La noticia se conoció durante la siesta del martes y llevó tranquilidad y alegría no sólo a su familia, sino a todos los mendocinos: Walter Moreno (53), el mendocino que estuvo más de 2 días perdido en los cerros de Cacheuta fue hallado y rescatado sano y salvo.
Más allá de una avanzada deshidratación -lógica teniendo en cuenta el tiempo extraviado y solo-, Moreno fue encontrado en buen estado de salud. No obstante, durante gran parte del miércoles permaneció asistido y en observación en una clínica de Mendoza.
Según detallaron algunos de los andinistas, montañistas y otros voluntarios que participaron del operativo de rescate -asistiendo precisamente a la Patrulla de Rescate del Ministerio de Seguridad-, la compañía de dos perros que jamás se movieron de al lado de Moreno fue clave para su subsistencia. Y el trabajo en equipo fue fundamental para su rescate.
"La solidaridad fue realmente increíble. Nosotros porque estamos en el tema, pero hubo mucha gente que dejó todo lo que tenía que hacer y fue a ayudar. Éramos más de 60 personas divididos en 7 grupos", destacaron los guías de montaña Leonardo Bazzana y Gonzalo Quiroga, dos de los tantos "héroes anónimos" que participaron del operativo.
Los voluntarios se autoconvocaron por las redes sociales, en distintos grupos integrados por aficionados y especialistas en la montaña, y en otros de distinta índole.
“No importa por qué lo hizo y ya llegará el momento de analizar todo eso. Lo que más importa acá es que Walter está bien. Uno siente el llamado en estos casos y sabe que hay que ir a buscar a la persona. O acaso uno no quisiera que lo vayan a buscar si está así?”, resumieron. Apenas se confirmó la buena noticia del hallazgo, la totalidad de los voluntarios -quienes habían encarado distintas búsquedas por diferentes filos- se congregaron en la ruta para improvisar una especie de recepción de Moreno.
"El mensaje que siempre hay que tener en claro es que no hay que subestimar nunca a la montaña, ni a su grandeza ni a su poder. Siempre hay que ir bien equipado, llevar radio y prestarle atención al pronóstico. En lo posible, nunca quedarse solo, avisar a donde va a ir uno y también avisar cuando planea volver. Hay que se muy respetuoso de la naturaleza", coincidieron los 2 guías.
“El pedemonte es aparentemente amable –se muestra de fácil acceso- e invita a muchos aficionados que consideran que al no ser una zona de altura, es algo fácil. Pero es potencialmente muy peligroso”, acotaron.
Operativo rescate
La expedición de la que participó Walter salió el domingo último a medio mañana. La intención era hacer un trekking por esa zona de Cacheuta y regresar al punto de partida a la siesta.
“Se dio un caso que se da muy pocas veces, y es que el problema lo tuvo quien iba primero y no último. Walter iba más adelante que los demás y por momentos se detenía a esperar a que los amigos lo alcanzaran. En un momento bajó lluvia y neblina y, guiándose por la voz, se comunicaron entre sí –Walter seguía más adelante- y quedaron en encontrarse en el auto (ya abajo). Sin embargo, los amigos llegaron a las 15:30 y nunca lo encontraron. A las 17:30 volvieron tras sus pasos a buscarlo, ya habiendo dado aviso al 911”, resumieron Bazzana y Quiroga, reconstruyendo los momentos previos a que se extravíe Moreno.
La primera jornada intensiva de búsqueda tuvo lugar el lunes. Sin embargo, las intensas lluvias –comenzaron durante la madrugada y se extendieron durante todo el día-, dificultaron el trabajo de la Patrulla de Rescate. "Más allá del tiempo, ese lunes algunos montañistas ya habían llegado a intentar ayudar en la búsqueda. De hecho, en la quebrada donde finalmente lo encontraron ya habían estado. Pero por el tiempo no pudieron meterse mucho. El instinto les decía a quienes fueron que podía estar ahí. Y por eso es que ayer (por el martes) uno de los grupos volvió a buscar en el lugar", resumió Bazzana, quien agregó que el instinto y la percepción son claves para quienes llevan ya tiempo en la montaña.
El martes fue el día clave. Con condiciones meteorológicas que acompañaron, la afluencia de personas que solidariamente se autoconvocaron para buscar a Moreno creció y llegó a los casi 60 voluntarios que participaron del operativo (además de los rescatistas profesionales). "La convocatoria se hizo por las redes sociales y acordamos juntarnos en el destacamento de Blanco Encalada. Hubo mucho boca en boca para organizarse; y yo ya me sentía un poco extraño por los 4 accidentes con gente de montaña que se habían registrado en los últimos días. El lunes estaba lamiéndome las heridas por esos episodios y cuando me enteré, supe desde el primer momento que iba a ir", indicó Quiroga, quien celebró que hubiese tenido un final feliz la noticia.
Ese día las casi 60 personas se dividieron en distintos grupos y exploraron diferentes filos y rincones donde pudiese estar. Pusieron su tiempo, vehículos y cuanto recurso tuvieron a su alcance para la búsqueda. Mientras tanto, su esposa y sus dos hijos aguardaban en el centro de operaciones. “El primer contacto con Walter fue por un avistaje con binoculares. Un grupo que estaba en otro de los filos observó una mancha rara en la ladera de uno de los cerros y avisó por radio al grupo que estaba en ese sector. Les fueron avisando sobre cómo moverse y cuando estaban relativamente cerca, el grupo que estaba ahí empezó a gritar el nombre de Walter. Algunos de los ellos oyeron que había gritos que no decían Walter. Era él que estaba pidiendo agua”, destacó Quiroga.
Ya habiéndolo encontrado –estiman que estaba a casi 4 horas de la ruta-, los rescatistas instalaron una línea de rapel y lo bajaron. "Una vez que estuvo de vuelta sobre la ruta, se organizó como una especie de recepción para él. Y el buen final de la noticia llevó a que el encuentro terminara como una reunión social", continuó Quiroga, quien destacó que –pese a la deshidratación- estaba en muy buen estado de salud.
“Muchas veces se trata de buscar a un único héroe. A un Messi o a un Maradona, pero acá el trabajo en equipo fue clave y éramos más de 60 personas. Gente acarreando agua, frutas, dividiéndose en grupos para buscar en distintos lugares. Yo tengo un amigo que no es andinista ni guía de montaña, pero es apasionado por ella. Y cuando se enteró de esto, bajó la persiana de su negocio y se dedicó de lleno a la búsqueda”, siguió Bazzana.
Supervivencia
De acuerdo a lo que Moreno relató a quienes lo encontraron, desde el primer momento estuvo acompañado de dos perros. "Comenzaron a seguir a todo el grupo cuando empezaron con la expedición. Y dos de ellos -que pertenecen a los puesteros de la zona- estuvieron con Walter todo el tiempo, desde que salió y hasta que lo encontraron", sintetizaron los guías.
“Walter pasó 2 noches refugiado haciendo una cucha bajo unas plantas de jarilla, y siempre acompañado de 2 perritos. A eso hay que sumarle que la noche del domingo llovió, el lunes llovió casi todo el día y el martes a la madrugada neviscó. Además de la poca ropa que llevaba, solo tenía un paquete de galletas para comer y las compartió con los perros que nunca lo dejaron solo. Los perros le dieron calor y compañía, y eso fue clave”, acotaron.
De hecho, los guías resumieron que la interacción con los perros no solo fue clave para darle calor. "Parte de la importancia es que le dieron calor. Pero la otra parte –igual de importante- es que ellos le permitieron también desviar el foco de atención", sentenció Bazzana.