Vecinos de Las Heras que se encontraban tomando algo en un concurrido café pasaron un incómodo momento debido a la reacción de una clienta. Una las personas que se encontraba en el salón grabó la escena y la publicó en sus redes.
La situación se dio hace unos días en un local que se encuentra frente a la plaza Burgos. Aunque la secuencia dura poco más de 30 segundos, el episodio duró mucho más que eso, ya que la persona que lo registró comenzó a grabar tiempo después de que iniciara la discusión.
En diálogo con Los Andes, desde el café La Vida es Bella explicaron cómo se dieron las cosas. “La mujer estaba tomando un café con un señor. En un momento se sacó el suéter, hasta ahí todo normal. Pero después se sacó las zapatillas y se empezó a tocar los pies”, contaron.
Esta actitud incomodó a otra pareja que estaba en el café y se lo manifestaron al personal del lugar. “Le dijimos que por favor se calzara, pero ella no quiso y dijo que ella estaba acostumbrada a hacer lo que quería y que en las cafetearías de Buenos Aires nunca había tenido problemas”, agregaron.
“Nosotros no lo permitimos”, le respondieron. Cabe destacar que como se puede ver en el video, las personas le hablaron todo el tiempo con respeto y en un tono calmado.
Sin embargo, la mujer escogió la violencia y comenzó a criticar el lugar y a insultar a algunas de los clientes. En el video se puede oír como se dirige de forma discriminadora a un hombre que estaba en una de las mesas.
“Lávate las patas negro olor a c...”, se oye en la primera parte del video. Al escuchar estas palabras la dueña del café la pidió nuevamente que se retirara y le dijo que si no lo hacía iba a llamar a la Policía.
“¡Respecto con respeto, falta de respeto con falta respeto”, respondió la mujer a los gritos y se dirigió a la puerta! Cuando le quisieron acercar el buzo, que había dejado en la silla dio otra insólita respuesta.
“Puedo decir que me lo estás robado”, dijo y se fue sin recoger el buzo. Sin embargo, la mujer no contó con que una cliente la estaba grabando. “Dejala, si la estoy filmando”, dijo.
Pese a la mala actitud de la mujer, los dueños actuaron de manera pacífica y educada procurando resguardar al resto de sus clientes. “Este es un lugar muy tranquilo donde las personas vienen a tomar algo o a comer. La idea es que las personas se sientan bien”, cerraron.