En un contexto de preocupación por parte de las residencias nucleadas en la Asociación Mendocina de Establecimientos Geriátricos (AMEG), en relación a la segunda ola de contagios por Covid-19, sus representantes plantearon al Ministerio de Salud provincial la necesidad de garantizar insumos y lograr mayor fluidez con los principales prestadores de esta franja, PAMI y OSEP. Desde Salud se dijo que el 100% de los residentes recibió la primera dosis de la vacuna.
El planteo de AMEG se basa en que las instituciones gerontológicas se encuentran debilitadas para actuar en esta oportunidad, con inversiones que durante 2020 se cuadruplicaron en virtud del protocolo. En ese sentido, en un comunicado agregaron que las residencias han debido cumplir un rol sanitario para el que no existía preparación ni habilitación.
“Nuestro objetivo es ser reconocidos por nuestra función socio sanitaria esencial, hecho que conllevaría algunos beneficios que hoy no tenemos”, dijo a Los Andes Andrea Lampa, mágister en Discapacidad e Integración Social y miembro de la comisión directiva de AMEG.
El subsecretario de Salud provincial, Oscar Sagás, adelantó a este diario que en dicha reunión se acordó el compromiso del Gobierno de facilitar insumos en caso de ser necesarios y aseguró que se acompañará a estos establecimientos frente a cada caso positivo de Covid-19. Finalmente, aseguró, se mediará con funcionarios de PAMI y OSEP.
Sagas aclaró que el 100% de los abuelos que residen en geriátricos han recibido la primera dosis de la AstraZeneca, una vacuna que tiene hasta un 80% de efectividad. “Descontamos que esta franja está en gran parte cubierta y que en caso de contagios, sus efectos serán más leves”, sostuvo.
Se brindó cobertura, dijo, a 8.360 adultos mayores que residen en los 284 geriátricos que se encuentran en la órbita del Gobierno.
Sagas también se refirió a la iniciativa denominada Estrategia Geriátrico, que posibilitó relevamientos, capacitaciones y asesoramiento para dar respuesta frente a la difícil coyuntura que implicó la propagación del virus.
“En esta segunda ocasión –diferenció- se podrá enfrentar cada caso desde una mejor perspectiva, con más preparación y conocimiento”.
Angustia e incertidumbre
“Hemos trabajado muchísimo y no hemos recibido ni guantes, ni alcohol y mucho menos subsidios”, expresó Lampa, y agregó que entre los titulares de geriátricos reina la angustia y la incertidumbre.
En ese sentido, dijo, AMEG se anticipa no sólo por lo económico sino por el aspecto psicológico de todo el personal. “La pandemia afecta la salud mental del equipo, por la alta conflictividad laboral, pero también al sistema financiero por el consumo de insumos hospitalarios”, sostuvo Lampa.
Y agregó: “Este esfuerzo realizado por parte de los colegas mendocinos fue parte de la solución sanitaria que permitió que el sistema no colapsara durante la primera ola”.
Explicó que durante la reunión con el Ministerio de Salud ambas partes se comprometieron a trabajar de manera más fluida, sobre todo en lo referido a la necesidad de traslados a centros asistenciales de los casos positivos complejos. También en lograr una mayor dinámica a la hora de gestionar insumos para cubrir demanda de los positivos que se pudieran contener en las instituciones.
De acuerdo con el comunicado de AMEG, el haber visibilizado la difícil situación de los establecimientos gerontológicos en estos últimos tiempos permitió que gran parte de la sociedad reconociera a estos efectores como prestadores privados de servicios que cumplen una función esencial socio sanitaria. “Y en esta pandemia aún más, convirtiéndonos en un eslabón fundamental del sistema ante situaciones como éstas u otras extraordinarias”, añadió el escrito.
Finalmente, la asociación enumeró los problemas estructurales que atraviesa desde antes de la cuarentena, como falta de normativas de regulación acorde a los tiempos y cargas impositivas distorsivas. “Nuestro compromiso es velar por un servicio de excelencia a los residentes, cuidando sus derechos y calidad de vida”, concluyó Lampa.
