Mediante un manifiesto, más de un centenar de viticultores, emprendedores, profesionales, investigadores y autoridades se unieron para impulsar un Plan Estratégico de Enoturismo y Turismo Rural para la la zona Este de Mendoza, compuesta por San Martín, Junín, Rivadavia, Santa Rosa, La Paz y Lavalle. Sientan sus bases en la preservación del legado de los españoles, italianos, sirio-libaneses y demás inmigrantes que llegaron a este territorio hace 150 años para fundar la industria vitivinícola moderna. Pretendente honrar y perpetuar el legado del pueblo huarpe, sobre todo la cultura del agua, la cultura del riego, la cultura del agro y la cosmovisión del cuidado de los paisajes culturales, con sus plantas y gastronomía emblemáticas particularmente algarrobo, aguaribay, retamo y quínoa. Además, buscan consolidar el legado criollo de José de San Martín y su época, “incluyendo su patrimonio arquitectónico y sus rutas históricas; su capacidad de liderazgo y en situaciones de crisis; su pasión por la cultura del vino y las variedades criollas; la tradición molinera y la gastronomía tradicional, particularmente empanadas, alfajores y comidas tradicionales elaboradas con harina integral artesanal de molinos tradicionales”.
Molino harinero
Entre otras acciones, se promoverá que los propietarios de inmuebles industriales pongan en valor estas edificaciones y esta entidad, en formación, creará la categoría de sabores ancestrales (alimentos elaborados a partir de materias primas que utilizaron los pueblos originarios) y también la categoría de sabores originales sanmartianos. En este sentido, declaran de alta prioridad la instalación de un molino hidráulico harinero de rodezno, similar al que estableció el general San Martín en Orfila hace 200 años, para abastecer de harina integral artesanal a los restaurantes y hoteles del territorio, y así asegurar la disponibilidad de materia prima para obtener empanadas, alfajores y demás platos de la gastronomía original criolla. También tendrán este status los productos y alimentos que el Libertador impulsó en su tiempo, para nutrir las tropas del Ejército de los Andes, a partir de la deshidratación de productos, particularmente el ajiaco, preparado con charqui –carne deshidratada, y verduras de guarda: cebolla, ajo, papa, ají, zapallo, tomate deshidratado, harina tostada y maíz molido. Similar privilegio tendrán los vinos naturales de variedades hispanocriollas.
Pretenden crear, además, la categoría de producto “territorialmente intensivo” para reconocer aquellos alimentos y artesanías que tienen carácter especial debido a su elaboración en este territorio, como aceitunas, melón y sandía; nueces y almendras; frutas de carozo locales (durazno; damasco y ciruela); pomáceas locales (manzana, pera y membrillo); frutas y hortalizas deshidratadas; dulces, mermeladas y jaleas de esas frutas; aceite de oliva; queso de cabra y chivito asado.
En el manifiesto se define al Bonarda como variedad emblemática del territorio y se exhorta a todos los restaurantes y hoteles asegurar su presencia en las cartas que se ofrecen al turista. También señala que se crea la categoría de embajada cultural del territorio para los restaurantes, hoteles y bodegas y viñedos y establecimientos abiertos al turismo. Esta tendrá como misión representar, visibilizar y promover los productos típicos y preparaciones locales, incluyendo los de origen huarpe (quínoa y harina de algarrobo), criollo (empanadas, alfajores, comidas tradicionales), e inmigrantes (españoles, italianos y otros).
Para llevar adelante estas acciones expresan que se solicitará el apoyo de los municipios y organismos provinciales para instalar cartelería vial en rutas nacionales y provinciales que contribuya a visibilizar el patrimonio agroalimentario y cultural del territorio y demás actividades de promoción de la oferta turística del territorio. La cartelería de carreteras indicará el atractivo turístico y la distancia; también se instalará señalética en cada establecimiento turístico.
Diversificación
Otro objetivo que se plantean es crear un sistema de visibilización digital de la oferta turística local a través de página web y redes sociales. Se impulsará la recopilación, sistematización y visibilización de los mitos, leyendas del territorio, incluyendo relatos y tradiciones de pueblos originarios, héroes, relatos de troperos, arrieros, taberneros y maestros de posta entre otros, juntamente con canciones y poemas.
Una de las impulsoras de la iniciativa, Marcela Moroncelli, de la Bodega Santos Lugares, de Junín, señala que este manifiesto lo presentarán en los municipios de la región “para que los concejos deliberantes los declaren de interés municipal como así también en la Legislatura provincial para que lo declare de interés provincial y en Turismo de la provincia, para comenzar a trabajar juntos con el armado de los circuitos”. Marcela explica que la región tiene un potencial desaprovechado para el desarrollo del enoturismo y turismo rural y que actualemente, luego de tener los resultados de una encuesta que realizaron, le darán forma jurídica a la entidad, asociación civil por ejemplo, que los representará. “Si bien esta iniciativa surgió desde el sector privado, necesitamos el apoyo oficial para mejorar la infraestructura especialmente”, indica Moroncelli. Y agrega que esta convocatoria surgió hace unos días, por eso está recién en formación. “Un colega, Alejandro Lacoste propuso que nos contactáramos con su hermano Pablo (destacado profesor de historia e investigador) para que nos brindara su experiencia en Chile y países de Europa sobre el armado de circuitos de enoturismo. Así fue que decidimos, tras esta reunión, elaborar el manifiesto”.
Pablo Lacoste, historiador y docente, describe: “el contexto de esta iniciativa es la profunda crisis mundial del vino, con la incorporación de medio millón de hectáreas de viñedos en China; el proceso de sustitución de importaciones en ese país y la caída de las exportaciones de los grandes productores de vino del mundo”. Agrega: “la crisis de hoy podrá ser similar a la de los años 80, donde hubo que arrancar 150.000 hectáreas. Se viene una reducción del mercado y será difícil vivir sólo del vino para muchos viticultores. Entonces, hay que diversificar y así como salimos de la crisis de los 80 con un cambio de paradigma, apostando a mercado mundial, incorporando barricas de roble francés, tanques de acero inoxidable, avanzando hacia los vinos premium, hacia la cultura de la apreciación del vino; bueno ahora tenemos que hacer un cambio equivalente, orientado a la diversificación y la diversidad de servicios que se puedan vender en el territorio. Recibir al turista, ofrecerle vino, maridaje, cultura, entretenimiento y experiencias. El enoturismo es un camino”.
Eduardo Guidolín, investigador y gestor cultural de Junín, destaca que en tiempos de crisis es fundamental este tipo de acciones, “aportes y una construcción colectiva, en red, en equipo entre el sector privado y el estatal para potenciar el turismo histórico, enoturismo, que prácticamente solo lo tiene la zona Este provincial. Sostengo que, más allá de la capital provincial, la zona Este fue protagonista de los grandes hechos históricos en la provincia, ese es el valor extra que tenemos. Ahora debemos articular y trabajar para contar la historia vinculada al vino, a la gastronomía y a todos los sucesos que ocurrieron acá para generar una experiencia que sea atractiva para el turismo”.
Gustavo Capone, reconocido historiador de Rivadavia también aplaude esta unión multisectorial y resalta que también se debe puntualizar cómo estas poblaciones se desarrollaron junto a los ríos Tunuyán y Mendoza y que todo este conjunto forma parte del patrimonio tangible e intangible de la región.
“Estamos apoyando esta iniciativa que nos parece muy interesante que ha surgido desde los prestadores privados y parte de nuestro equipo ya está trabajando con ellos, como Eduardo Guidolin, director de Contenidos Culturales; el director de Turismo, Jonathan Peralta y la arquitecta Eli Martín, que está a cargo de la puesta en valor del solar histórico Molino Orfila”, expresó Ariel Ortiz, secretario de Gobierno de Junín.