el estar arrancando y frenando de golpe produce congestionamiento y frenadas de golpe con posibles choques (aunque a poca velocidad). Y también produce más gasto de combustible y mayor polución”, destacó Tejeda.
Los que no funcionan
Luego del temporal del martes por la madrugada, unos 50 semáforos del Gran Mendoza se vieron afectados y sufrieron desperfectos técnicos.
Desde ese día los técnicos del Gobierno están trabajando para arreglarlos. Hasta la mañana de ayer quedaban aún 20 equipos sin funcionar, aunque el secretario de Transporte, Carlos Matilla, resaltó que las tareas seguían de forma ininterrumpida.
Para alertar sobre otros equipos fuera de servicio hay que llamar al 0800-999-2001.