Desde hace varios años, la Justicia Federal de Mendoza se encuentra “jaqueada” por más vacantes que cargos ocupados por miembros titulares.
Jueces de otras jurisdicciones, léase San Juan o San Luis, pero también de Capital Federal, llegan a Mendoza todas las semanas para cubrir los cargos “vacantes” en los Tribunales Orales y por ello, los juicios en muchos casos se superponen o se deben realizar en horario vespertino (tal el caso del “Gato” Araya); sin embargo, donde estas ausencias se hacen más notoria es en la Cámara Federal de Apelaciones, donde de los seis miembros, sólo uno (Juan Antonio González Macías) es su miembro titular.
Precisamente, este órgano supremo que tiene jurisdicción en todo Cuyo, fue el centro de atención de todo el país judicial, cuando dos de sus principales integrantes: Otilio Roque Romano y Luis Miret, fueron destituidos y si bien hoy continúan recorriendo sus pasillos, lo hacen en calidad de imputados en el juicio que se les sigue por delitos de lesa humanidad, lo que marcó un hecho inédito a nivel nacional dentro de la Justicia Federal.
Antes habían dejado la comodidad de los despachos del segundo piso en el edificio de los Tribunales Federales, tomando la jubilación como despedida de la actividad judicial, los camaristas Alberto Endeiza, Julio Petra, Carlos Pereyra González y Alfredo López Cuitiño.
Ahora y a la luz del anuncio que encabeza esta página, parece que el Consejo de la Magistratura, tiene en carpeta los nombres de quienes, después del armado de las ternas, las entrevistas personales y las audiencias públicas, podrán llegar a ocupar las vacantes existentes en la Cámara Federal. Pero para eso aún falta un tiempo que nadie se aventura a determinar con una fecha exacta.
Y acá vale recordar que hace pocos meses se anunció que el 4° Juzgado Federal de Primera Instancia de Mendoza, basado en la ley 26.584, publicada en el Boletín Oficial del 11 de enero de 2010, tendría su sede sobre calle España, entre Rivadavia y Montevideo, pero del titular y sus tres secretarias, hasta ahora nada se sabe.
Justo en un mes de noviembre, como ahora, pero del año 2014, Ricardo Lorenzatti, como presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, había dicho que como Justicia “necesitamos que las designaciones de los jueces sean rápidas”, por cuanto la ciudadanía reclama “juicios más rápidos pero no puede haber celeridad si no hay jueces”.
Palabras que, por ahora, parece que han sido escuchadas.