La cantautora cordobesa Sol Pereyra lanzó su quinto álbum de estudio "Resisto" con el ritmo como esencia, el nuevo material mezcla lo electrónico con lo análogo y tiene influencias del género urbano.
Este trabajo de la cordobesa arranca con una cumbia electrónica bien juguetona y romántica que mixtura con mucha calidad la musicalidad de Córdoba y de México. Y los encargados fueron la propia Pereyra y Matías El Chávez Méndez, que regresa a la primera escena con un notable trabajo. El Chávez, uno de los productores jóvenes más interesantes de la Argentina, fue responsable de trabajos de Gustavo Cordera, No te va Gustar, Nuca, Árbol, Ciudadevitecos y mixturó como pocas la cumbia con el hip hop y la música electrónica.
Sol Pereyra habló sobre su nuevo disco y qué expectativas tiene con su gira.
-¿Dónde lo conociste al Chávez?
- En realidad lo conocí cuando empecé a grabar el disco. O sea, antes nos habíamos conocido por internet porque a mí me gustaba, había escuchado su trabajo y me entusiasmaba la idea de laburar con él. Con El Chávez estuvimos buscando un sonido que mezclara lo electrónico con lo análogo, así que estuve un año y medio yendo para el oeste tres veces por semana. Producimos entre los dos y hubo participación de mucha gente, me la he pasado viajando esta última década conociendo músicos de todos lados así que hay cosas que se grabaron desde Italia, hice una colaboración con una amiga de República Dominicana que tiene un trío impresionante que se llama Mula, con Julieta grabamos una canción y con otro invitado de Guatemala. Es un disco que con sonidos de todos lados, con una cosa latina cercana al dancehall, al reggae. Está lindo, estoy muy contenta con cómo quedó.
- ¿Cómo fue definir la onda? Porque a vos te gusta la mixtura, al El Chávez también y venís de un país donde lo mixturan todo.
- Generalmente yo traigo una idea clara para proponer y en ese sentido buscarlo a El Chávez era porque sabía que él manejaba ciertos recursos que me interesaba que estuvieran presentes en este disco nuevo. El anterior era con un sonido más tradicional si se quiere, más de banda convencional de rock o de pop. Acá lo electrónico tiene una importancia bien fuerte, está más cercano a la música urbana en ese sentido pero sin reproducir el trap ni el hip hop.
-¿Cómo empezaste a ver a las chicas en la música, tras todo el tiempo que viviste en México?
- Sí, está buenísimo. Me parece que el feminismo tomó conciencia de eso, de la lucha. La onda es unirnos y no reproducir un formato que por todos lados se cae a pedazos, del que nosotras hemos sido víctimas y que le hemos el juego en algún momento. Cuando una toma distancia de eso, la forma de trabajar es otra. Ya venimos acostumbradas a tener un poco esa modalidad multitasking, de hacerte cargo de todo. En el arte y la música eso está buenísimo. Los artistas en general están muy casados con lo suyo y saben que tienen que tener un control de todo.
Y completa Sol, con algunas reflexiones sobre el panorama de la música nacional y su concentración cada vez más problemática: "Hay un mecanismo en donde todo pasa por Buenos Aires, entonces hay cosas que no es tan fácil acceder en las provincias y sigue funcionando así. Que se visibilicen más los proyectos, que uno tenga más independencia y que uno pueda ser autónomo de ciertas cosas gracias a la internet ni hablar, pero que las cosas siguen pasando por las capitales, siguen pasando por las capitales. De la movida cordobesa me gusta el concepto de unidad que tiene, porque así es más fácil llegar a algo, no es que empuja una sola banda. Es la misma señal del movimiento feminista, vamos juntas porque no hay otra".