Velas: grandes aliadas y la puerta de entrada a un mundo desconocido

Místicas, pero magnéticas, las velas proponen mucho más que una llama. Usos, colores y cómo empezar a conectar con el interior para activar “eso” que necesitamos o anhelamos.

Velas: grandes aliadas y la puerta de entrada a un mundo desconocido
Velas: las grandes aliadas

Las velas existen en nuestras vidas casi desde que nacemos. En casas de abuelas y familiares precavidos siempre hay un paquete por si se corta la luz. Poco tiempo antes de cumplir años, nos enseñan a soplar para cuando llegue ese día y no pedir ayuda. Sin embargo, el mundo de estos objetos es mucho más apasionante de lo que parece mostrar una vela en una torta de cumpleaños.

Hay de varios colores, tamaños, formas y materiales. Sin embargo, todas parecen imanes cuando se encienden. Nos atraen, generan un ambiente cálido y hasta romántico cuando la situación amerita. Aunque su verdadero poder está en la conexión con nosotros mismos y nosotras mismas.

“Desde todos los tiempos representaron una conexión con lo divino, con lo superior, y creo que todos en algún lugar de nuestro subconsciente tenemos ese dato que en algún momento se activa, cuando nos vemos en necesidad o cuando anhelamos algo”, cuenta Anahí Martella, de Casa Violeta a Los Andes.

Partiendo del encendido y la llama que se origina desde la mecha, hay contacto: “El fuego es el único elemento de la naturaleza que no respeta la ley de gravedad, que va hacia arriba”, agrega.

El cuerpo de la vela es como lo burdo del problema que tenemos, y el fuego va derritiendo esa situación que se presenta en nuestra vida como un bloqueo, impedimento o desafío. Todo eso se juega en nosotros cuando hablamos de velas. Podes creer más o menos acerca de las velas, pero es imposible que cuando alguien enciende una velita no te remitas a eso, a un contacto con otra cosa. El fuego da luz”, comenta.

¿Cómo se prenden y se apagan?

Entre las “buenas prácticas” para el uso de las velas, hay algunas recomendaciones si la intención es trabajarlas desde lo espiritual:

-Se encienden con fósforos, no encendedores ni otros elementos.

-Antes de encenderla, calentar la base y luego apoyarla porque las velas espirituales no se chorrean. Habitualmente las prendemos, giramos y dejamos caer gotas para hacer la base.

-No se apaga ni soplando, ni con dedos, sino un apaga velas o algún objeto que le quite el oxígeno al fuego para que no siga ardiendo.

-Si en una novena (9 días consecutivos) pedido o ceremonia se rompe, ya cumplió su destino y no se debe seguir utilizando.

-En caso de las limpiezas energéticas, se enciende una vela y se recorre el espacio junto a otros elementos. Si se apaga, se sugiere no encenderla más de 3 veces, hay que tirarla porque se entiende que esa luz ya tomó del pedido, toda la oscuridad y se necesita otra vela.

Decorá con velas de acuerdo al Feng Shui
Decorá con velas de acuerdo al Feng Shui

Las velas alquímicas

Dentro del infinito mundo de las velas, las hay alquímicas. Esto significa que se han “cargado” para que direccione su vibración según la tarea que se la ha asignado. No todas las velas alquímicas sirven para todo.

En Casa Violeta se dedican a estos procesos y Martella cuenta que “ese despertar que se produce en una persona también se puede activar en un objeto y sería como ‘el beso de la cenicienta’ en donde la vela no solo actúa en tercera dimensión sino también en los planos superiores”.

La vela deja de ser una cosa para ser una inteligencia y lo que tiene es impreso en esa inteligencia, la orden que le ha dado el alquimista y va a depender esa inteligencia que sea mayor o frecuencia más alta de acuerdo a la capacidad de ese alquimista, mago o aprendiz”, revela.

Considera también que “no es tan importante saber el ritual como la capacidad de influenciar que tenga el operador”.

“Una vela común fue diseñada en una fábrica, después en un lugar donde las empaquetan y al comercio, pasa por muchas manos y esa energía de sus manos trabaja embolsando, todo eso va cargando el producto. Al llegar a nosotros, obviamente tenemos algunas opciones para hacer que le puedan quitar el remanente energético, después las personas que saben Reiki le aplican los símbolos, no todo el mundo lo sabe hacer. Hay aceites alquímicos que le podemos pasar a las velas para hacerles una descarga, o agua bendita, y forme parte de esta ceremonia que quiero ofrecer para prosperidad”, explica.

Decorá con velas de acuerdo al Feng Shui
Decorá con velas de acuerdo al Feng Shui

Las velas en la vida cotidiana

Nadia Mercuria es aprendiz de varias mancias y las velas son parte de su día a día. “Apenas arranco, prendo mi velita, me conecta con el aquí y el ahora, me acompañan y me siento protegida”, confiesa a este medio.

En su práctica, suele utilizar aceite de sándalo para untar sus velas “de abajo hacia arriba” y suele hacer pedidos que escribe con lápiz en un papel para luego quemarlo con ese fuego y las cenizas devueltas a la pachamama (tierra).

El fuego es una fuente de concentración y está relacionada con nuestra intuición. Cuando hago un ritual es de día, en un lugar despejado, ordenado y lo más lindo es esa conexión”, dice sonriente.

También utiliza los velones de 7 días “para poder pedir por la salud con la vela verde, o según lo que quiera, en mi caso me guío por los colores. Estos velones los prendo todos los días y los apago a la noche. Después la utilizo para intencionar pensamientos, claridad y resolver mi trabajo”.

Anahí Martella aclara que las guías sobre los colores y días de la semana “dependerán del contexto en el que trabaje el uso de tal vela, en donde la metafísica tendrá ciertos días para ciertos arcángeles, la astróloga otros porque trabaja con planetas, eso define la acción que vamos a llevar adelante y eso no se puede recetar”.

Los colores

Es la hoja de ruta de Nadia, quien hace un punteo sobre las representaciones cromáticas de las velas para quien esté con ganas de incursionar y le resuenen estos significados:

Amarillo: confianza, prosperidad, dinero, capacidad artística, devoción, abundancia, buena suerte, se lo suele definir como el color del intelecto.

Naranja: concentración, la claridad mental y la armonía, energía y motivaciones. Es el color de la energía vigorizante.

Azul: paz, la armonía, la paciencia, la bondad, la fe, la esperanza, sabiduría, meditación instrospección.

Blanco: descanso, pureza, espiritualidad, el matrimonio. Es la clásica vela que se usa cuando no tenemos de otro color. Junto a las velas doradas se suelen utilizar mucho para rituales de protección y limpieza.

Violeta: transmutación, curación psicológica, actividad mental muy veloz. Transmutar las energías cuando lo necesitamos: separaciones, pérdidas, etc.

Rojo: pasión, amor, fuerza, dominio, deseo sexual. Es utilizado en ceremonias o rituales relacionados con el amor. También para los inicios por ser el color de Aries que es el primer signo del zodíaco.

Rosa: armonía en uno mismo, la dulzura, y el amor, lo sensible y receptivo.

Verde: prosperidad y salud. También se le dice el color de la fertilidad relacionado con la madre o figura materna.

“Con las velas es como si dijera una sola puerta al interior, en este momento que estamos pasando una época tan especial, hay muchas forma de conectar con el interior que es lo se nos está pidiendo, ojalá se abran puertas", cierra Anahí.

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