Llegaron con pesadas cajas multicolores y enseguida armaron la escenografía con telas de colores, se pintaron, se pusieron los disfraces y se metieron en los personajes -la Caperucita roja, el lobo, los tres chanchitos, la madre- e hicieron lo que más les gusta: actuar.
En un momento, el jardincito quedó transformado. Las caritas del menudo público -niños de 1 a 3 años- mostraron toda clase de emociones: fascinación, temor, sorpresa, alegría.
Y al final, aplausos, globos, golosinas, abrazos y una merienda especial sellaron este primer encuentro entre el Colegio Andino y el Jardín Huilén.
Ambas instituciones son protagonistas del proyecto Creando Lazos. La propuesta de Los Andes y Medios en la Educación invita a los establecimientos de gestión privada a apadrinar mediante la suscripción del diario a una escuela de gestión estatal.
Pero el Colegio Andino fue más allá y decidió comprometerse de otra manera.
Para algunos será casualidad y para otros, causalidad. Fue en marzo, en medio del comienzo de clases, cuando una mamá del jardín del Andino comentó sobre la tarea incansable del Huilén a Laura Iacopini -coordinadora del Nivel Inicial y quien se puso al hombro el Creando Lazos junto a Mariela Quiros, representante legal de la institución-.
Tomaron contacto con la directora Valeria Miranda y se pusieron manos a la obra. El Huilén es un jardín maternal de Los Corralitos que atiende a 97 niños de seis meses a tres años; 80 por ciento provienen de familias que viven del trabajo en chacras.
“La solidaridad y la integración están internalizadas en nuestra escuela”, reflexionó Laura. Los estudiantes también lo tienen claro. Esta vez, la responsabilidad recayó sobre los alumnos de 2do año y el taller de Teatro.
Ellos saben que la cultura y la posibilidad de acceder al teatro es como un tesoro al que no todos tienen acceso. Tal como advirtió Laura, en sectores vulnerables son escasos los bienes culturales; por ello, decidieron llevar "cultura para colaborar con la educación integral".
Mientras este grupo ensayaba "La Caperucita roja" y "Los tres chanchitos", el resto de la escuela completaba el perchero solidario con prendas de todos los tamaños y en buenas condiciones (que serán vendidas en una feria de ropa a beneficio del jardincito) y con cochecitos y sillitas de comer.
“Queremos que pasen un día diferente, se diviertan y entretengan”, coincidieron Ana Paula y Lucas, que ya tienen claro que quieren dedicarse a la actuación.
“Éste es el puntapié de nuestro proyecto para este año con el jardín Huilén”, aseguró Mariela, orgullosa con la respuesta de los alumnos del Andino.
Aún con las narices pintadas de rojo, Fabricio, Luciano y Lucía se mostraron satisfechos. "Pudimos conocer a los chicos y ofrecerles una nueva experiencia", precisó Lucía en consonancia con el objetivo de también "donar" bienes culturales. A la vez Fabricio confesó: "Pude recordar cosas de mi infancia".
Otra opción
Hace ocho años nació Huilén un jardín maternal SEOS (Servicio Educativo de Origen Social) que tiene como institución intermedia a la Municipalidad de Guaymallén.
“El objetivo es contener a los niños de los trabajadores de las chacras”, detalló Valeria, directora y alma mater del equipo de 15 personas que incluye docentes y auxiliares. “Ésa es nuestra fortaleza: todas somos parte de este equipo”, remarcó Valeria.
Y se nota. Cuando se abre la humilde puerta de San Pedro al 4.380 de Los Corralitos, Guaymallén, el pasillo lleva a un cálido ambiente fruto del esfuerzo y la autogestión.
Los pequeños “buhos” -niños de un año-, “elefantes” -de 2 añitos- y “monos” -de 3- cuentan con salas preparadas especialmente. “El proyecto educativo busca darles contención afectiva y creación de vínculos para a partir de allí desarrollar capacidades”, detalló Valeria quien contó emocionada que en el jardincito los niños “dejan los pañales, aprenden a hablar, dan sus primeros pasos”.
Actualmente, hay 97 niños y tienen lista de espera. El boca a boca y el "trabajito de hormiga" que hace el equipo cada vez que detecta un cochecito en una chacra ha sido suficiente para el éxito de esta institución que pretende empoderar a estos chiquitos y a sus familias para que valoren su trabajo y no puedan ser engañados en el mercado donde se desempeñan.
“La mayoría son familias bolivianas, con una cultura muy fuerte del trabajo y de llevar sus hijos a la chacra para cuidarlos. Es muy angustiante al principio para las madres desprenderse de sus bebés. Pero, luego, esas mismas madres son las que les comentan a otras los beneficios de traerlos al jardín”, cerró Valeria.
Sepa más: El jardincito
El Jardín maternal Huilén es un SEOS (Servicio Educativo de Origen Social) con la Municipalidad de Guaymallén como institución intermedia. Es parte del programa Buena Cosecha, por lo que está abierto todo el año y de lunes a viernes de 7.30 a 17.30.
Más allá del aporte de la Municipalidad, el equipo de docentes y auxiliares venden ropa, organizan bingos y hacen pizzetas para solventar gastos. Así, por ejemplo, lograron comprar los cerámicos para el piso de la ampliación y la mano de obra para colocarlos.
Por ello, piden insumos para trabajar: harina y aceite para preparar pizzetas o ropa para vender.
Los interesados en colaborar se pueden dirigir a San Pedro 4.380 de Los Corralitos, Guaymallén, o comunicarse al 2613062932.