“Es una búsqueda interminable”, destaca Antonella Reale, mamá de Zoe (4 años) y quien vive con toda su familia en el barrio Solidaridad de Godoy Cruz. Su pequeña hija es hipoacúsica y, para desenvolverse normalmente en su vida, precisa del uso de un implante coclear. Sin embargo, desde el domingo último, el día a día de la niña se ha visto forzosamente alterado. Y su situación corre riesgo de involucionar. Es que ese día se extraviaron las baterías, cargadores y otros complementos del equipo que le permite escuchar a Zoe, y desde hace seis días Zoe Albornoz no puede oír, y -en consecuencia- ir al jardín y a las sesiones de estimulación.
Ni bien Antonella se percató ese domingo de que había olvidado la mochila arriba del interno 23 del colectivo 464 -lo hizo cuando bajó en la esquina de Paso de los Andes y Francia, de Godoy Cruz-, volvió al control de ese grupo del Mendotran. No obstante, no había ninguna novedad referida a alguien que hubiese encontrado el equipo en el interior del micro, ni tampoco estaba la mochila en el colectivo cuando regresó al garaje.
“Seguimos publicando para ver si aparecen las baterías y cargadores del implante. Empezamos a pegar panfletos por los barrios pidiendo ayuda y que se comuniquen a mi teléfono por cualquier novedad, ya que Zoe lo necesita para poder escuchar, para poder ir al jardín y para volver a llevar su vida”, destaca Antonella, quien desde hace seis días que no hace otra cosa que buscar -desesperadamente- el equipo de su hija. “Empezamos a vender empanadas para juntar el dinero en caso de que necesitemos comprar otro directamente. Necesitamos 78.000 pesos, que es lo que sale en este momento”, agrega la mujer.
Más allá de que ya analizan la posibilidad de adquirir un nuevo implante coclear (y por ello están vendiendo empanadas), la familia no baja los brazos y mantiene la ilusión de que aparezcan los complementos del equipo que tiene ahora. Este no se perdió, ya que la niña lo estaba usando cuando iban en el colectivo. No obstante, ya se quedó sin baterías; por lo que está apagado. Y como no se da por vencida, Antonella deja una vez más su número de teléfono para que se comuniquen con ella por cualquier novedad: 2612192655.
Una niña “súper buena”
Desde que se extraviaron las baterías y los cargadores, el software que tiene Zoe en el interior de su cabeza está apagado. “Desde que se extravió el equipo, intento estimular a Zoe desde mi casa todos los días. Le quiero enseñar para que no se olvide las palabras que ya aprendió. Además, tuve que esconder el procesador del implante, porque Zoe lo ve y me pide que se lo ponga”, destaca la madre de la niña. “Desde que se perdió, cada vez que me ve llorar de la angustia, Zoe me viene a secar las lágrimas y me hace seña de que ‘ya está'”, agrega la mujer.
Con 4 años ya cumplidos, la niña asiste a sala de 4. O asistía, ya que sin el implante coclear activado no puede ir, ya que no puede seguir a sus compañeritos. Por esto mismo es que su familia necesita urgente que aparezcan los artículos extraviados, o directamente comprar uno nuevo.
“Es una niña súper buena, que a pesar de su condición intenta adaptarse a la gente. Al principio no intentaba decir ni unas pocas palabras, pero desde que la implantaron, cada noche en que yo llegaba de trabajar intentaba contarme lo que había hecho en el día. Y lo hacía con gestos, murmurando”, destaca Antonella, con orgullo, sobre la evolución de su hija en los últimos años.
En cuanto a juegos y actividades que disfruta, Antonella contó que a la niña le gusta jugar con la cocinita que le regaló para el Día del Niño. “Le gusta ver videos y películas de dibujitos, aunque ahora no puede porque se rompió el reproductor de DVD de casa. Y aunque es súper compañera y comparte todo lo que tiene, lleva varios días en que no quiere ir al jardín porque está sin escuchar”, agrega Antonella. Y, entre risas, confiesa que “cuando se enoja tenemos que alejarnos porque es como una bomba”.
Búsqueda
El domingo pasado, 12 de septiembre, Zoe y su familia regresaban de Luján a su domicilio en Godoy Cruz, cerca del mediodía. En el Puente Olive, Antonella, Zoe, otros dos hijos de la mujer y dos sobrinos de ella subieron al interno 23 del colectivo 464 a las 13:17 y bajaron cerca de las 13:30 en Paso de los Andes y Francia (Godoy Cruz).
Apenas descendieron del micro, la mujer se percató de que habían olvidado la mochila arriba del vehículo. Y aunque se dirigió al control, no encontró el bolso ni su contenido. Desde entonces inició una intensa búsqueda -que se replicó en las redes sociales-, aunque por el momento no hay novedades de la mochila ni de los complementos del implante coclear.
Cualquier persona que tenga novedades o pueda aportar datos sobre el aparato extraviado puede comunicarse al teléfono celular de Antonella, 2612192655.