Como es de común conocimiento, YouTube está en guerra con los ad-blockers, es decir, programas que se instalan en los navegadores como Google Chrome para bloquear anuncios publicitarios (ads) y remover las publicidades del reproductor de video más popular del mundo. En esta contienda, ya desplegó una serie de medidas, en una guerra que viene perdiendo desde hace años pero que de a poco empieza a tener algunas batallas ganadas.
Uno de los últimos logros de la plataforma fue ralentizar la carga de los videos para quienes instalen estos bloqueadores de publicidad. Cabe mencionar también que el negocio de YouTube viene de dos vertientes: por los anuncios de terceros o por las suscripciones. Al pagar por Premium, la aplicación remueve todos los anuncios externos, junto con otros beneficios como mejor calidad de imagen (bit rate) en algunos videos, además de incluir YouTube Music, competencia de Spotify.
Sin embargo, para hacer crecer una base de usuarios que en 2022 juntó 80 millones de cuentas pagas, la empresa combate cualquier medida que atente con bypassear los ads. Por esto, ya desde 2016 YouTube había prohibido de la tienda de aplicaciones de Android (Play Store) una serie de apps que puenteaban anuncios, junto con la introducción de cambios en Chrome para impedir estos plugins.
Además, en mayo de este año, el sitio empezó a mostrar mensajes emergentes (pop-ups) advirtiendo a los usuarios que usaban adblockers que, para poder seguir viendo videos, debían aceptar anuncios. Y la empresa confirmó, en un posteo de Reddit, que se trataba de una campaña para testear la reacción de los usuarios.
A pesar de los esfuerzos, el uso de adblockers sigue siendo alto. Pero a fines del mes pasado, la empresa empezó a usar artillería pesada en este juego del gato y el ratón: ralentizar la reproducción de videos para generar una peor experiencia de usuario. Algo que, advierten algunos especialistas, no es del todo legal en ciertas regiones del mundo.
CÓMO FUNCIONA UN BLOQUEADOR DE ANUNCIOS
Cabe destacar que, por lo general, los bloqueadores de ads se instalan a través de un “plugin”, un programa dentro de otro programa que se usa para modificar el comportamiento tradicional de una aplicación o página.
“En el caso de un navegador web, un plugin es un programa que se ejecuta junto al navegador y modifica su comportamiento, agregando o quitando funcionalidades. Es más bien algo que se desarrolla bajo necesidad. Si bien puede haber algunos programadores que se especialicen o tengan experiencia en el desarrollo de plugins, es algo muy de nicho y no hay tanto mercado como para dedicarse solo a eso”, detalló a Clarín Maximiliano Firtman, programador experto y docente con más de 26 años de experiencia en el rubro.
Y sumó: “Tengamos en cuenta que la mayoría de los plugins para los navegadores son gratuitos”. En el caso de los bloqueadores de anuncios, la función principal es remover publicidad de los sitios, lo que ocasiona que en lugar de verse los tradicionales banners se vean espacios en blanco.
“Un adblocker es un plugin que modifica cómo ves una página web bloqueando avisos publicitarios y pequeños programas que ponen algunas páginas web para rastrearnos entre distintos sitios y saber qué hacemos”, manifestó Firtman. Es decir, no se usan por el mero capricho de no querer ver anuncios, sino para controlar qué información de nuestra navegación (cookies, ver acá) puede tener un tercero.
En cuanto a su funcionamiento, el plugin “revisa” el código fuente de una web, o “se ponen en el medio entre el navegador y la conexión a Internet, como si fuera una cabina de peaje por la que todas las imágenes, textos y animaciones de las páginas que visitás deben pasar”, señaló Firtman.
Y concluyó: “Esta cabina se fija si la imagen o animación viene de un lugar conocido por emitir publicidad o si se parece a una publicidad y, en caso positivo, bloquea el archivo y no pasa. De esta forma, la página web entonces no lo muestra y deja un espacio vacío, logrando así el objetivo de que el usuario no vea publicidad o vea menos que si no tuviera el adblock instalado”.
Esto, en el caso de YouTube, tiene una funcionalidad que impacta de manera directa en el negocio de la empresa: remueve los “pre-roll”, esas publicidades que aparecen antes de los videos (y en la mitad). Dicho accionar atenta contra su negocio que, en su versión Premium, permite remover esos anuncios a cambio de un pago mensual directo a YouTube.
En Argentina es poco claro el precio final del servicio, debido a los impuestos que aplican y a que, llamativamente, es más caro contratar por la aplicación desde el teléfono que por la web.
LA EXPLICACIÓN DE YOUTUBE
El primer punto que señaló la empresa a Clarín es que los bloqueadores “violan” la política de YouTube: “Los anuncios son un pilar clave para los creadores, ya que les ayudan a administrar y hacer crecer sus negocios en YouTube. Esta es precisamente la razón por la que los bloqueadores de anuncios violan los términos de servicio de la plataforma”.
Consultados por la demora que se experimentó en la carga de videos, aclararon al mencionado medio: “En este sentido, la semana pasada, los usuarios que estaban utilizando bloqueadores de anuncios pueden haber experimentado una visualización limitada, lo que incluyó retrasos en la carga, independientemente del navegador que se estuviera utilizando, ya que los sistemas de detección no se dirigen a ningún navegador en particular”.
Además, la empresa detalló que “los usuarios que desinstalaron los bloqueadores pudieron seguir experimentando un retraso temporal en la carga, pero esto se solucionaba simplemente”. Al respecto, YouTube relató que esto es para “apoyar” a los creadores de contenido: “El modelo de monetización con publicidad de YouTube respalda un ecosistema diverso de creadores y nos permite compartir con ellos la mayor parte de los ingresos. Como resultado, en los últimos tres años, se han pagado más de 50 mil millones de dólares a creadores, artistas y empresas de medios”.
LA LEGALIDAD DE LO QUE HACE YOUTUBE
Si bien la media de YouTube está justificada, en tanto los adblockers interfieren con su modelo de negocio, hay razones para entender que lo que hace la empresa no es del todo legal, al menos en Europa y sus normas.
“La Unión Europea ha sancionado hace ya bastante tiempo el Reglamento sobre Neutralidad de la Red. Reconoce que las personas usuarias de los servicios digitales no deben ser objeto de un trato discriminatorio y, en ese sentido, prohíbe a los prestadores ejecutar cualquier práctica de gestión del tráfico de red que suponga bloquear, ralentizar o discriminar entre aplicaciones, a menos que exista una justificación razonable”, explicó Lucas Barreiro, abogado especialista en protección de datos personales.
CONTRA LOS BLOQUEADORES DE ANUNCIO
Google (Alphabet) tiene claro que YouTube es un producto estrella. Por esto, la empresa explicó a Clarín que seguirán intensificando estas medidas.
“En un futuro, continuaremos emprendiendo estas iniciativas para cuidar y promover el desarrollo de la comunidad de creadores”, dijeron desde la empresa. Esta guerra contra los bloqueadores de anuncios, vale decir, no es sólo de YouTube, aunque seguramente sea el contendiente más fuerte de los últimos años.
Aunque en Argentina, con los aumentos tras los nuevos anuncios económicos, es probable que estos métodos de bypass se sigan usando, aún con una carga más lenta.