María Natalia Spinuzza, ministra de Educación de San Luis, había grabado un polémico video mientras estaba de paseo en Amsterdam, Países Bajos, en uso de licencia. Allí, la funcionara confiesa estar bajos los efectos de la marihuana, además de haber comprado ‘’semillas’'.
La grabación había sido enviada por Spinuzza a un grupo de personas cercanas por WhatsApp, pero se viralizó y comenzó a circular entre periodistas.
Fue así, que la filmación llegó a manos de Diego Mariano Masci, quien decidió publicarlo en su sitio web www.zbol.com.ar. Posteriormente este recibió una multa de 90.000 pesos por haber difundido dicho material, la cual la Corte Suprema de Justicia dejó sin efecto.
El video de Spinuzza había sido publicado el 24 de agosto de 2018 en la página web de Masci bajo el título: “Apareció un video con la ministra de Educación de Rodríguez Saá aparentemente drogada”. Tras la publicación, Spinuzza renunció a su cargo.
El Superior Tribunal de Justicia confirmó la condena impuesta contra Masci por el juez de primera instancia y consideró que el comportamiento del periodista no estaba protegido por el derecho a la libertad de expresión porque el comunicador habría invadido indebidamente el derecho a la intimidad, privacidad y honor de Spinuzza.
La Procuración General de la Nación consideró, en cambio, en su dictamen ante la Corte Suprema, que esa decisión del Superior Tribunal de Justicia puntano no había tenido en cuenta que Spinuzza era una persona pública y que, por tanto, los argumentos utilizados para descartar la afectación a la libertad de expresión no eran suficiente para respaldar una condena penal.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, siguiendo la doctrina del tribunal, entendió que el Superior Tribunal de Justicia no había realizado “una revisión amplia e integral de la condena, en particular del agravio vinculado a la exención de responsabilidad prevista en el artículo 155 del Código Penal a la luz del derecho a la libertad de expresión” y, aplicando la doctrina del precedente “Casal”, dejó sin efecto la condena y ordenó que se dicte un nuevo fallo.
“Tenemos miedo todavía porque era un churro enorme. Creo que les mandé la foto al grupo, si no se las mando. Y yo fumé muy poquitito, por las dudas: gracias a Dios, porque me fui a Marte”, decía la ministra en el mensaje, que durante el viaje con su pareja se filmó con su celular tras haber consumido marihuana y alcohol. El video de casi siete minutos, que habría compartido con un grupo de personas cercanas, se filtró y se viralizó rápidamente en las redes sociales.
“Buenas noches, acá estamos con Juan, medio fumados”, comienza diciendo Spinuzza, de 32 años, desde el interior de un barco en Ámsterdam, acompañada de cerca por su marido. Enseguida cuenta las peripecias de un día en el que pasearon por distintos barrios, fueron de shopping y conocieron gente. Y también compraron y fumaron cannabis, cuya venta es legal en la ciudad desde hace más de 40 años.
“Fuimos al centro, entramos a tres negocios, y en 15 o 20 minutos nos habíamos gastado 7000 pesos. ¿En qué? En nada. Pelotudeces: semillas, juguetes para las nenas, regalitos, algunas cositas para llevar y nada más. Salimos de ahí y nos fuimos al coffee shop, donde compramos marihuana”, cuenta Spinuzza.
“Perdí el control absoluto de mi cabeza, de mi cuerpo, de mi todo”, dice la funcionaria en el video. Después, narra su paso por el famoso Red Light District y cómo conocieron a dos turistas españoles de Granada, con los que tomaron unas cervezas en un bar: “Chupamos ahí también, bastante. Estoy chupada también”, completa.
“Muy piolas los pibes [españoles]: sabían de kirchnerismo, de Argentina, hablamos un montón, la pasamos re bien, nos cambiamos teléfonos. Si en febrero voy a Madrid con el grupo del Ministerio, paso a verla a la chabona”, explica a la cámara Spinuzza.
Antes de despedirse, los turistas les propusieron fumar un cigarrillo de cannabis en un coffee shop, un “churro enorme” del que la joven ministra agradece haber consumido “muy poquitito” porque terminó afectándola más de lo que esperaba. “Me fui a Marte”, confiesa y dice: “Perdí el control absoluto de mi cabeza, de mi cuerpo, de mi todo”.
El regreso fue accidentado, con una parada para conseguir comida y bebida, y Spinuzza, “en parte nerviosa, en parte no”, tras quedarse sin batería en el celular y perder un ferry por el que tuvieron que esperar media hora. Para tranquilizarla, su pareja le prestó el suyo y le puso Coldplay en los auriculares. “Es lo mejor que has hecho desde que te conozco”, le agradece la funcionaria en el video.