Virgen de la Carrodilla: la mujer como “patrona de los viñedos”

Uno de los símbolos religiosos más potentes y vigentes en la Vendimia es esta figura mariana, vinculada desde sus inicios a los trabajadores rurales.

Virgen de la Carrodilla: la mujer como “patrona de los viñedos”
04 Febrero 2022 Mendoza Rivadavia Vendimia departamental Rivadavia 2022 "Un cielo de esperanza”, como se escuchó en las primeras palabras de la noche, Rivadavia eligió a Martina Pilar Boscariol, de 20 años, como flamante Reina departamental de la Vendimia 2022. Así, el departamento del Este festejó una nueva temporada de cosecha junto a su comunidad, en la fiesta denominada “Presagios de tradición”. Virgen de la Carrodilla Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

La historia de la devoción de la Virgen de la Carrodilla nace en España, en la sierra aragonesa, donde la imagen de una virgen medieval sentada sobre una carreta, fue encontrada en el siglo XIII por unos carboneros en una cueva de la zona prepirenaica y comenzó, desde entonces, a venerarse como protectora de las tormentas. Se la nombró Virgen de la Carrocilla y con el tiempo cambió a Virgen de la Carrodilla como hoy se la conoce. Antonio Solanilla, un aragonés casado con la hija del mendocino Isaac Estrella, en una noche de temporal promete, si la granizada pasaba, traer a Mendoza una imagen de esta advocación. Así desde fines del siglo XVIII la Virgen de la Carrodilla presidió el oratorio familiar de los Solanilla Estrella donde se celebraban los oficios litúrgicos para la familia y los vecinos del lugar. Fue costumbre en el siglo XIX que después de la vendimia, los cosechadores llevaran canastos con frutos a la Virgen como agradecimiento y plegaria, para luego festejar el fin de las tareas vitícolas con guitarras y bailes en fiestas populares llamadas bodegones. Con el tiempo, la Virgen de la Carrodilla se transformó en la figura señera de los vendimiadores, razón por la que la familia Solanilla construye la actual iglesia junto a su solar. Desde su llegada a Cuyo, esta advocación siempre estuvo vinculada a los trabajadores rurales; por el peso de esta tradición, en 1937 la Virgen de la Carrodilla fue declarada “Patrona Celestial de los Viñedos” por Monseñor Verdaguer, Obispo de Mendoza y Neuquén. Un año después, presidió por primera vez la Bendición de los Frutos y desde 1940 se la incorporó a las celebraciones oficiales de la Fiesta de la Vendimia.

En los años cincuenta Monseñor Buteler bendijo un facsímil realizado en Buenos Aires de la imagen que trajo Solanilla. Se la llamó Virgen Peregrina y época de vendimia era llevada cada día a una parroquia distinta hasta terminar en el Prado Gaucho para la Bendición de los Frutos. Desde hace algunos años, los devotos llevan a la Virgen en peregrinación por los departamentos de la provincia de Mendoza, retomando la antigua tradición de los festejos de su día y, buscando acercar a los trabajadores de la tierra, la posibilidad de pedir, como dice la canción de Hilario Cuadros, el amparo … “de los hijos que han nacido junto al cerro. Los que han hundido el arado y han cultivado su suelo”. De esta manera, a partir del 13 de febrero, la patrona de los viñedos recorre fincas, parroquias, capillas y bodegas

En este recorrido la Virgen, abandona el espacio sacro de la iglesia y llega a los lugares de trabajo. La peregrinación permitió ampliar los espacios devocionales al interior de la provincia y vinculó el culto a pobladores rurales y colectividades de migrantes del interior de la provincia. Este proceso de apertura creó y recrea una memoria colectiva que aúna territorio, comunidad, tradición y fe.

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