En sólo tres meses, la canasta de alimentos se encareció 18%

Hoy se deben gastar $ 410 más que en diciembre para no caer en la indigencia. En un año, la CBA aumentó 46,6% en la provincia.

En sólo tres meses, la canasta de alimentos se encareció 18%

La Canasta Básica Alimentaria (CBA) de Mendoza alcanzó $ 2.674 en marzo, mostrando una suba del 18,1% en el primer trimestre del año. Así lo reveló un estudio del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci).

En diciembre, la CBA había sido de $ 2.264, pero la línea de indigencia avanzó $ 410 en sólo tres meses. Karina Ferraris, directora de Isepci Mendoza, observó que dentro de la inflación, la mayor participación la tienen los alimentos.

"La CBA muestra el avance de los precios más sensibles al bolsillo. Un 18,1% en tres meses es una cifra en verdad preocupante. Los números confirman que lo realizado por el gobierno en este período se trata de una política de Precios Mal Cuidados", ironizó la profesional.

Claro que los incrementos en la Canasta Básica Alimentaria toman un impacto aún mayor cuando están acompañados de subas en otros rubros. Los mendocinos no sólo deben pagar los alimentos un 18,1% más caros sino que, además, encuentran la nafta a un precio 30% mayor que el 1 de enero y el servicio de transporte un 12% más caro, por citar algunos ejemplos.

Las subas generales alcanzan ya el 12,8% en los primeros tres meses del año, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide la consultora privada Evaluecon. En su mayoría, los aumentos están directamente relacionados con la brusca devaluación de enero pero, antes de la suba del dólar, la inflación ya había mostrado una clara tendencia de aceleración.

Susana Yelich, presidenta del organismo de defensa del consumidor Prodelco, se mostró de acuerdo con el índice relevado por Isepci y aseguró que "los precios de los alimentos han subido toda la semana durante el primer trimestre del año".

Las subas más pronunciadas

El estudio realizado por el Isepci muestra subas de precio por encima del 50% en numerosos productos. Si bien hay algunos incrementos que pueden tener incidencias estacionales, Ferraris aseguró que la tendencia de los precios es siempre creciente.

Entre los 50 productos que componen la CBA, se destaca la marcada variación de algunos artículos con mucha participación en el menú de cualquier familia. Tal es el caso del azúcar, que aumentó 33,3% en el primer trimestre de 2014. También se destacan las subas de la yerba de 500 gramos (30,49%), una docena de huevos (38,46%), un kilo de paleta (42,38%) y un kilo de acelga (100%), entre otros (ver aparte).

El informe dirigido por Ferraris diferencia, además, la participación de los incrementos en las diferentes cadenas de distribución. Entre enero y marzo, los productos de almacén subieron sus precios un 16,51%, los de verdulería el 15,89% y los de carnicería el 20,86%.

La variación al alza de la carne no es algo nuevo. Ferraris explicó que entre marzo de 2013 y marzo de 2014, los principales cortes de carne vacuna subieron 50%.

Ese valor no está nada lejos de la evolución total de la Canasta Básica Alimentaria. En marzo de 2013, se necesitaban $ 1.823 para no caer en indigencia (ingreso mínimo para satisfacer las necesidades alimenticias de una familia tipo en un mes). Por tanto, en un año, los precios de los alimentos crecieron 46,68%.

Cómo se hizo el estudio

El informe que elabora periódicamente el Isepci enseña los resultados de una medición del Índice Barrial de Precios relevado en la provincia mediante la participación de vecinos y vecinas que se organizan en el Movimiento Barrios de Pie.

"Son los propios vecinos los que llevan un detallado registro de los precios de los alimentos. No se sacan valores de Internet ni de folletos sino de los números reales que se imprimen en los tickets", señaló Ferraris.

Además, siempre se toman en consideración los valores más bajos de cada producto, sin importar la marca.

Finalmente, Karina Ferraris destacó dos experiencias importantes en su labor diaria de relevamiento de precios. Por un lado, los trabajadores han notado la falta de stock de harina, aceite y azúcar, casi de manera permanente. Por otra parte, denuncian que los resultados muestran diferencias de hasta el 160% con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

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