Los vecinos de la calle San Ramón, de El Borbollón Norte (Las Heras), aseguran que hace un mes que están “sin una gota de agua”. Por eso se concentraron este jueves a las 8, frente a la escuela primaria Javier Francisco Moyano para pedir a las autoridades una solución “urgente” al problema del agua que padecen en la zona.
Es que desde que se rompió la perforación de agua ubicada en esa escuela -hace más de 3 meses- las familias que viven sobre esa calle, que se extiende casi por un kilómetro, aseguran que tampoco sale agua en los bebederos o canillas de los patios de la institución educativa. Además, denuncian que, desde hace un año, cientos de viviendas de la zona padecen cortes intermitentes o, en el mejor de los casos, falta de presión en el caudal de agua.
UN LARGO CONFLICTO; “LA GENTE DIJO BASTA”
La calle San Ramón de El Borbollón es considerada una zona rural. A lo largo de más de 800 metros de extensión hay decenas de familias que han ido poblando la zona para residencia permanente, con fincas vendidas sin acceso al agua potable y convertidas en grandes lotes con viviendas, en muchos casos, precarias. Allí, el ordenamiento territorial brilló por su ausencia y uno de los grandes problemas que viven sus vecinos hoy es la falta de recurso hídrico, sobre todo, en primavera y verano.
En El Borbollón Norte y Centro hay cuatro perforaciones de agua que alimentan con agua de red esa zona y que pertenecen a la Asociación Consorcio de Vecinos de El Borbollón (con fines de lucro) que presta allí el servicio hace 20 años. Una de las perforaciones, ubicada adentro de la escuela Moyano, está rota y es lo que terminó de complicar el panorama desde agosto.
La escasez de agua en la escuela se resuelve temporariamente conectando una manguera a la red de agua subterránea que proviene de otros pozos de agua cercanos (y con mucha menos presión de agua), hasta tanto se arregle la bomba de agua ubicada en el colegio, cuyo valor oscila los $5 millones y cuyo arreglo no está previsto en el corto plazo, según dijeron desde la asociación que presta el servicio.
Por supuesto que la rotura de esa bomba también afecta a las familias ubicadas alrededor de la escuela. Gloria, una de las vecinas damnificadas asegura que el manejo del agua es “injusto” con los vecinos de calle San Ramón, que adeudarían cerca de $9 millones.
“La bomba no está rota. Para mí la están llevando a otros sectores y a nosotros nos están jodiendo la vida. Acusan de que tenemos deuda de $9 millones, pero muchos pagamos regularmente. Me acaban de informar que en otros barrios cercanos también hay deuda, pero somos nosotros los únicos perjudicados, a quienes nos cortan el agua. Este problema viene desde hace años, pero este año se agravó aún más. La gente dijo basta”, agregó Gloria.
Beatriz vive en la Ruta 40 de El Borbollón. Apunta que a su casa sí le llega agua de red, pero lamenta “el abandono total” que sufren sus vecinos de la calle San Ramón por parte de las autoridades municipales y provinciales. “La calle San Ramón y alrededores es una zona totalmente abandonada por la Municipalidad y el Gobierno. Están terminando las clases y los chicos hace 3 meses que no tienen agua potable que salga de la canilla. Los vecinos hace un año que tienen el agua potable cortada, o reciben poca agua. La verdad es que es un desastre. La gente no tiene agua hace días, incluso meses. Es triste porque son niños re contra humildes. No puedo creer que el director de la escuela no haga nada al respecto”, se quejó la mujer.
QUÉ DICE LA ASOCIACIÓN QUE BRINDA EL SERVICIO
Desde la Asociación que abastece el área aseguraron a Los Andes que hay “problemas de altura en la zona”, y dicen que 70% de los usuarios no paga el servicio.
Martín Peregrina, presidente de la ONG que provee el agua, admitió a Los Andes: “Los cortes han sido intermitentes. Hemos tenido días en que ha habido mayor consumo de agua y en calle San Ramón no les ha llegado el agua a los vecinos. Por eso es que tuvimos que poner válvulas intermitentes para que les llegue el agua. Entonces, estamos brindando 12 horas para un sector y 12 horas para el otro, en ruta 40. En esos casos, llega con menor caudal y presión de agua, según el horario”, justificó.
Según Peregrina, el mayor problema es la infraestructura en la zona: “La zona tiene problemas de contrapendiente de altura. Por eso es que estamos haciendo el plan de los horarios hasta tanto podamos arreglar la perforación de la escuela, que está rota y que para arreglarlo estimamos que hoy cuesta unos $5 millones”.
El presidente de la Asociación también se quejó por la falta de cumplimiento en los pagos. “El canon es estándar. Cuesta $5.000 a cada vivienda tener el servicio, pero hoy tenemos también el problema de que un 70% de los vecinos no paga el servicio”, argumentó.
QUÉ DICE LA ESCUELA
Juan Boneto, director de la escuela Javier Francisco Moyano asegura que la institución “nunca ha estado totalmente sin agua”, aunque cuenta que, desde que se rompió la bomba de agua que alimenta la escuela y toda la zona, han tenido que optar por “atajos” para evitar la suspensión de clases. De hecho, por estos días han conectado una manguera a la red subterránea para que la poca agua que sale de allí sirva para preparar el desayuno de los alumnos (“muchas veces es su única comida diaria” -señala Boneto-) y dar agua potable a los chicos “en vasitos que traen de la casa”.
“Tenemos provisión de agua potable; hay dos cisternas de 2.100 litros cada una para los baños. Esas cisternas alimentan el sector de baños de toda la escuela. Pero el problema es que tenemos un tanque en altura que alimenta cocina y bebederos. Ese tanque cuesta que se llene por la falta de presión de agua en la zona. En la cocina y bebederos no sale agua. Esta semana y la anterior no ha habido agua y pudimos resolverlo con la manguera. Hoy sí sale (NdA: por este miércoles), gracias al cambio en los horarios de provisión de agua; nos envían agua de otras perforaciones”, reconoció el directivo, quien asegura que ya informó a la Dirección General de Escuelas por este tema y que se mantiene en contacto con el Consorcio a cargo del agua potable.
QUÉ DICE EL MUNICIPIO
Desde la Municipalidad de Las Heras aseguran que la comuna “no tiene nada que ver” con el conflicto de agua en esa zona. “Nosotros nos hemos puesto a disposición, facilitar camiones de agua o estar a disposición a ver cómo se resuelve ese conflicto, pero no es algo donde pueda actuar el municipio porque directamente no nos corresponde”, explicaron a Los Andes desde el área de Prensa y Comunicación de la comuna.
Mientras todos se pasan la “papa caliente” -con o sin razón- en materia de responsabilidades, los vecinos de El Borbollón ruegan una solución definitiva y que el agua potable no les falte cuando, sobre todo, cuando el calor apremia.