Hacia el oeste de la ciudad de Maipú, a varios kilómetros de la plaza departamental 12 de Febrero, muy cerca de la ruta provincial 10 (continuación de Paso) y del Acceso Sur, se encuentra el barrio Soemm.
Se trata de la abreviatura de Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Maipú.
Se encuentra al lado de los barrios Antártida Argentina II, Cóndor y Andes y Viejo Tonel, es decir, al norte de la ruta 10, que une Carrodilla con el centro de Maipú.
El Soemm comenzó a gestarse en 1998 por inquietud de empleados de la comuna maipucina, que no tenían hogar propio.
Esos aspirantes al techo hogareño tomaron contacto con el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Maipú, cuando el secretario general era Juan Carlos Núñez y fueron escuchados. Uno de los impulsores para conseguir las casas fue Horacio Lena.
En la vivienda del presidente de la unión vecinal, Marcelo Notto (46, comerciante), el dueño del inmueble y varias vecinas relataron cómo fueron aquéllos años fundacionales.
"Pese a que la idea nació a fines de los '90, la construcción de la primera parte arrancó recién en 2005, con una primera entrega de 36 casas un año después", refirió Verónica Flores (37, empleada municipal). Las unidades habitacionales de la segunda y tercera etapas fueron recibidas por sus dueños el 29 de octubre de 2010.
Los terrenos para levantar el conglomerado pertenecían al vecino Antártida Argentina, y fueron comprados por el Sindicato Municipal. La construcción de las viviendas se confió a la empresa Diez Construcciones.
Hoy se observa un barrio bastante prolijo, con calles asfaltadas y todos los servicios, y con chicos jugando sobre la calzada sin problemas.
Esa inicial nómina de dueños que pertenecían a la Municipalidad de Maipú fue variando, y aunque todavía son muchos los agentes municipales que residen allí con sus familias, la composición de habitantes se extendió a otras actividades en relación de dependencia, profesionales, docentes y prestadores de servicios (mecánicos, comerciantes, etc).
Las casas en total son 111 unidades, y aunque no hay un censo reciente, Notto, el diligente titular de la vecinal, sostiene que los habitantes suman 500 personas.
La edad promedio de los titulares de las viviendas oscilan entre los 35 y 38 años, con una gran población de niños y adolescentes.
Lourdes Guerra (37, psicopedagoga del área municipal de Educación) se siente a gusto de vivir en este lugar por la tranquilidad con que cría a sus hijos, como también por la posibilidad de orientar a cualquier madre que la consulte por la situación puntual de un hijo.
Los nombres de las calles tienen que ver con actividades artísticas o intelectuales (Los Pintores, Los Periodistas, Los Escritores), y también hay varias que hacen referencia a narradores y poetas argentinos, como Roberto J. Payró, Julio Cortázar y Eduardo Mallea, pero esas denominaciones no fueron puestas por la gente del barrio, sino que son prolongaciones de calles del Antártida o vienen inclusive desde Gutiérrez.
Vecinal desde el inicio
Otra novedad de la barriada es que posee unión vecinal desde sus comienzos, y hasta un poco antes de que se habitaran las viviendas. En aquél momento el presidente fue Walter Abaca, bajo cuya gestión se consiguieron los primeros servicios, como por ejemplo el pavimento, que se logró en un año y medio durante la gestión de Adolfo Bermejo. También se puso la cartelería de las arterias.
El último beneficio que se obtuvo fue el teléfono fijo, que empieza a entrar en las casas luego de gestiones realizadas ante Telefónica de Argentina. Verónica Izzi (37, ama de casa que busca empleo) y Erica González (41, ama de casa) comentaron que la jurisdicción barrial tiene incorporada, hacia el sur, una manzana que pertenece al Sindicato Unido de la Educación (SUTE), sector que para no quedar aislado se unió al Soemm.
Al haber sido el barrio municipal parte del Antártida, no posee plaza, pero está proyectado hacer una escuela y un espacio recreativo en una manzana ubicada en Mallea y Juan B. Justo.
Hay que mencionar que a pasos del Soemm está el Parque Metropolitano Sur y dentro de esta estructura, en su flanco oeste, existe una gran pista de aeromodelismo, que atrae mucho a los más pequeños. Precisamente por el hecho de no tener un establecimiento educativo en la cercanías, la población infantil concurre a instituciones de General Gutiérrez, ciudad de Maipú y Godoy Cruz.
Sí hay una escuela de fútbol en un baldío iluminado por el municipio. La conduce un joven del barrio, Pablo Solavallone (28), alumno del Profesorado de Educación Física (IEF). "Presenté el proyecto a la vecinal y rápidamente me lo aprobaron", explicó el "profe", que por ahora cuenta con un plantel de 20 pibes, con edades de 6 a 12 años. Su consigna es "primero estudiar, y luego venir a entrenar".
Como pronto, tal vez durante este año o el próximo, se inaugure un barrio del plan Procrear de 960 casas, sobre Juan B. Justo, la pretensión de la gente es que se estudien vías de comunicación alternativas y que se dote a la zona de más medios de transporte público, en atención al crecimiento población que sufrirá el sector.
Como resumen de la visita al Soemm, quedó en evidencia que se trata de una barriada dinámica, con mucha pertenencia y sentido de la solidaridad y convivencia. "Si alguien tiene alguna urgencia por enfermedad de un integrante del grupo o sufre un fallecimiento, los vecinos más cercanos están prestados a colaborar de inmediato", definió el presidente Notto.
Un ex cura con fuerte vocación social
El Soemm también es el barrio de Hernán "Nacho" Hernández (52), un ex sacerdote que hizo mucho por mujeres en riesgo cuando estaba al frente de la parroquia Inmaculado Corazón de María, de Coquimbito. Allí y bajo el paraguas de la entidad Crisol, el entonces cura y sus colaboradores protegían a madres adolescentes y menores embarazadas.
Después, y tras abandonar los hábitos, estuvo en la gestión de la ex ministra de Desarrollo Social, Silvia Ruggeri, como subsecretario de Familia.
Ahora se desempeña como coordinador en el área de inclusión laboral jóvenes en los barrios, dentro de la estructura de la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil (ex Cose).
Muy buenos estudiantes y deportistas
Un orgullo barrial constituyen los hermanos Fernando y Andrés Contreras, de 17 y 19 años, respectivamente.
Ambos son corredores de la disciplina ciclística mountain bike, también conocida como ciclismo de montaña. El menor, Fernando, es campeón argentino cross country y pronto tendrá que revalidar ese título fuera de Mendoza. Ambos corren sin apoyo oficial, como integrantes de la marca High Bike.
Entrenan varias horas semanales y se las arreglan para estudiar: Fernando en la Escuela de Comercio Gilda Cosme de Ledde, donde es escolta de abanderado, mientras que Andrés cursa el primer año de Administración Pública en el Instituto de Educación Superior de Maipú.