Con los más de 40 grados del jueves que se sumaron al viento zonda, muchos usuarios se quedaron sin servicio de corriente eléctrica. Y así se activó la preocupación de todos los veranos: con el aumento exagerado del consumo el riesgo de cortes del servicio es una amenaza latente.
Sin embargo, tanto desde las distribuidoras como desde el Epre niegan que la situación vaya a ser distinta a la de otros años e incluso consideran que si hay un uso racional no debería haber riesgo de interrupciones.
Referentes del sector consultados atribuyen los antecedentes del jueves a la sumatoria de una contingencia (el viento) y el aumento de la temperatura que hace que haya más demanda para climatizar.
En ese contexto, una situación así puede repetir el escenario.
“Hubo cortes por quema de fusibles que se producen por alta demanda, también cuando caen ramas se cortan cables y se debe ir al reemplazarlos, no es un apagón ni es una situación anormal para la época”, señaló una fuente de Edemsa. Y subrayó: “con 40 grados de temperatura es difícil que no se quemen fusibles”.
Pero por otra parte dijo que el sistema se está comportando dentro de lo esperado para la contingencia y que está en condiciones de afrontar el verano. “El sistema está funcionando a plenitud en condiciones de normalidad y puede soportar la demanda y la temperatura (...) el último semestre han habido menos cortes y ha disminuido la cantidad de sanciones”, remarcó.
En el mismo sentido se expresó Julio Gallegos, coordinador de Gerencias de la Cooperativa Eléctrica de Godoy Cruz: “Como nos ha ocurrido a nosotros otros veranos no esperamos tener ningún tipo de problemas, vamos atender el servicio con normalidad porque para eso estamos preparados, excepto que haya una catástrofe”. Luego agregó: “con más temperaturas hay más chances de que haya falla pero en general tenemos capacidad sobrada en toda nuestra distribución, y sobre todo porque la demanda ha disminuido”.
Compensación
Lo que sucede es que por un lado, debido a las restricciones de la pandemia, si bien hubo un aumento en el consumo domiciliario, esto se compensó con una disminución de los consumos comercial e industrial.
Tal cual publicó Los Andes, el sector productivo de la provincia redujo 9,4% la demanda de electricidad en octubre en comparación con igual mes del año pasado, según un informe del Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE).
Además, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) midió una caída de la actividad industrial a nivel nacional del 9,9% en los primeros diez meses de este año.
Por otra parte, desde las distribuidoras destacan que pese al aumento de aparatos eléctricos en los domicilios no ha habido más problemas los últimos años.
“Hay un incremento de consumo residencial por estar más tiempo en los hogares pero por la reducción en el consumo industrial por las restricciones, la demanda no está creciendo por lo que las redes no están más condicionadas por el defecto de uso comercial e industrial y eso podría modificar las condiciones en las redes y que no se ponga tan al límite”, consideró Hector Laspada, Gerente Técnico de la Regulación del Epre.
Dijo que durante el verano esto se mantendría y que por otra parte las condiciones de calidad de servicios e interrupciones se ha mantenido los últimos años.
Sin embargo, la sobredemanda puede ocasionar dificultades típicas de la época como en otras provincias y piden racionalidad en el consumo.
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