Solo en las últimas 72 horas se han registrado en el departamento de Lavalle 15 focos de incendios, los que afectaron en total alrededor de 115 hectáreas. El detalle es que, según destacaron desde el Plan Provincial de Manejo del Fuego, la situación no está controlada al 100% y a lo largo del fin de semana y la semana próxima algunos de los episodios podrían reavivarse. Así lo confirmó a Los Andes, el titular del plan dependiente de la Secretaría de Ambiente, Guillermo Ferraris, quien resaltó que la situación es crítica en toda la provincia.
“Es probable que tengamos otros problemas en estos días. Por ejemplo, hoy 28% de humedad; una marca muy baja. Y cuando en esta época el proceso de pastura ha quedado muerto, si el porcentaje de humedad bajo es propenso a arder. Porque ese pasto es lo que se llama combustible muerto, y suele ser el iniciador de los incendios si hay baja humedad. Hoy las plantas tienen estrés hídrico bastante importante”, detalló Ferraris.
En lo que va de la temporada, desde el 1 de enero y hasta fines de agosto, se han registrado casi 70 incendios en zonas ganaderas (donde tiene intervención el Plan de Manejo del Fuego); y en toda la provincia se han quemado 10.168 hectáreas de vegetación nativa.
La situación en Lavalle
El miércoles por la siesta se inició una quincena de incendios en el departamento de Lavalle. Según indicó Ferraris, fueron 115 las hectáreas afectadas; y en muchas de ellas el daño fue total. “Uno solo de los incendios abarcó 80 hectáreas, que fue en la zona del arroyo Tulumaya. El fuego arrancó en la villa cabecera con dirección hacia el norte y casi llega a Tres de mayo. En ese incendio se nos complicó, ya que las llamas quemaban por adentro del arroyo y se metía en la vegetación de las fincas. Así fue como quemó las primeras hileras de las viñas de algunas fincas”, destacó el referente.
El hecho de que el arroyo haya traído agua al momento del incendio complicó un poco más el combate, ya que a los efectivos se les dificultaba cruzar de un lado al otro. Lo mismo ocurrió con el viento, otro condimento que también hizo más cuesta arriba el trabajo. “Había viento del oeste, que se metía dentro del arroyo y hacía un efecto particular. Entonces, cuanto más o menos se abría, el viento metía el fuego en las fincas del lado este. Eso llevó a que se perdieran algunas hileras de viña y de olivos. En una finca de Tres de mayo las pérdidas fueron totales, entre 5 y 6 hectáreas”, agregó Ferraris. El trabajo en ese departamento y en los 15 focos -de distintas magnitudes- se hizo en conjunto y a la par de los Bomberos Voluntarios de Lavalle.
“Estamos atentos a la posibilidad de que se reactiven. Esta situación se va a mantener hasta la semana que viene; ya que las condiciones se mantienen propensas a que se desaten nuevos incendios”, indicó.
En alerta en toda la provincia
La situación en todo el territorio provincial es de alerta amarilla y hasta roja, precisamente por las condiciones meteorológicas y el bajo porcentaje de humedad. De acuerdo a lo advertido por el titular del Plan Provincial de Manejo del Fuego, los mayores cuidados deberán tenerse en esta época en el piedemonte, donde el riesgo de incendio es constante. “Acá se suma otra cuestión, que son las nevadas en precordilleras y las heladas muy fuertes que han caído. Ellas han matado a las pasturas, y la vegetación está muerta en pie. En Villavicencio, por ejemplo, hay riesgo por la situación de estrés. Y con viento, cualquier fuego es peligroso”, detalló el especialista.
Ferraris aclaró además que todos los incendios son de origen humano. Por un lado están aquellos intencionales, donde los dueños de las fincas o sus encargados prenden profesamente el fuego para quemar y ahorrarse horas de tractor, máquina y combustible. Y también son los accidentales, cuando un fuego se descontrola por el viento.
“El Zonda no tiene nada que ver con el fuego y su inicio, solo ayuda a la propagación. Los índices de riesgo de incendio están elevados, a raíz de la baja del porcentaje de humead, la gran carga de combustible muerto y el viento, que eleva el riesgo de propagación”, agregó.
Datos
Además de las más de 10.000 hectáreas de vegetación nativa que se han perdido con los incendios en lo que va del año, se han producido pérdidas económicas de alambrados de cultivos de producción y de trincheras de álamos.
“En agosto hubo más de 500 salidas en toda la provincia. De ellas, 200 correspondieron a Alvear, otras 200 a Lavalle y las restantes fueron en el Valle de Uco. El Plan no está presente ni interviene en el 3% del territorio provincial que está bajo riego; sino en el 97% restante. Y de allí, Alvear, San Rafael, Malargüe y Lavalle -además de algunas zonas del Este- son las zonas más afectadas”, concluyó Ferraris.