Someone like Simeone

Someone like Simeone

Europa entera suspira enamorada y celosa. Cualquier club de fútbol del viejo continente sería hoy feliz teniendo a Simeone como entrenador. O por lo menos, a alguien como él. El mayor rendimiento al mínimo coste. Un excelente resultadista a precios de los de antes. Le das un equipo de medio pelo y te lo despeina hasta convertirlo en uno de los mejores.

Ser Luis Enrique, Zidane o Guardiola es fácil, cuando tienes a tus órdenes a los mejores jugadores y doscientos millones de euros cada año para comprar más. Pero con un presupuesto reducido como el del Atlético de Madrid pelear cada temporada por la Champions está al alcance de muy pocos. Es antinatural para la UEFA, para los contratos televisivos y para las marcas caras.

Diego Pablo podría ser hoy el mejor entrenador del mundo. Ha vuelto a meter a un equipo de segunda categoría en las semifinales de la primera competición balompédica del mundo. Dejando fuera al favorito, a doble partido, con un cuarto del  presupuesto pero con el triple de huevos. Así de simples son las cuentas. Volvió a anteponer el querer ante el poder. La ilusión contra el billete. El coraje sobre el linaje.

El tercer equipo de España es también hoy, como mínimo, el cuarto de Europa. Y eso no pasa casi nunca. Hay catorce clubes europeos con mucho más dinero que el Atlético, y todos ellos lo ven hoy por la tele y suspiran por tener algún día a alguien que les dé tanto con tan poco. Someone like Simeone piensan los ingleses. Quelqu'un comme Simeone susurran los franceses. Jemand wie Simeone calculan los alemanes.

Pero hoy es el Atleti el que cuenta con él. Y lo aman. El bonaerense gana la mitad que los directores técnicos top del planeta fútbol, nunca ha sido nominado a mejor entrenador de la UEFA y cuenta su sexto año en un equipo modesto.

El Cholo se siente cómodo ahí. Cada temporada es más difícil que la anterior; cada año le venden a los mejores peloteros y le traen promesas o estrellas de vuelta. Y él los hace triunfar y los vuelve a hacer sentirse futbolistas. Y todos disfrutan y salen ganando. Y el Cholo es dios en cada partido, en cada estadio y en cada rueda de prensa. Cada vez que mata a un Golliat tan solo poniéndole honda.

Cualquiera en su situación ya habría aceptado alguna oferta millonaria de tantas. ¿Por qué sigue el Cholo en ese equipo? Tal vez el himno que Joaquín Sabina le escribió al equipo de sus amores lo explique todo.

"Para entender lo que pasa 
hay que haber llorado dentro 
del Calderón, que es mi casa. 
o del Metropolitano, 
donde lloraba mi abuelo 
con mi papá de la mano. 
Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de vivir, 
Qué manera de subir y bajar de las nubes, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid!"

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