Pasada la pandemia, la Dirección General de Escuelas dispuso cómo seguirá el proceso de evaluación y acreditación de saberes en la escuela primaria en esta nueva etapa de normalidad. Así, volverán a colocarse notas del 1 al 10, luego de que atendiendo a los desafíos que implicaron los cambios durante 2020 y 2021, quienes obtenían menos de 7 quedaban sin nota y se colocaba en su lugar “en proceso”. Pero en esta nueva instancia, como se ha venido implementando, el aprendizaje es entendido como un proceso con desafíos individuales que a veces requieren también tiempos particulares y esto será un aspecto fundamental de la evaluación y el acompañamiento. Tal cual se dispuso para el nivel secundario la semana pasada, el año se considerará una unidad completa y ya no se cerrarán las notas por tramo para luego promediarse sino que las que se obtengan en el trayecto, separadas por dos períodos serán para poder observar como va la trayectoria del alumno. Se apunta a una mirada más amplia del recorrido que confluirá en la ponderación del docente para una nota final que contemplará diversos aspectos.
Asimismo, en esta nueva etapa, la DGE pondrá en valor la convivencia escolar que se observará según diversos parámetros establecidos y sobre lo cual se elaborarán tres informes anuales.
En detalle
La resolución N°1949 con fecha 20 de mayo establece el Régimen Académico y Régimen de Convivencia para Escuelas de Nivel Primario de Educación Común.
La semana pasada había sido publicada una resolución en el mismo sentido para el nivel secundario. La necesidad de este tipo de normativa surge del proceso de transición en el retorno a la normalidad después de los cambios que debieron implementarse durante la pandemia. De este modo, se ha hecho una amalgama entre los que dieron buenos resultados y otros aspectos que ya existían antes de 2020.
“Esta resolución viene a ordenar el sistema y el trabajo en las escuelas, teníamos resoluciones de antes de la pandemia que veníamos trabajando (...) la escuela hoy tenía sobre la mesa diferentes resoluciones y así, en una resolución tomar lo que ha dado resultados y valoran los docentes y tomar lo que la pandemia ha dejado como positivo”, detalló Marta D´Angelo, directora de Educación Primaria de la provincia.
Los parámetros definidos pueden definirse en 5 pilares esenciales.
1)Año escolar como unidad completa y dos períodos.
El año escolar será considerado una unidad completa, esto implica que no habrá un cierre de notas dividido en trimestres que se promedian sino que la nota final, con la que se acreditarán los espacios curriculares, surgirá de la ponderación de todas las obtenidas durante el año lo que incluirá además otros aspectos además de la calificación numérica.
Se harán dos informes anuales, uno para cada periodo y para cada espacio curricular, en los que constarán los logros y desempeño del alumno, de manera tal de poder hacer un seguimiento y que las familias estén al tanto de su trayectoria.
“Trabajamos desde una evaluación formativa y retroalimentativa y nos parece bueno tener estos cortes de lo que está sucediendo en cada uno de los espacios curriculares”, dijo la funcionaria.
A diferencia del año anterior, podrán aparecer notas por debajo de 7, a las que D’Angelo destacó que no hay que llamar “notas negativas”.
“No hablamos de notas negativas porque para un alumno que haya logrado una nota menor a 7, que ha hecho un esfuerzo muy grande en su proceso, es una nota importante, es un proceso significativo en su aprendizaje, entonces no hay que verlo como negativo sino como parte de su proceso”, explicó. Por ello serán consideradas pendientes de aprobación o acreditación, si se trata del tramo final.
2)Integradores
Este será el año del retorno de los integradores. Tras haber quedado en suspenso su obligatoriedad durante los dos últimos años, la DGE ha dispuesto que vuelvan a ser obligatorios. Esta evaluación integradora deberá ser incluida en todos los espacios curriculares y tomarse en el segundo período. La nota obtenida no tendrá más relevancia que el resto sino que será parte de la ponderación para la conformación de la nota final.
“Se planificará como una instancia de vinculación y relación de aprendizajes prioritarios (...) Se podrán utilizar distintos medios escritos, orales o prácticos, tales como proyectos, pruebas de desempeño, trabajos prácticos individuales o grupales, entre otros”, se detalla en uno de los anexos de la resolución.
3)Ponderación
Si bien podría decirse que de algún modo siempre ha existido en algún plano, la ponderación para la obtención de una nota se estableció de manera “oficial” con la pandemia. Implica considerar no sólo las notas numéricas obtenidas por el alumno sino además contemplar otros aspectos que hacen a su proceso de aprendizaje como la participación y el cumplimiento. Es el docente quien lo tiene en cuenta para conformar la nota final obtenida.
Se dejará constancia de las valoraciones realizadas en cada espacio curricular en el GEM.
4) Promoción y permanencia.
Los alumnos deberán obtener 7 o más en cada espacio curricular para ser promovidos al grado siguiente.
Es importante destacar que quedan exceptuados los alumnos de primer grado, ya que este y segundo, son considerados unidad pedagógica.
Quienes no obtengan 7 o más al finalizar el periodo de clases tendrán otras instancias para promocionar. Hay períodos de intensificación de saberes en diciembre, febrero y marzo en los que los alumnos reciben un acompañamiento más personalizado para buscar promocionar en el marco de un recorrido ajustado a sus propios procesos de aprendizaje.
Sin embargo, quienes en marzo no hayan logrado la promoción deberán permanecer en el grado que cursaron en el ciclo lectivo 2022.
5) Normas de convivencia
Cada vez se da mayor valor a la convivencia escolar, en parte porque muchos psicopedagogos apuntan al impacto que tiene incluso en el proceso de aprendizaje y las trayectorias.
Se establecen normas al respecto y se contempla realizar informes al respecto expresando que la mirada estará particularmente atenta en este sentido.
“Es algo nuevo, el anexo II se incluye porque el nivel primario tiene un nuevo diseño curricular desde fines de 2019 y que no se pudo trabajar mucho por la pandemia”, refirió la directora. Explicó que en ese sentido uno de los pilares es el eje de la cultura del cuidado.
“Esta habla del trabajo con otros, de aprender a convivir, de entender las distintas realidades que tenemos desde la tolerancia, los hábitos y lo más importante es que estas normas se construyen con la familia”, subrayó.
Los criterios e indicadores de valoración deberán ser socializados y formar parte del proceso de enseñanza y de aprendizaje. Se tomarán en cuenta: si el alumno desarrolla actitudes de buena convivencia con los miembros de la comunidad educativa, si evidencia actitudes de cuidado de sí mismo y los demás y si demuestra habilidades para resolver problemas y conflictos, entre otros.
A partir de esto habrá tres informes que se realizarán, el primero, el 30 de junio; el segundo, el 15 de setiembre, y el tercero, al finalizar el ciclo lectivo.