Liberarse de las ataduras mundanas, dejar ir aquello que ya no debe permanecer en nuestras vidas, renovar, marcar un nuevo comienzo, estos son algunos de los motivos que llevan a los tailandeses a lanzar sus balsas y faroles al agua y al cielo cada noviembre, en el marco de una de las celebraciones más espectaculares del mundo.
Loi Krathong, es la denominación del festival, que tiene lugar en la luna llena del duodécimo mes lunar según el calendario budista, que en 2014 cae el 6 de noviembre, aunque en cada ciudad las celebraciones se extienden por varios días.
Loi significa flotar y Krathong es una pequeña balsa. Los habitantes y viajeros hacen flotar en ríos, estanques o lagos, sus diminutas barcas construidas con hojas de banano. En el interior colocan velas, flores de loto, monedas, incienso y papeles de colores.
Es una ofrenda para agradecer todo lo bueno y también para augurar una nueva etapa próspera. Además se ruega por dejar a un lado todo lo malo en una especie de renovación espiritual.
Al arrojar al agua miles de krathongs con sus velas encendidas se produce un hermosísimo espectáculo que simula una serpiente de luz, también símbolo de renacimiento espiritual.
Para más, la luna llena otorga un halo mágico a la postal nocturna en la que no falta música, bailes, desfiles, fuegos artificiales y puestos tradicionales para probar todo tipo de delicias locales.
Sr. Thawatchai Arunyik, Gobernador de la Autoridad de Turismo de Tailandia (TAT) explica que" Loi Krathong se celebra en Tailandia desde hace cientos de años y cada año cuenta con memorias eternas, inolvidables para cualquier persona que ha llegado a experimentar los momentos de flotación de la krathong como símbolo de alejar el pasado desagradable y dar la bienvenida a la buena suerte. "
Los siete destinos principales del país -Bangkok, Sukhothai, Chiang Mai, Tak, Ayutthaya, Samut Songkram y Ratchaburi- celebran el festival donde la tradición y la cultura quedan al descubierto invitando al viajero a sumergirse en ella. Sin embargo los matices de cada región se hacen notar.
Tal es el caso de Chiang y Ayutthaya que son especialmente vistosos por estos días. La gente además de los krathongs arma farolitos con papel de arroz y una vela en el centro que es la que los eleva hacia el cielo acercando las estrellas a metros de las cabezas de los participantes.
Como un ritual purificante y con todos los deseos a flor de piel, más allá de las creencias, la tenues lucecitas multiplicadas por miles alumbran y llenan de esperanza el camino venidero.
Los orígenes
La celebración es antiquísima y los orígenes se mezclan entre varias creencias. Hay quienes señalan que está vinculada a Mae Khongkha, la diosa hindú de las aguas.
Otros señalan que la tradición proviene del ritual "Deepavalee" en adoración a Trimurti (Brahma, Siva y Vishnu). Para otros representa respeto a la Huella Sagrada de Buda en la orilla del río mítico Nammadhammahantee.
Barcas de luz y linternas voladoras
Loi Krathong son las pequeñas balsas que cada habitante lanza al río o a los lagos. Están construidas con hojas o tronco de banano y llevan luz. Ellas también arrastran lo que la persona quiere dejar ir y abren un camino de esperanza.
Los faroles o linternas están realizados en papel de arroz y con un armazón elaborado con bambú. En el interior se coloca una vela y la llama calienta el aire dentro de la lámpara y hace que se eleve al cielo.
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