Este sábado, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció un endurecimiento de las medidas de entrada en su país para frenar la propagación de la nueva variante de coronavirus denominada Ómicron, de la que ya se han detectado dos casos en el Reino Unido. Esos contagios se suman a los registrados en Países Bajos, Alemania, Bélgica e Italia.
“Tenemos que establecer un nuevo régimen de pruebas”, dijo el primer ministro en una conferencia de prensa. Y detalló: “Pediremos a cualquier persona que entre en el Reino Unido que pase una prueba PCR dos días después de su llegada y que se aísle hasta que tenga el resultado”.
Hasta ahora, según informó la agencia AFP, sólo se exigía una prueba de antígenos dos días después de la llegada de los viajeros, y no se requería aislamiento hasta que se obtuvieran los resultados.
“En este momento, este es el rumbo de acción responsable para frenar la siembra y la propagación de esta nueva variante y para maximizar nuestras defensas’', agregó Johnson.
Este cambio se produce cuando las autoridades sanitarias británicas confirmaron el sábado que habían identificado en el Reino Unido “dos casos de covid-19 con mutaciones compatibles con B.1.1.529″, bautizada como Ómicron.
La nueva variante fue identificada primero en Sudáfrica, pero también detectada en Europa y Asia y está suscitando preocupación en todo el mundo debido al número de sus mutaciones, las cuales podrían ayudar a su propagación o incluso a evadir los anticuerpos de una infección previa o la vacunación.
La noticia de la nueva cepa llevó a los países a anunciar nuevas restricciones a los viajes e hizo que los fabricantes de medicamentos se apresuraran a comprobar si sus vacunas para el Covid-19 seguían siendo protectoras, hasta el momento se cree que las vacunas Oxford/AstraZeneca servirían para generar anticuerpos.
Por qué los científicos dicen que es “preocupante”
La Organización Mundial de la Salud clasificó el viernes a la Ónicrom (B.1.1.529) como una “preocupante” variante del SARS-CoV-2, diciendo que puede propagarse más rápidamente que otras formas de coronavirus.
La variante Delta sigue siendo la dominante en todo el mundo y aún no está claro si ómicron podría desplazarla, aseguró el doctor Graham Snyder, director médico de prevención de infecciones y epidemiología hospitalaria del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.
Pero lo que sí se sabe es que la nueva variante presenta más de 30 mutaciones en la parte del virus a la que se dirigen las vacunas disponibles, además se sospecha que ha provocado un aumento de las nuevas infecciones en Sudáfrica.
Aunque temen que es probable que las mutaciones de ómicron hagan que ciertos tratamientos contra el COVID-19, incluidos algunos anticuerpos fabricados, no sean eficaces, agregó el doctor David Ho, profesor de microbiología e inmunología de la Universidad de Columbia.
Mientras que por otra parte, las píldoras antivirales experimentales, como Paxlovid de Pfizer Inc y molnupiravir de Merck & Co Inc, atacan partes del virus que no han cambiado en ómicron, y estos fármacos podrían ser aún más importantes si la inmunidad natural y la inducida por la vacuna se ven amenazadas.