Cristhian, un joven papá oriundo de Salta compartió una tierna historia en las redes donde se lo ve contándole cuentos a su bebé, José, en lenguas de señas antes de irse a dormir. A este joven padre, que es hipoacúsico de nacimiento, nada le impide poder comunicarse con su pequeño y quiso compartir su historia para alentar a quienes estén en una situación similar.
“Mi hijo José es oyente y yo, su papá, sordo y tenemos una excelente comunicación. Él es chiquito, pero me mira y va a copiando los gestos a la par de que su mamá le habla y aprende las dos lenguas”, explicó Cristhian a TN.
En el video se puede ver como las sonrisas y los movimientos de Josesito dejan reflejado la gran relación que tiene con su papá quien todas las noches le comparte un cuento en lengua de señas.
Cristhian está en pareja con Mercedes, la mamá de Josesito, y más allá de la hermosa conexión que se ve en el video, lo más importante para ellos a la hora de que se conozca su historia es poder concientizar sobre la vida de las personas hipoacúsicas y que se conozca su manera de comunicarse.
“Muchas personas tiene hijos sordos y lo primero que quieren hacer es que aprendan a hablar para que “sean normales” o le colocan implantes o audífonos para escuchar. En mi caso, me los colocaron a los cinco años y a los 13, cuando conocí la lengua de señas, se abrió un nuevo mundo para mí”, continuó relatando Cristhian a Todo Noticias.
Cristhian es el único sordo de su familia y pese a que sabe leer los labios y puede hablar decidió implementar la lengua de señas como su vía de comunicación. “Fue por mala praxis médica. Nació prematuro y a causa de una medicación que le dieron no puede oír. El implante lo usó hasta la adolescencia cuando durante un viaje en colectivo vio a un grupo de chicos que se comunicaban de esta manera y decidió aprender. Hoy trabaja como profesor de este idioma”, contó Mercedes.
Mercedes y Cristhian se conocieron hace cuatro años, cuando ella, quien es estudiante de Trabajo Social, tomó un taller para aprender Lengua de Señas: “Cuando terminó el curso, un grupo de sordos fue al taller y entre ellos estaba Cristhian. Yo sabía decir lo básico, los colores y los números, pero nos entendimos enseguida perfectamente bien”.
Además destacó que la conexión entre ellos es increíble: “Cada vez que habla con su padre se emociona. Todo el día mueve las manos. Decidimos que José va a aprender a hablar y la Lengua de Señas al mismo tiempo”.
Esta bella familia salteña compartió su historia con el objetivo de transmitir lo difícil que resulta para las personas sordas el día a día fuera de casa. Desde las cosas más sencillas como ir a hacer las compras hasta atenderse en un hospital, no hay personal que conozca la lengua de señas.
Sin embargo, señalan que más complicado aún es en tiempo de uso obligatorio de tapabocas. “Cada vez que sale a algún negocio tiene que explicar que es sordo. Es una barrera más que se suma a las que ya tenía”, finaliza Mercedes.