El 7 de agosto la vida de Diego cambió para siempre. El joven salió de su trabajo para volver a su casa, se subió al colectivo de la línea C1 de Tamse y sufrió un grave accidente. La unidad que lo transportaba cayó al río luego de ser impactado por un automovilista que circulaba a alta velocidad y tenía alcohol en sangre.
El accidente ocurrió hace más de un mes pero la salud de Diego sigue complicada. Lo operaron dos veces y continúa postrado en su cama. En diálogo con Arriba Córdoba relató su drama: “El dolor es permanente, estoy con calmantes y me imposibilita hacer muchas cosas”.
El joven aseguró no puede moverse y su mamá lo asiste de forma permanente. Sin embargo, necesita la asistencia de una enfermera. Denunció que hizo los reclamos a la Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART) pero hasta el momento no obtiene ninguna respuesta favorable, solo excusas: “Me indignó porque consta que no puedo movilizarme”.
En tanto su abogada, Marina Romano, indicó que Diego “debe ser asistido por la Municipalidad que es su patronal, debe hacerse cargo de este accidente de trabajo”. Insistió en que debe “otorgarle las prestaciones de formar completa”, por lo que van a “peticionar la asistencia de una tercera persona”.
La mamá de la víctima no pudo contener las lágrimas. Reveló que está asistiendo a su hijo como enfermera, pero ya no tiene fuerzas para seguir: “Necesito ayuda porque es muy indigno todo lo que está pasando. Es muy injusto. Él salía de trabajar y en este momento está postrado”. “Necesito justicia y que se recupere”, insistió.