La polémica se instaló cuando se conoció la resolución de la DGE que dio a los repetidores en la escuela primaria la posibilidad de acceder a la bandera, decisión que ayer finalmente fue anulada. Pero lo cierto es que -según cifras oficiales- los niños y niñas que repiten diferentes años en las escuelas públicas de Mendoza son muy pocos: solo el 2% del total. Así, de los 190 mil alumnos que estudiaron en 2013, 3.950 debieron volver a cursar este año.
Esa cifra seguramente será menor en 2014, ya que este año se implementó una nueva “unidad pedagógica” conformada por los dos primeros años de la primaria, por lo que ningún niño de primer grado repetirá.
Debido al cambio que significa el ingreso a la educación formal después de concluir el jardín de infantes, las mayores dificultades se plantean para los pequeños, justamente durante este año inicial. Según la DGE, los resultados de esta experiencia podrán ser visualizados una vez que culmine el actual ciclo lectivo.
Marchas y contramarchas
El 19 de noviembre, el gobierno escolar determinó que los estudiantes repetidores de primaria tendrían posibilidades de calificar como abanderados o escoltas a partir de este año. El artículo 14 de la resolución Nº 2087 dispuso que las notas desaprobadas no se tendrían en cuenta para contemplar sólo aquellas con las que lograron la promoción.
Incluso aquellos que hubieran obtenido una mala nota por no respetar las normas de convivencia hacia sus compañeros de aula (es decir, que tuvieran sanciones por mala conducta), también podían aspirar a la bandera.
Conocida la medida el último martes (cuando entró en vigencia la disposición, dos semanas antes del fin de las clases), se generó un intenso debate no exento de polémica, además de un pedido de la UCR que solicitó a la DGE que exprese los motivos por los cuales se tomó la medida.
Pero ayer el revuelo cobró mayor dimensión cuando el propio gobernador Francisco Pérez se manifestó molesto porque no se le había consultado al respecto y comentó que su disconformidad ya había sido tema de diálogo con la Directora General de Escuelas, María Inés Abrile de Vollmer.
Incluso a primera hora surgieron versiones de que corría riesgo el cargo del subsecretario de Educación, Walter Berenguel, aunque esto fue luego desmentido y confirmado por todo el gabinete del gobierno escolar.
“Nosotros estamos en favor de la inclusión, pero no se pude priorizar el chico repetidor al no repetidor. Esto no se negocia. Tiene que quedar bien claro, tenemos que llevar tranquilidad”, manifestó Pérez ayer en Casa de Gobierno ante los medios. Y luego anunció que se modificará la resolución de la DGE.
“El principio madre que rige a la elección de abanderados y escoltas de la escuela primaria tiene que ser el mérito a la buena conducta, las buenas notas y el buen concepto de los docentes”, dijo.
Sin embargo, dijo que la medida apuntó a contemplar situaciones particulares de alumnos. Y puso como ejemplo su caso: “Yo estaba en jardín de infantes y mi mamá era docente y falleció. Ese impacto que tiene en el chico lo puede hacer variar en el rendimiento, pero son casos muy puntuales y a eso apunta la nueva resolución”.
En ese contexto, desde la DGE mencionaron que hoy las autoridades del área se reunirán con el Gobernador con el fin de definir una norma más delimitada y específica. Vollmer, titular de la cartera, mencionó en Canal 9 que la resolución había sido consensuada por el sistema educativo con la intención de ampliar la posibilidad de ser abanderados a los chicos que tuvieron algún problema extra educativo para no poder cumplir con las expectativas académicas.
“Que no se mal interprete -reclamó-. Un alumno repetidor sólo puede llegar si ha tenido dificultades que pudo superar”. Sin embargo, reconoció que la resolución no fue clara y que por eso tuvieron que dar marcha atrás con la medida.
Francisco Pérez: "No se puede priorizar a un chico repetidor"
“Habrá una modificación a la resolución que se dio desde la Dirección de Primaria. El principio madre que rige a la elección de abanderados y escoltas de la escuela primaria tiene que ser el mérito a la buena conducta, a las buenas notas y al buen concepto de los docentes que tengan de ese alumno. Estamos a favor de la inclusión, pero no se lo puede priorizar a un chico repetidor.
Creo que hay situaciones puntuales que se evalúan, por ejemplo casos de enfermedad que no son atribuibles a su comportamiento o a su capacidad intelectual, sino que son de fuerza mayor. Es decir, como es el caso de las razones de salud, que haya tenido ausentismo un mes o dos meses por una cirugía o por una enfermedad, o por un fallecimiento de algún familiar directo que lo impacte”.
María Inés Vollmer: "Vamos a reescribir la resolución, se malinterpretó"
“Esta es una resolución que fue muy consensuada por el sistema educativo, con la intención de ampliar la posibilidad de ser abanderados a los chicos que hayan tenido algún problema de salud, psicológico, de madurez, que le impidió ese año cumplir con una trayectoria conforme, pero que se demostró que luego se recuperó, mejora en sus notas y saca buena conducta. Es abanderado el alumno que tiene las mejores notas y el que tiene la mejor conducta.
Esto es estricto y forma parte al reconocimiento del buen alumno, entonces lo vamos a reescribir mejor. Porque la intención fue ponerlo, pero se ha interpretado de otra manera. Para que podamos seguir sosteniendo el principio básico que todos los chicos puedan participar si, efectivamente, tienen un compromiso con su estudio”.
