El 25 de noviembre de 2019, con los ojos de todo el mundo posados sobre Mendoza, se conoció en el histórico palacio de Tribunales de la provincia la mayor condena por abuso sexual en la Iglesia Católica argentina. Los sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho y el ex trabajador Armando Gómez fueron sentenciados a 42, 45 y 18 años de prisión tras ser condenados como autores de abusos sexuales sistemáticos y episodios de corrupción de menores, todos ataques cometidos contra niños, niñas y adolescentes sordos y sordas que estudiaban y dormían en el instituto religioso Antonio Próvolo (Carrodilla).
A 5 años de esta condena -en el caso de los curas, las más altas de la historia judicial de Mendoza-, Daiana Lizarraga (33) es la clara muestra de una palabra que se ha puesto muy de moda en los últimos años, pero que no todos pueden aplicar en su día a día: resiliencia, también descripta como aquella capacidad de adaptarse a situaciones difíciles o perturbadoras, y de superarlas de manera positiva.
Daiana fue, durante muchos años, la Testigo de Identidad Reservada 1 -TIR 1, así se la mencionaba en los expedientes del Caso Próvolo-. Y fue por medio de sus testimonios en cámara Gesell que pudo ir saliendo a la luz el horror que vivieron los niños sordos y niñas sordas en el instituto de Luján de Cuyo y los abusos sexuales cometidos por los curas Corbacho y Corradi, así como también por Gómez y Jorge Bordón, quien oficiaba de monaguillo y había sido condenado a 10 años de cárcel en septiembre de 2018, por los mismos delitos.
“Y en estos 5 años que pasaron desde la sentencia -y 8 años desde el inicio del caso- el recuerdo hace que duela el corazón. Pero hoy mis hijos son lo más importante, y sé que tengo que seguir por ellos. Son mi fuerza, y Dios siempre acompaña”, resume Daiana, siempre acompañada de sus padres, su pareja -Pablo- y los dos hijos de ambos, Alba (6) y Thiago (2).
Al igual que sus padres, Albita y Thiaguito -como les llaman los Lizarraga- son sordos también. Y hace poco tiempo les colocaron a ambos implantes cocleares, lo que les permite -con el tiempo- mejorar su capacidad de audición.
El 25 de noviembre de 2019, cuando se conoció la condena contra los curas, Alba apenas tenía un año. Sin embargo, cuando la pequeña nació, la investigación ya llevaba dos años. Y es que la denuncia judicial que destapó el Caso Próvolo fue realizada en noviembre de 2016 por la entonces legisladora provincial Daniela García, luego de que desde la Asociación de Sordos de Mendoza le contaran que en el Próvolo mendocino estaba “pasando algo terrible” durante un acto en la Legislatura.
El 25 de noviembre de 2016 -fecha de la que, casualmente, hoy se cumple 8 años- Daiana se presentó por primera vez ante la Justicia. En esa declaración, que luego fue ampliada en dos entrevistas más, la joven de 25 años -por entonces- detalló todas las aberraciones y ataques sexuales de las que fue víctima.
“Sentí que tenía que hacer la denuncia por todos los sordos que seguían siendo abusados. No podía seguir con ese peso encima, tenía que ponerle fin a la injusticia y los abusos de los curas, sentí que, si no lo hacía, esto no paraba más. Por eso tomé valor y denuncié”, recuerda.
VOLVER A EMPEZAR
Daiana (33), Pablo (35) y sus hijos, Alba (6) y Thiago (2) viven en Godoy Cruz. Pero todas las semanas, en algún momento, se reúnen en la casa de toda la familia Lizarraga. Y allí la alegría desborda e inunda hasta los corazones más maltratados.
“Estamos transitando una fecha que no se puede olvidar. Pero, al mismo tiempo, con la mirada puesta en una realidad diferente; la de una familia que se pudo reinventar”, recuerda Ariel Lizarraga, padre de Daiana y quien junto a Beatriz -su esposa y madre de Daiana- y sus otras hijas acompañaron a la sobreviviente de los abusos en el Próvolo desde el primer día.
Para Ariel, Thiago y Alba son los dos “angelitos”, quienes “pusieron un manto, no de olvido, pero sí que sirve para decir que se puede seguir adelante, con la mirada para el futuro”, se explaya.
Los dos hijos de Daiana y Pablo asisten a la escuela E.I.N.N.O . Pablo, en tanto, trabaja como profesor para chicos sordos. Y Daiana se ha dedicado cien por ciento a la crianza y acompañamiento de sus hijos. A ser “una madraza”, como la describe -con orgullo y emoción- su padre.
Y a esa misma descripción, la amplía al destacar que es una “valiente guerrera” y que desea que reciba “las mejores bendiciones del cielo por su coraje, su valentía, y por haber sacado a la luz aquello que se sabía y se ocultaba bajo el manto del silencio”, en alusión a los abusos.
De lunes a viernes, Daiana va y viene con sus hijos a todos lados. Los lleva a la escuela, los va a buscar, los lleva a diferentes sesiones de terapia y estudios y se dedica a la siempre ardua labor de ser ama de casa.
Pero cuando llega el fin de semana, toda la familia intenta cambiar el chip. Y siempre están buscando alguna actividad recreativa para hacer, algo para desestructurar la rutina. Una cabaña o carpa en camping en Potrerillos y El Carrizal, un cumpleaños; cualquier plan es una excusa para subirse a la camioneta y vivir la vida.
“Hoy seguimos delante sabiendo que esa ‘casa del horror’ ya no existe. Y pudimos cerrar una etapa dolorosa, compartiendo con esta hermosa familia que tenemos, viviendo momentos de muchas gratitudes y siempre apoyándonos en los pilares familiares que nos unen”, concluyen Ariel y Daiana, siempre juntos, como desde el primer instante.
“Hoy la realidad solo nos permite soñar con un mañana pleno de cosas lindas. Eso sí, con el sabor amargo de la falta de integración que necesita la comunidad sorda ante esta sociedad. Lo importante siempre será la salud, la paz y la familia”, concluyen.
CRONOLOGÍA CASO PRÓVOLO
- 18 de noviembre de 2016. En un acto en la Legislatura, la Asociación de Sordos de Mendoza le contó a la legisladora Daniela García que en el instituto para chicos sordos Antonio Próvolo “estaba pasando algo terrible”
- 25 de noviembre de 2016. Daiana Lizarraga declaró por primera vez y da detalles sobre los sistemáticos abusos en el lugar. Cada día que pasó se fueron conociendo más detalles del escandaloso y aterrador caso. El mismo 25 de noviembre de 2016 fueron detenidos en la sede del instituto el cura Corradi y otro trabajador, quien luego fue declarado inimputable.
- 29 de noviembre de 2016. Para esta fecha ya habían sido detenidos, además, el también cura Horacio Corbacho, el monaguillo Jorge Bordón y el ex jardinero Armando Gómez. Las aberraciones del caso no dejaban de sorprender.
- 25 de septiembre de 2018. En un juicio abreviado y donde reconoció la autoría de los abusos sexuales por los que estaba denunciado, Bordón fue condenado a 10 años de prisión. La confesión del monaguillo se convirtió en el reconocimiento público de que en el Próvolo se habían cometido abusos.
- 5 de agosto de 2019. Comenzó el juicio en el Fuero Penal Colegiado de la Justicia de Mendoza contra Corbacho, Corradi y Gómez. Ya durante la investigación se había conocido que en las sedes del instituto Próvolo de Verona (Italia) y de La Plata (Argentina) también ex alumnos habían denunciado haber sufrido abusos. En todas las sedes había estado Corradi, nacido en Italia. Medios y periodistas de todo el mundo siguieron el caso mendocino, y hasta viajaron a la provincia.
- 25 de noviembre de 2019. Los jueces Carlos Díaz, Mauricio Juan y Aníbal Ezequiel Crivelli dieron a conocer las condenas históricas: 45 años de cárcel para Corbacho, 42 para Corradi y 18 para Gómez por haber abusado sexualmente de 10 niños, niñas y adolescentes sordos. Habían transcurrido 112 días y 49 audiencias en las que declararon 63 personas.
- 14 de julio de 2021. A los 83 años, Nicola Corradi falleció en un hogar para ancianos. Si bien había sido condenado a 42 años de cárcel, estaba cumpliendo prisión domiciliaria en esta residencia dada su avanzada edad y algunos problemas de salud.