La madre de Fernando Báez Sosa dijo este miércoles, al término de la tercera audiencia del juicio por el crimen de su hijo, que se dio un abrazo con el jefe de seguridad del boliche que declaró como testigo y le agradeció por haber “dicho la verdad”.
“Nos dimos un abrazo porque él también es padre. Me emocioné mucho. Se nos cayeron unas lágrimas”, contó esta tarde a la prensa María Graciela Sosa Osorio, la madre del joven asesinado, respecto del testigo Alejandro “Chiqui” Muñoz, quien se había quebrado al declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores.
“Cuando dio su testimonio me sentí muy dolida (…) Le agradecí por todas las verdades que ha dicho”, señaló la mujer, quien sostuvo que fue “desgarrador” escuchar los testimonios de esta jornada que terminó alrededor de las 17.30 con la declaración de dos policías.
Por su parte, Silvino dijo que no se pudieron cruzar en los tribunales con el efectivo que auxilió a Fernando y que le hubiera gustado darle también un abrazo “por haber intentado salvar la vida” de su hijo.
Por último, la madre de Fernando consideró que lo que hicieron con su hijo fue “una masacre total”, pero que están “tranquilos” porque con el desarrollo del debate están “más cerca de la verdad”.
El testimonio que complica a Thomsen
Uno de los amigos de Fernando Báez Sosa aseguró este miércoles que vio cuando el rugbier Máximo Thomsen, uno de los ocho imputados por el crimen del joven, atacó al estudiante de abogacía de una patada “con odio, con brutalidad y con intención de matar”.
En el inicio de su declaración ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) 1 de Dolores, Luciano Bonamaison aseguró que se trató de “una especie de emboscada”, que los agresores “eran siete u ocho” y que afuera del boliche Le Brique “buscaban directamente a Fernando”.
Según informó Télam, a partir de la lectura de una declaración suya durante la instrucción, el joven señaló que uno de los agresores “de rodete”, arengaba diciendo “negro de mierda”.
Ante una serie de preguntas del defensor Hugo Tomei, el abogado de los padres de la víctima, Fernando Burlando, dijo que el tono empleado era “una barbaridad” y que estaba “amenazando” al testigo, por lo que la presidenta del tribunal, María Claudia Castro, pidió al letrado que “modere el interrogatorio”.