La asesoría legal del Ministerio de Salud y la Fiscalía de San Rafael analizan por estas horas si el médico Rubén López -aprehendido junto al dueño de tres geriátricos; su mujer y su hija, por montar un vacunatorio clandestino en San Rafael- posee su licencia profesional vencida. Este dato será confirmado durante la jornada de hoy.
De ser así, señalaron a Los Andes fuentes judiciales “el caso tomará otros ribetes”. Mientras continúa la investigación, los voceros señalaron que por el momento es prematuro hablar de las penas que recibirán los responsables “ya que la acusación es preliminar y basada más que en pruebas, en inferencias lógicas”. De todos modos las fuentes ratificaron algunos dichos señalados en las últimas horas, como la “rareza” del procedimiento, teniendo en cuenta de que no existen pruebas de que lo hacían a cambio de dinero.
“Es raro porque desde los audios no se desprende que cobraran a cambio de las vacunas”, dijo la fuente, sino que, más bien, se trataba de un “favor” a los vecinos del callejón San Isidro en Las Paredes, una zona de gente con alto poder adquisitivo.
También se ratificó como probable el hecho de que hayan “fingido vacunar”. De este modo, la acusación es por el delito de peculado, infracción al art. 205 y ejercicio ilegal de la medicina -entre otros que se investigan- como robo, hurto y complicidad de personas del vacunatorio.
“Habían contratado al enfermero y sabían que este acto era irregular y que podía suceder lo que finalmente ocurrió”, dijo una fuente cercana, para agregar: “Es todo muy extraño, la hija del médico es odontóloga, estamos hablando de gente instruida”.
Según se informó, todo saldrá a la luz a partir del análisis de los teléfonos celulares.
“Todo apunta a que era con fines de lucro, pero por el momento no hay pruebas”, agregaron. Tal como se informó ayer, un grupo de personas, casi todos profesionales, convocaban a vecinos por WhastApp para recibir la vacuna contra el coronavirus.
Se trata del médico Rubén López, Hugo Ochoa, propietario de tres geriátricos, junto a la esposa y la hija quedaron detenidos. También fueron aprehendidos un enfermero con licencia vencida, tres vecinos que concurrieron a vacunarse y un remisero trucho, aunque este último oficiará como testigo. Otra parte de la investigación está centrada en determinar de dónde salieron las dosis, aproximadamente 40, para poner en marcha este vacunatorio clandestino. Se especula que serían vacunas que inicialmente estaban destinadas a internos de los tres geriátricos en cuestión.