Fue un déjà vu de lo sucedido hace unos días atrás. Matías Viguet volvió a recibir sobre la izquierda y con un centro preciso dejó solo a Javier Villaseca, quien llegó solo por el segundo palo y no perdonó. Fue la apertura del marcador ante Alianza (SJ), cuando parecía que el partido se complicaba y a muchos les recordó el 1-1 ante Huracán LH, cuando se repitieron los nombres para el empate albirrojo. Al final, a partir de las expulsiones de Edmilson Roverbal y Jairo Díaz, el partido se hizo más simple y permitió hacer correr el balón.
El 2-0 dejó al Chacarero en la cima de la Zona E junto a Desamparados y ahora se viene un duelo picante en Puyuta, la próxima semana.
Fue Alianza quien impuso las condiciones en los primeros minutos sobre dónde y cómo jugar el partido. Ni siquiera la infantil expulsión de Roverbal (cabezazo a Suárez) hizo cambiar la idea que traía la visita.
Mientras, San Martín apostó por lanzamientos largos y casi nunca logró imponerse en el mano a mano. Salvo cuando Villaseca se ubicó sobre la derecha, donde hizo daño. Y desde esa ubicación llegó el gol cuando Federico Chiocarello no llegó a empujar el centro de Viguet, pero si lo hizo Villagol.
Desde ese momento, el Albirrojo intentó serenarse y hacer correr la pelota. Por momentos lo consiguió, por momentos no, pero maniató a su rival y casi no sufrió sobre su valla.
En el complemento, mientras que los sanjuaninos comenzaban a sentir la ausencia de un hombre, San Martín presionó en la salida y los errores rivales comenzaron a aparecer.
Pudo convertir Villaseca dos goles más, pero estuvo impreciso en la definición y recién sobre los 29’, tras cuatro minutos de polémicas desde que César Ceballos, de regular arbitraje, sancionó penal en una acción donde no se percibió falta alguna y expulsó al arquero Díaz, San Martín consiguió solidificar el triunfo.
Chiocarello ejecutó y el 2-0 dejó el partido liquidado, porque Alianza ya no tuvo resto físico para ir a buscarlo y tampoco delanteros. Su DT, Miguel Sánchez, decidió la salida de Martín Alaniz, el único hombre de punta que le quedaba, y el resto del partido fue un monólogo albirrojo.
Ahora se viene Desamparados, en San Juan, en una parada brava que tiene olor a prueba de carácter. Quizás sea un buen momento para dejar en claro donde se está parado.