El inconfundible sonido de la locomotora, los andenes y la bocina anuncian a lo lejos la aproximación del tren, por tercera vez en los últimos seis meses. Son las 17.26 del sábado en Palmira, el pueblo mendocino ferroviario por excelencia, que se dispone a recibir como tantas veces en su historia a una formación. Es que, tras muchas idas y vueltas, el tren ha vuelto a unir Buenos Aires con Mendoza este fin de semana, en el primer viaje desde Retiro a Palmira con pasajeros a bordo de la reanudación del servicio.
La luz en el horizonte marca que faltan pocos minutos para que la formación de la Línea General San Martín frene en la Estación Palmira. Mientras se acerca a paso de hombre, las casi 80 personas que han asistido se agolpan sobre la orilla de la plataforma para filmar o agitar sus manos. Algunos llevaron banderas, otros pañuelos y hasta hubo un cartel con la inscripción “Bienvenido nuevamente”.
Entre la multitud que aplaude y vitorea al tren acercándose, mira emocionado Ángel González, nacido y criado en Palmira. “Esto que está pasando es como un recuerdo que traigo de chico, porque mi viejo era ferroviario y solíamos viajar a todos lados”, relata a Los Andes, parado justo enfrente de las boleterías del viejo tren argentino. “Es una gran emoción, un momento muy especial. Es como volver a vivir la historia de Palmira ferroviaria, como lo son todas las familias de acá”, expresa el hombre, de 65 años.
Justo cuando el ruido se vuelve ensordecedor, el tren se detiene. Desde el interior, los pasajeros responden al recibimiento agitando las manos desde las ventanas y filmando con sus celulares. Ya estacionado, las puertas de los vagones se abren para darle paso a unas decenas de personas que viajaron en la formación de la Línea General San Martín. Han pasado prácticamente 29 horas, 5 minutos y 15 estaciones entre Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis para llegar, finalmente, a nuestra provincia.
Llegada emotiva
El largo trayecto, que comenzó el viernes a las 12.20 en la Estación Retiro, no ha borrado ni una pizca de alegría y emoción en las caras de los pasajeros que viajaron. La felicidad por la nueva experiencia consumada y la satisfacción de llegar a destino le ganan al cansancio de las 29 horas de viaje.
“Es algo histórico”, resume Pablo Santiago González, que viajó desde el barrio Balvanera, en Once (Buenos Aires). “Tuve la dicha de viajar en los 90, en el último servicio del Tren Aconcagua, y después de 30 años vuelvo a traer los recuerdos familiares, ya que gracias a mi abuela conocí el ferrocarril”, cuenta el joven.
Motivado por una comunidad a la que pertenece que ayuda a adultos mayores a gestionar estos viajes, decidió aprovechar el tren para visitar a su familia en Guaymallén. “Fue un lindo viaje, se disfrutó a full y es súper recomendable”, expresa Pablo, además de destacar los paisajes y los cientos de personas que saludaron al tren al pasar en todo el trayecto.
Sandra Alonso, por su parte, viajó junto a su esposo Andrés, quien pudo visitar a su familia en Buenos Aires después de 28 años gracias al tren. El matrimonio maipucino ha aprovechado lo económico del pasaje y viajó hasta Justo Daract para sumarse al trayecto.
“Es hermoso y muy lindo. Son muchas horas, pero la gente tiene que saber que, de a poquito, se va a ir acomodando”, resume la mujer. Satisfecha con la experiencia, aseguró que “es una muy buena opción para las personas que no pueden viajar en colectivo”.
Por el contrario, el viaje de Rodrigo Navarro en el tren se dio de casualidad. Sus compañeros de trabajo habían llegado a Mendoza en auto y él, que se dispuso a viajar a último momento, consiguió un pasaje en la formación. “Más allá de que tardó mucho, me sorprendió para bien porque veníamos muy cómodos y teníamos todos los servicios”, detalla.
Para él, oriundo de General Rodríguez, lo más emocionante “fue la gente”: “En el medio del campo salían de las casillitas, matrimonios que se acercaban en las estaciones y se emocionaron, fue muy lindo”, sintetiza el joven de 38 años.
Viaje largo, pero cómodo
Más allá de las diferentes historias y experiencias detrás de cada pasajero, un denominador común entre todos es la comodidad que destacan todos al bajarse del tren. “Se viaja tranquilo, caminás, los baños son muy limpios y la atención es espectacular”, dice Sandra al respecto.
Pablo, por su lado, destaca la limpieza en la formación y la amabilidad del personal de Ferrocarriles Argentinos. Rodrigo, en tanto, recomienda sin dudar el viaje en tren: “Con paciencia, pero tranquilos de que se viaja cómodo”.
La formación 583 cuenta con un único coche dormitorio con 10 camarotes, cada uno de ellos con comodidades para dos pasajeros. En su interior tienen dos camas (una arriba y otra abajo) que también sirven de asiento. El camarero, en tanto, brinda a los pasajeros ropa blanca con dos almohadas y dos mantas (entregadas por la noche y retiradas por la mañana).
El camarote cuenta, además, con una mesa y traba puertas, control de temperatura de aire acondicionado frío/calor y volumen de parlantes. Por otro lado, la formación tiene categorías de Pullman, Primera y coche comedor, además del coche generador (de energía eléctrica).
Sandra, que viajó de ida en Pullman y de vuelta en Primera, asegura que “no tienen nada de diferente”, a la vez de que espera viajar nuevamente para probar la experiencia en Camarote. “Suban al tren, es lindo, cómodo y tranquilo”, concluye.
Próximos viajes en tren
Este no es el fin de la historia ni del trayecto para el tren guiado por la locomotora CKD8G0004 y GT22 9040, ya que hoy mismo emprenderá su regreso hacia Retiro para continuar con la planificación del viaje. Con partida a las 10 de la mañana desde la Estación Palmira, la idea es que llegue este lunes a las 14:20 a la misma estación desde donde salió en Buenos Aires.
Si bien se trata nuevamente de pruebas piloto, esta fue la primera vez en la que viajaron pasajeros y es parte del pretendido regreso a la circulación diaria del tren argentino por el país. Por eso, se prevé otro viaje ida y vuelta entre los mismos destinos para el próximo fin de semana largo, entre el 16 y 21 de junio.
Ese viernes, la formación partirá desde Retiro a las 12:20, para llegar el sábado 17 de junio a las 16:40 a Palmira. Luego de pasar todo el fin de semana en la provincia, los pasajeros se subirán al tren otra vez el martes 20 de junio a las 10, con la intención de estar en Buenos Aires el miércoles 21 de junio a las 14:20.
Para esta nueva oportunidad se mantendrían los valores de los tickets, los cuales oscilaron entre los $5.500 y los $20.000. El pasaje en Camarote para el viaje completo cuesta 19.827 pesos para dos pasajeros; mientras que el Pullman cuesta 6.606 pesos por pasajero, ambos con precio promocional incluido. Los pasajes en Primera, en tanto, cuestan 5.512,50 pesos (con el descuento de 10% y por persona). Dichas promociones se aplican a través de la compra online, única manera de adquirir tickets en Mendoza, ya que no hay boletería física.