En lo que va de la temporada de verano en Mendoza ya han muerto siete personas en cauces de riego, ríos, diques y espejos de agua donde está estrictamente prohibido bañarse. Las elevadas temperaturas inducen a muchos a buscar refresco en peligrosas aguas, pese a los esfuerzos por la prevención.
La cifra de fallecidos en cauces responde a un conteo que hizo Los Andes mediante reportes diarios del Ministerio de Seguridad provincial ya que se ha proporcionado una cifra oficial de totalidad de decesos en esta temporada pese al requerimiento de este diario.
Desde los organismos de seguridad, como desde el Departamento General de Irrigación y la Subsecretaría de Ambiente siguen concientizando a la población sobre los riegos que implica refrescarse en estos sitios donde el agua circula con mucha fuerza, y más en estos momentos cuando el caudal es alto.
Marcela Andino, secretaria de Gestión Institucional de Irrigación y abogada especializada en derecho del agua, recordó que está totalmente prohibido bañarse en canales, diques, embalses y ríos de la provincia y, en caso de hacerlo igual, la persona puede recibir una sanción. Esta puede ser una multa con un valor de 25.000 a 63.000 pesos, arresto de dos a cinco días o realizar tareas comunitarias.
“Se considera una infracción al artículo 124 del Código Contravencional. En el caso de que esa infracción sea cometida por un menor, la ley establece que serán los padres los responsables. El calor lo sufrimos todos, pero la vida siempre está por encima”, apuntó la letrada.
Según el mencionado artículo 124, “el que usare para bañarse cauces de agua, canales de riego, represas, diques derivadores, tomas o cualquier obra hidráulica de la provincia, será sancionado con una multa”. Además, hay otro artículo del Código Contravencional, el 138, que establece penas para quienes obstruyan o alteren cualquier cauce en Mendoza.
Por otro lado, Andino reconoció que el rafting es catalogado como un deporte de riesgo y que debe hacerse con los elementos necesarios y las empresas habilitadas para esa actividad. “Siempre se tiene que hacer con guías habilitados. Dentro de la actividad pueden existir riesgos y por eso es fundamental llevar el casco y salvavidas. Los ríos de Mendoza tienen muchas piedras y el caudal es fuerte, por eso se prohíbe bañarse en los mismos. En los diques el piso es peligroso porque una persona cree que hace pie y no es así”, indicó.
Para cerrar, la funcionaria de Irrigación insistió que la población debe tomar conciencia y no meterse a ríos o espejos de agua para evitar desenlaces fatales. “Los ríos de montaña tienen sus características y hay que respetarlas. Los municipios están implementado las playitas para que sea un sector donde la gente sí pueda meterse. Debemos seguir trabajando en la toma de conciencia”, concluyó Andino. De hecho Irrigación retomó esta temporada su campaña de prevención “Verano sin muertos de calor”.
Los casos, en detalle
El 25 de diciembre de 2023 se registró la primera muerte por ahogamiento de la temporada en Mendoza. Un joven de 20 años perdió la vida en el dique Cipoletti, en Luján de Cuyo, en la tarde de Navidad. Según datos oficiales una vez conocido el desenlace, la víctima estaba con un amigo, que lo perdió de vista y fue hallado sin vida varias horas después.
En la tarde del viernes 19 de enero, en San Rafael, una mujer fue encontrada en el interior de un canal del distrito Colonia Elena. La víctima estaba semidesnuda y con un golpe en la cabeza. Los investigadores aún buscan determinar las causales de muerte.
Días después de este luctuoso episodio, el 23 de enero y también en ese departamento del Sur mendocino, un hombre de 45 años falleció ahogado en el río Atuel tras una ceremonia de una iglesia evangélica. En pleno bautismo, Hugo Llanos ingresó al agua y comenzó a pedir ayuda, pero sus familiares no hicieron caso porque pensaron que estaba bromeando, según reportaron en su momento fuentes policiales. El cadáver fue retirado aguas abajo.
En tanto, el 25 de enero pasado un instructor de rafting de 20 años murió ahogado en el río Mendoza cuando se encontraba trabajando en una excursión en un gomón, que se dio vuelta. El muchacho fue arrastrado por el agua.
El domingo 28 de enero, dos jóvenes de 15 y 19 años fueron arrastrados por la corriente del río Mendoza, uno en el dique Cipolletti y otro en San Martín, donde habían decidido bañarse por las altas temperaturas. Ambos cuerpos aún no fueron hallados.
El caso más reciente ocurrió en la tarde de este martes, en el canal Cacique Guaymallén, a la altura del barrio Ujemvi de Las Heras. Allí un chico de 17 años, identificado como Matías Pizarro, fue retirado sin vida del cauce. Según fuentes policiales, se estaba bañando con un grupo de amigos y la corriente lo arrastró.
Continúa la búsqueda de dos jóvenes
Continúan las tareas de búsqueda de los jóvenes que se ahogaron este domingo en el río Mendoza. Miguel Sosa, subcomisario de Bomberos de la Policía de Mendoza, explicó a Los Andes que se realizan tareas todos los días hasta las 20, que es cuando ya no queda prácticamente luz solar, y se retoma la actividad bien temprano al otro día.
“El caudal impresionante de agua que viene por el río nos dificulta aún más la tarea porque todo lo que hay en el río, el agua lo arrastra. Hacía muchos años que no venía un caudal así”, explicó Sosa.
El domingo se informó la novedad de que un joven de 15 años y otro de 19 habían sido arrastrados por la corriente en dos sectores distintos río Mendoza: uno a la altura del dique Cipolletti, en Luján de Cuyo, y otro en Tres Porteñas, en el departamento San Martín.
Desde ese día hay un intenso operativo policial y de bomberos para tratar de dar con los cuerpos de estos jóvenes que había decidido meterse al agua para refrescarse. El rastrillaje incluye el uso de cámaras térmicas, drones y buzos.